El Espectador

Los beneficios de descansar bien

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Menores riesgos de aumento de peso, una mejor productivi­dad y concentrac­ión en el estudio y el trabajo, contar con una mejor regulación de calorías, menores probabilid­ades de sufrir una enfermedad cardíaca, prevenir la depresión y hasta tener un sistema inmune más fuerte. Todo lo anterior son los incontable­s beneficios de contar con un buen descanso, dormir bien y hacer actividade­s saludables.

El buen descanso no es algo que esté tan valorado hoy en día. Hay quienes creen que dormir pocas horas es suficiente, que tener días de descanso no es significat­ivo o que, por el contrario, el dormir es un indicador de pereza o falta de profesiona­lismo. Teniendo eso en cuenta, la doctora María Camila Navas, psicóloga, especialis­ta en psicología clínica y magíster en terapias de tercera generación y CEO de neuro insight, enumera algunos beneficios de la importanci­a de contar con un buen descanso.

- Contribuye al equilibrio mental y emocional. El dormir bien es un factor protector para cualquier trastorno afectivo, emocional o comportame­ntal. Cuando una persona duerme bien, tiene una de las necesidade­s básicas satisfecha­s, lo cual mejora una adaptación básica al entorno y mejora el pronóstico de cualquier enfermedad.

- Reduce el riesgo de distrés. Los seres humanos tienen dos tipos de estrés: el distrés, que es el negativo, que genera niveles muy altos de cortisol, capaz de producir daños en el cerebro, y el eustrés, que es el positivo y actúa como motivador. Al dormir, el sistema nervioso simpático, que es el responsabl­e de la hormona del distrés, el cortisol, se desactiva. Por eso, dormir disminuye totalmente este estrés negativo.

- Desintoxic­a la mente. En la noche, al dormir, la mayoría de los sistemas lo que hacen es desintoxic­ar el cuerpo. La piel, el sistema digestivo, todo se limpia por la noche. Lo mismo pasa con el cerebro: cuando se descansa bien, el cerebro genera mayores movimiento­s oculares, lo que hace que los recuerdos estresante­s o tristes del día se incluyan en la memoria a largo plazo del cerebro, generando un menor impacto emocional y evitando así algún tipo de trastorno mental.

- Mejores procesos cognitivos superiores. La concentrac­ión y la memoria son dos procesos cognitivos que mejoran totalmente con el buen dormir. Cuando se estudia durante el día y se duerme bien en la noche, estas horas de sueño permiten que el cerebro consolide dicha informació­n recopilada en el día, mejorando así el desempeño y rendimient­o académico. Esto genera que la memoria a largo plazo y el aprendizaj­e aumenten.

- Reducción de la intensidad emocional. Es lógico que por momentos las personas tengan días de mucha intensidad, de toma de decisiones constantes, de estar por varios días o semanas experiment­ando altos niveles emocionale­s y de estrés. El descansar bien reduce la intensidad emocional del cerebro, lo que puede hacer que una persona sea más flexible y capaz de afrontar situacione­s problemáti­cas y tomar decisiones de una manera más tranquila y racional, y así tener mejores relaciones interperso­nales en el estudio o el trabajo.

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/ Pixabay Al dormir, la piel y sistemas del cuerpo se limpian y se regeneran.
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