A proteger nuestros ecosistemas
Para un problema complejo, se necesitan soluciones complejas. Eso es lo que expertos en ambiente afirman acerca de lo que se debe hacer para cumplir con los compromisos que adquirió Colombia en el Acuerdo de París y, en general, para evitar que la temperatura se eleve más de 1,5 °C.
Aunque Colombia no está en los primeros lugares de emisión de gases de efecto invernadero —aporta el 0,7—, nuestro rol es otro: adaptación y conservación de biodiversidad y de ecosistemas que se convierten en sumideros de esos gases.
Por eso, para Andrés Etter, de la U. Javeriana y doctor en Ecología de la U. de Queensland, el cuidado de los ecosistemas debe ser una prioridad para el país y debe buscar más apoyo en la COP 26 para hacerlo. Etter y su equipo trabajaron en una reciente investigación en la que aplicaron la metodología de la Lista Roja de Ecosistemas (LRE): un protocolo para conocer cuál es el estado de 81 de estos.
“Cerca de 21 están en un estado crítico; es decir, que más del 80 % de la superficie se ha perdido y lo que queda está en mal estado. Un 30 % está en peligro. Se ha perdido del 50 al 80 % y tienen amenaza de que la actividad humana los afecte. La mitad de los ecosistemas colombianos están en un riesgo alto”, explica Etter. Él cree que Colombia debe buscar nuevos recursos de cooperación internacional en la COP26, invertirlos en su restauración y así frenar la deforestación que, según el Minambiente, genera cerca del 33 % de las emisiones del país.
La planificación del uso del suelo
también es esencial para la recuperación de los ecosistemas. Según la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), de los 114 millones de hectáreas que tiene Colombia, unos ocho millones tienen vocación ganadera (7 % más o menos) pero usamos 38 millones para esto —el 33 % aproximadamente—.
Para Wendy Arenas, directora de la Fundación Alisos, la búsqueda de recursos es esencial, no solo para activar propuestas innovadoras, sino también para empoderar a las comunidades que, finalmente, son las que viven día a día los estragos del cambio climático.
Pagar por cuidar
Mientras que instituciones públicas y privadas proponen soluciones con propuestas de turismo y agricultura sostenible, el reto es encontrar un balance entre el ingreso de recursos económicos y la conservación de los ecosistemas. Así lo ve Carlos Humberto González Escobar, Ph. D. en Desarrollo Sostenible e integrante del Centro de Investigaciones en Medio Ambiente y Desarrollo (CIMAD) de la U. de Manizales.
“Se insiste en la salida del carbón como fuente energética, para lo cual se trata de que los Estados no incluyan ningún tipo de incentivos ni financiación. En nuestro caso, la dependencia de los recursos por impuestos y regalías que nutren el presupuesto público es alta y no está claro cómo el Gobierno podría llegar a acuerdos para no realizar en el corto plazo contratos de explotación”, aseguró.
*Enviado especial del proyecto GROW Colombia, financiado por el Global Challenges Research Fund.