“Combatir mitos sobre los efectos negativos de la migración es uno de nuestros mayores retos”
La migración es una oportunidad para Colombia. Los beneficios se multiplican si refugiados, migrantes, retornados y comunidades de acogida trabajan de manera conjunta por mayores oportunidades y bienestar para todos, explica Ana Durán-Salvatierra, jefe de
Ana Durán-Salvatierra es la jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones en Colombia, que busca fortalecer el proceso de integración socioeconómica de la población refugiada y migrante y promover los espacios libres de xenofobia y discriminación. Entrevista.
Después de la pandemia hemos visto cómo se han vuelto a aumentar los flujos migratorios. ¿Cómo ha sido el panorama para los migrantes en 2021, cuando aún muchos países mantienen sus fronteras cerradas y muchas restricciones?
Efectivamente, se ha evidenciado un aumento de los flujos migratorios con una cifra estimada del 5,7 % durante este año (a pesar de la pandemia) y puede que estas cifras sigan en aumento, a medida que empiezan a reactivarse algunas zonas del país.
Sin embargo, no es ajena para nadie la situación de la población refugiada y migrante que se ha visto seriamente afectada, especialmente en aspectos económicos, sociales y de acceso a la salud, sin contar con la aparición de nuevas manifestaciones de xenofobia relacionadas con la identificación del migrante con el contagio, tomando en cuenta que esta población no tuvo acceso a las vacunas en un principio como el resto de la población. Además, si le sumamos que las fronteras cerradas impedían el retorno de los nacionales a sus países, lo que implicaba la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos para la población que se vio afectada por la pérdida de sus empleos y el cierre y restricciones a las actividades comerciales formales e informales, incluso se pudo evidenciar una movilidad a otras ciudades con mayores oportunidades.
Sin embargo, tomando en consideración la apertura económica gradual en Colombia, y con la entrada en vigor del Estatuto Temporal de Protección (ETPV), los refugiados, migrantes y retornados podrán acceder a nuevas oportunidades, y por lo tanto a los servicios básicos. Desde la OIM estamos buscando fortalecer los esfuerzos que nos permitan continuar brindando apoyos en el proceso de integración socioeconómica de población refugiada y migrante, y en propender por espacios libres de xenofobia y discriminación.
Colombia es uno de los países del mundo que ha acogido a una mayor cantidad de población migrante, después de Turquía. ¿Qué vale la pena destacar de lo que se ha hecho en Colombia hasta ahora?
Vale la pena destacar que Colombia se adhirió al Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, que establece un entendimiento común sobre las migraciones a nivel mundial y en todas sus dimensiones. Este es un instrumento no vinculante, basado en los valores de soberanía de los Estados, responsabilidad compartida, no discriminación y derechos humanos. Reconoce que los instrumentos de cooperación son necesarios para optimizar los beneficios de la migración, mientras se enfrentan los riesgos y retos de los individuos y comunidades en países de origen, tránsito y destino. Como parte de los objetivos del pacto, los Estados se comprometen a garantizar los derechos de los migrantes y a avanzar en la integración.
Enfocados en temas migratorios que permitan mitigar los factores adversos y estructurales que impiden a las personas construir y mantener medios de vida sostenibles en sus países de origen; reducir los riesgos y las vulnerabilidades a las que se enfrentan los migrantes en las diferentes etapas de la migración, respetando, protegiendo y cumpliendo sus derechos humanos, brindándoles atención y asistencia; abordar las preocupaciones legítimas de los Estados y comunidades, al tiempo que se reconoce que las sociedades están experimentando cambios demográficos, económicos, sociales y ambientales en diferentes escalas, que pueden tener implicaciones para, y como resultado de, la migración, es un esfuerzo por crear condiciones propicias que permitan a todos los migrantes enriquecer nuestras sociedades a través de sus capacidades humanas, económicas y sociales, y así facilitar sus contribuciones al desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y global.
Adicionalmente, desde el comienzo de los flujos migratorios mixtos, el compromiso que han mostrado el Gobierno y la sociedad colombiana ha sido de apertura, con visión holística, buscando generar alternativas de regularización temporal para la población migrante a través de mecanismos regulatorios, medidas que contribuyen a agilizar los procesos de regularización para miles de personas que no tienen su situación migratoria definida.
Hablemos ahora de los retos. ¿Cuál es uno de los grandes retos que debe asumir Colombia en esta tarea
de acoger migrantes y refugiados?
A nivel nacional, son varios los retos que se han evidenciado para lograr la integración socioeconómica de refugiados y migrantes. Desde la Presidencia de la Republica se diseñó una estrategia de generación de ingresos, cuyo objetivo principal era identificar los obstáculos y retos que frenan el proceso de integración para mitigar estas brechas. Dado lo anterior, los procesos de integración socioeconómica de refugiados y migrantes presentan oportunidades de intervención que permiten asegurar la cobertura de los servicios sociales, particularmente salud y educación, así como fortalecer la oferta en mercado laboral y productiva. Para la integración social es necesario promover procesos de integración con las comunidades de acogida con un enfoque territorial y basado en prevención de la xenofobia y otras formas de discriminación. Para lograr esto es esencial que exista un involucramiento de entidades públicas locales y nacionales, sector privado, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil.
Desde la OIM, como Organismo de Naciones Unidas para las migraciones, nos acogemos a todas estas iniciativas y estrategias, en las cuales hemos centrado nuestros esfuerzos en promover una migración ordenada, segura y regular, en la que se resaltan los aspectos positivos de la migración, que se ven reflejados en el desarrollo económico local, que se logra fortalecer con la entrada en vigencia del Estatuto, y, de esta manera, los refugiados y migrantes puedan generar un plan de vida digna, que además fortalezca la economía del país receptor.
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xenofobia, la discriminación y la aporofobia son reacciones que surgen, en gran medida, a partir del desconocimiento que se tiene de los beneficios de la migración, de las condiciones por y en las cuales las personas migran, de los imaginarios alrededor de la migración, en los que en muchas ocasiones se resalta que la población refugiada y migrante ha llegado al país a afectar el mercado laboral y económico.
¿Cuál es la visión que tiene la OIM sobre la migración laboral?
El Marco de Gobernanza sobre la Migración, aprobado por los Estados miembro de la OIM en 2015, incluye un objetivo en donde se establece que la buena gobernanza de la migración y las políticas conexas deberían fomentar el bienestar socioeconómico de los migrantes y de la sociedad. En esa línea, para la OIM es vital avanzar en esfuerzos que estén orientados a conceder un acceso equitativo y sin discriminación de los refugiados, migrantes y de las poblaciones desplazadas que retornan al mercado laboral, todo esto en función de aumentar su grado de integración a las comunidades de acogida.
Asimismo, la OIM busca acompañar los esfuerzos de los Estados orientados a la protección a los trabajadores refugiados y migrantes, y optimizar los beneficios de la migración laboral, tanto para los países de origen como para los de destino.
Los beneficios de la migración laboral se dan en doble vía -para el país receptor y para el país de origen- del trabajador refugiado y migrante. Incide en el mejoramiento de su calidad de vida, la de sus familias y la de las comunidades de acogida. El flujo de dinero contribuye a dinamizar las economías locales, se fortalece el recaudo de impuestos y las remesas se convierten en otro factor dinamizador local. En términos generales, la migración laboral permite que los trabajadores refugiados y migrantes sean agentes de desarrollo.
Hablemos de la integración socioeconómica de los migrantes venezolanos en Colombia. ¿Cómo se puede facilitar la inclusión de la
población migrante al mercado laboral?
Para facilitar la inclusión de la población migrante y refugiada en el mercado laboral, se requieren estrategias que fomenten su acceso en sectores con alta demanda de mano de obra, sensibilizando al sector privado y promoviendo acuerdos por el empleo para la inclusión laboral. Por otro lado, es importante contribuir al cierre de brechas para el acceso laboral y apoyar la conservación de empleos.
Una de las estrategias que venimos implementando es “Empresas de Brazos Abiertos”. Gracias al aporte de USAID y en alianza con el Ministerio del Trabajo, generamos espacios para que el sector privado, y en especial los equipos de talento humano de dichas empresas, conozca los mecanismos de contratación de migrantes y refugiados, que permita comprender que la inclusión laboral de personas migrantes trae beneficios para todos, no solo por la experiencia que muchos migrantes traen consigo, sino que se tienen buenas prácticas de integración y acogida en sus espacios laborales. Asimismo, reciben capacitaciones relacionadas con estrategias para generar ambientes laborales libres de xenofobia.
Si bien colombianos y venezolanos somos muy parecidos, ¿cuáles han sido los aspectos que, desde su opinión y experiencia, han provocado la xenofobia en Colombia?
La xenofobia, la discriminación y la aporofobia son reacciones que surgen, en gran medida, a partir del desconocimiento que se tiene de los beneficios de la migración, de las condiciones por y en las cuales las personas migran, de los imaginarios alrededor de la migración, en los que en muchas ocasiones se resalta que la población refugiada y migrante ha llegado al país a afectar el mercado laboral y económico, sin contar en los sistemas de salud y educación del país, asimismo se identifican otros aspectos dentro de los que se incluyen diferencias culturales, e intolerancia y desconfianza, que también se han identificado en las instituciones educativas.
La aparición de nuevas manifestaciones de xenofobia como consecuencia de la pandemia, que generan reacciones generales de intranquilidad y ansiedad ante un futuro económico incierto, sin contar que las medidas de regularización que se han implementado desde el Gobierno Nacional registran un crecimiento de reacciones xenófobas por parte de las poblaciones receptoras, han impactado de igual manera por información sin fundamento que se transmite por parte de los medios de comunicación.
La generación de ambientes propensos a la xenofobia puede darse en cualquier contexto, a través de mensajes que buscan mostrar la migración como algo negativo en lugar de verlo como una oportunidad, en la que se resalten los aspectos positivos que trae consigo la migración.
Hay muchos mitos alrededor de la migración, como que les quitan el trabajo a los locales, aumentan la inseguridad, etc. Creencias que han generado un rechazo a los migrantes. ¿De qué manera se puede abordar este tema?
Combatir mitos e imaginarios sobre los efectos negativos de la migración es uno de nuestros mayores retos y venimos trabajando este tema en estrecha y constante coordinación con el Gobierno Nacional, con cooperación internacional, la academia y las autoridades territoriales, todo esto gracias a los aportes del Gobierno de los Estados Unidos, la Unión Europea, la Agencia de Cooperación Española, el gobierno de Corea, entre otros.
Es importante dar mayor difusión, socialización y pedagogía sobre los beneficios de la migración en las comunidades de acogida y en los diversos sectores económicos locales, buscando llegar así al mayor número de personas.
Las acciones que desde la OIM estamos adelantando en integración social muestran que, al fortalecer desde un enfoque territorial espacios comunitarios, deportivos, artísticos y culturales, las barreras y los mitos se desdibujan. Como consecuencia, hay un reconocimiento mutuo entre unos y otros. Un ejemplo de esto lo vivimos en las ocho ciudades del país, incluyendo Barranquilla, Medellín, Cúcuta,
Bogotá, Ipiales, Arauca, Riohacha y Barranquilla, en las que desarrollamos iniciativas comunitarias en zonas de alta presencia de refugiados y migrantes.
Adicionalmente, las campañas educativas y de comunicación que realizamos en espacios formales y no formales están diseminando el mensaje de que la migración es una oportunidad para todos.
¿De qué manera un ciudadano colombiano puede aportar para aumentar las oportunidades económicas para la población migrante?
Primero, informándose. La migración es una oportunidad y en esta materia Colombia ha sabido aprovechar los beneficios de la migración. Segundo, siendo activos en la diseminación de mensajes de integración y de no discriminación en entornos familiares, educativos, laborales y, en general, en cada espacio de la vida social. Y tercero, abriendo las puertas de sus comunidades a la población refugiada y migrante, reconociendo lo que nos une y reconociendo que lo que nos diferencia nos enriquece como sociedad.
Y, de otra parte, ¿cómo un migrante puede aportar a esa comunidad de acogida?
Los refugiados y migrantes, así como los retornados, enriquecen a las comunidades de acogida a través de su cultura, sus usos, costumbres, música, gastronomía y otros elementos que traen consigo desde su país de origen. La construcción de espacios equitativos es un proceso conjunto en el que las diferencias pasan a segundo plano y se trabaja de manera conjunta por mayores oportunidades y bienestar para todos.
En los procesos de integración que hemos acompañado desde la OIM en Colombia hemos observado que, una vez hay un reconocimiento mutuo, los refugiados y migrantes hacen parte activa de las actividades, en algunos casos son líderes de procesos comunitarios y educativos, trabajan de forma articulada por las comunidades de acogida y aportan con diversos conocimientos, por ejemplo, artísticos y culturales.