El delicado equilibrio para lograr una pesca sostenible en el río Cauca
Los problemas ambientales en la cuenca del río han disminuido la pesca. A esto se suman las posibles afectaciones tras la contingencia en el Proyecto Hidroeléctrico Ituango. Por eso, varias entidades trabajan para proteger el recurso pesquero y a los pesc
El sonido de una lancha se aleja y Manuel Esteban Peña se presenta: “Soy secretario de la Asociación de Pescadores y Agricultores del municipio de Nechí, Antioquia”. Luego cuenta que tiene 69 años y que pesca desde que tenía nueve, que en los años 60 y 70 había “cantidades de bocachico” en el río y que con eso crió a sus hijos, que ya son adultos. En ese entonces la pesca artesanal usaba métodos poco agresivos, según dice, pero hoy se usan equipos que están afectando esa actividad en la cuenca del río Cauca.
“La pesca ha disminuido por varios factores. El primero somos los pescadores, por la pesca indiscriminada, no hay que dudarlo, ha rebajado la pesca un 60 % o un 70 %. Segundo, la deforestación de los ríos y quebradas, la tala de los bosques. Tercero, los mineros también nos acabaron las ciénagas, han destruido donde el pescado se refugia, no hay duda. Y cuarto, la ganadería también nos ha causado disminución de la pesca, porque los ganaderos grandes les hacen acequias a las ciénagas para que se sequen”. Este es el diagnóstico que su conocimiento empírico le permite dar, que no es distante del que hacen las autoridades.
Según Nicolás del Castillo, director de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), la disminución del recurso pesquero se explica primero por el deterioro en la calidad del agua debido a la contaminación orgánica e inorgánica; a la pérdida de conectividad entre el río y las ciénagas, que afecta el proceso de reproducción de las especies migratorias; a la sedimentación y fertilización que hace crecer el buchón de agua, a las malas prácticas de la agricultura y la ganadería, así como la pesca ilegal, que no respeta las vedas en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca.
Del Castillo cuenta que, a raíz del primer cierre en las compuertas del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, tras la contingencia que inició en 2018, la AUNAP previno a EPM de las consecuencias que podría tener y estuvo trabajando de la mano de la empresa para realizar los salvamentos que fueran posibles. Desde entonces sugirió que se establecieran convenios con el Parque Explora y con la Piscícola Santa Cruz para preservar las especies rescatadas.
También se firmaron convenios con la Universidad de Córdoba, la Universidad Nacional y la Fundación Humedales, todos en marcha actualmente. Como resultado, “tenemos un Auto de ordenamiento pesquero en la zona del embalse” que abarca más de veinte municipios de la cuenca media y baja del río Cauca, dice Del Castillo. Las decisiones apuntan, entre otros aspectos, a que en la zona aguas abajo de la presa de la hidroeléctrica se establezca una regulación a la pesca, pues es el sitio máximo al que pueden llegar las especies migratorias que suben por el río para reproducirse.