Precisiones sobre un proyecto
El 9 de noviembre fue publicada una nota titulada “El desfile de funcionarios que han salido del Centro de Memoria en la era Acevedo”, en la cual se hace un recuento de la serie de renuncias que han rodeado la gestión de Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica. El artículo enumera una serie de renuncias, entre ellas la de Carlos Alirio Flórez, de quien se dice: “Sobre la salida de Flórez hay otras versiones que señalan irregularidades sobre su gestión y trato con personas subalternas. En particular fue problemático un contrato que gestionó con la Universidad Autónoma de Occidente para realizar un trabajo de memoria con las víctimas del caso de secuestro en la iglesia La María, ocurrido el 30 de mayo de 1999. Su hermano, Jesús Alfonso Flórez, era entonces el decano de la Facultad de Humanidades y Artes Visuales de esa universidad, beneficiada con ese contrato del centro. Si bien el contrato no se firmó durante su período de dirección, fue quien hizo las gestiones para que se terminara firmando en noviembre de ese año”. Procederé a aclarar los hechos que se presentan como dudosos, pues no solo se pone en entredicho la gestión de las personas mencionadas y a una institución como la Universidad Autónoma de Occidente, sino a las víctimas que participaron en este proyecto. Las aproximaciones para abordar un ejercicio de memoria con las víctimas del secuestro de la iglesia La María se iniciaron luego de la celebración de los 20 años, en 2019. En ese evento, el director Acevedo se comprometió con algunas de las víctimas a gestionar un proyecto audiovisual que recogiera la memoria sobre el secuestro. Posteriormente se invitó a la Universidad Autónoma de Occidente a participar. El 31 de mayo, en un desayuno de trabajo con Darío Acevedo, se acordó firmar un convenio en el cual la universidad aportaría su experiencia en el tema de construcción de memoria y en la producción cinematográfica, además de aportar todos los equipos de producción y posproducción. Finalmente, el convenio se firmó el 22 de noviembre de 2019. Carlos Flórez se retiró el 30 de junio del 2019, y con él nunca se tuvo una comunicación directa para esa propuesta. La universidad asignó todos los recursos entregados por el CNMH a la ejecución del contrato, aportó equipos y personal, y además tuvo que apropiar más recursos en medio de la pandemia del 2020. Lo más importante es que el producto que se realizó, el documental La reunión, tuvo la contribución y aprobación del grupo de víctimas que participaron en el ejercicio de memoria. En este convenio no hay nada sospechoso, indebido o que deje duda de la ejecución de los dineros públicos. Jesús Alfonso Flórez López. Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Autónoma de Occidente.
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