Tomografía axial computarizada
En la edición impresa del domingo 31 de octubre los columnistas Rodrigo Uprimny, Humberto de la Calle y Ramiro Bejarano Guzmán, se ocuparon en sus artículos del mismo tema: la visita a Bogotá, de Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional. Explica el doctor Uprimny que el acuerdo pudo ser prematuro y lo negativo que significaría que el susodicho quedara atrapado en la maraña de las confusas controversias electorales. No obstante, rescata y resalta elementos positivos que contiene, como por ejemplo el reconocimiento por ambos (CPI y Gobierno) de que la JEP con su quehacer está desmitificando la falsa afirmación de impunidad monstruosa que los enemigos le endilgan al Acuerdo de Paz.
El segundo, artífice del Acuerdo de Paz y político en campaña, comienza su escrito adjetivando de increíble el timonazo del Gobierno Nacional frente a la JEP. A renglón seguido advierte que no pretende réditos electorales y aclara que lo ve como oportunidad para consolidar la ruta de la paz, no obstante el partido de gobierno siga en el empeño de hacerlo trizas. Duda de la veracidad de lo dicho por la vicepresidenta y el presidente y acusa de propagandístico un artículo de prensa, citando autor y medio, que afirma que la reforma rural en marcha en Colombia une a la derecha e izquierda.
Termina el doctor De la Calle diciendo que el timonazo frente a la JEP debe ser aprovechado y exige a la vicepresidenta retractarse públicamente por los insultos y calumnias de que han sido objeto los defensores de esa jurisdicción. Concluye urgiendo a que los presagiadores del mal de su partido archiven el proyecto contra la JEP; de lo contrario, dice, el doble juego del Gobierno sería evidente. Optimista que es el doctor Humberto…
El tercero y último, menos neutro, nada político y más frentero, desde el título mismo sale del partidor lanza en ristre contra el acuerdo Gobierno-Fiscalía-CPI calificándolo de tramposo, clientelista, antiético e inmoral. Se refiere al señor Karim Khan como astuto pero agradecido con el voto del Gobierno colombiano a su favor para ocupar esa fiscalía y, en contraprestación, no investigar por lo menos “los casos potenciales registrados de diciembre de 2020…”.
La nuez del artículo del doctor Bejarano Guzmán consiste en denunciar la farsa de la perogrullada del planteamiento de ellos, porque “no es posible continuar algo que no se ha iniciado”, porque el Gobierno no ha apoyado “los procesos pertinentes ante las diferentes instancias judiciales interesadas…”. Dice también que el recurso del Gobierno y su partido ha sido eludir la justicia, para concluir que ese intercambio de favores entre los protagonistas y un tercero, que se salieron con la suya, causa un inmenso daño al país.
Tuvimos pues los lectores de El Espectador
un abanico de tres aspas girando a partir y en torno de un mismo eje, una suerte de tomografía axial computarizada que inequívocamente, como lo hace un TAC, nos grafica las aberraciones que padecemos como sociedad.