Tres millones de niños sin vacuna contra el sarampión
El Ministerio de Salud señaló que sigue en la búsqueda de 2’792.143 niños que aún no reciben el refuerzo de la vacuna contra el sarampión y la rubéola. Son los que faltan de una población a inmunizar de 7’588.401 menores de edad, nacidos entre 2010 y 2019 en Colombia.
“Hacemos un llamado urgente a padres, madres y cuidadores de niños y niñas a asistir junto a los menores a los puntos de vacunación”, señaló la entidad.
La vacunación contra estas enfermedades se debe intensificar en ciudades como Buenaventura, Cartagena, Bogotá, Barranquilla y Santa Marta. Además, cinco departamentos tienen la población más susceptible a inmunizar: Vichada, Meta, Vaupés, Valle del Cauca y Norte de Santander.
“Con el 95 % de esta población vacunada, lograremos la inmunidad colectiva contra estos virus, protegeremos a nuestra población infantil de enfermar, complicarse o morir por estas enfermedades y cumpliremos con la recertificación de Colombia como país libre de sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita”, dijo Iván Cárdenas, subdirector (e) de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social.
El Ministerio señaló que el país fue certificado como un territorio libre de esas enfermedades desde 2014; sin embargo, de 2018 a 2019 se vivió un brote por casos importados que las autoridades tardaron dos años en erradicar.
“Eso no puede volver a pasar. Así no tengamos ningún brote hay que seguir vacunando, pues por cada posible caso de sarampión positivo en una comunidad hay 15 o 18 más. Es altamente contagioso”, dijo el funcionario.
De hecho, hace un par de semanas la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades de EE. UU. y Prevención publicaron un informe donde advierten que el año pasado unos 22,3 millones de niños no recibieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión.
Es fundamental que los países se vacunen lo más rápido posible contra el COVID-19, pero esto requiere nuevos recursos para que no se produzca a costa de los programas de inmunización esenciales. Se debe proteger y fortalecer la inmunización de rutina; de lo contrario, corremos el riesgo de cambiar una enfermedad mortal por otra”, dijo Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS.