Juan Mondragón marca el ritmo de la Navidad
El creador y protagonista del montaje “El compositor de sueños”, que Misi Producciones estrena en el Teatro Colsubsidio, habla sobre la importancia de regresar a los espectáculos en vivo.
Vuelven las producciones de Misi en Navidad. ¿Cómo piensa sorprender al público?
Este año se sorprenderán con un espectáculo maravilloso que hace honor a la idea de volver al teatro después de tanto tiempo de estar cerrados. Es un musical que nos devuelve la esperanza y la ilusión de soñar y creer que todo es posible. Se trata de una historia que nos recuerda que en Navidad pueden ocurrir milagros, con una bonita moraleja.
¿Cómo sobrevivieron dos años lejos de los escenarios y sin producir?
Fue muy difícil. De hecho, este año de no ser por la integración que tuvimos con la Universidad del Rosario hubiera sido prácticamente imposible regresar a los escenarios. La pandemia golpeó muy duro a la compañía, pero aquí estamos de regreso para cumplirles a las familias colombianas que, por más de treinta años convirtieron nuestro espectáculo en una tradición en Navidad. Yo monté un emprendimiento y me dediqué a los proyectos digitales y de doblaje.
¿Qué es lo más novedoso del espectáculo “El compositor de sueños”?
La novedad de este espectáculo es contar la historia de aquello que ocurre en la tras escena de un teatro, en los ensayos de un musical de Navidad. Vamos a mostrarle a nuestro público la atmósfera de todo lo que sucede detrás de un montaje y, de paso, contar una historia mágica llena de fantasía, música y personajes increíbles que los llevará en un verdadero viaje de fantasía.
En este musical usted desempeña los roles de guionista y protagonista, ¿cómo fue la experiencia?
Fue muy gratificante, porque poder crear la historia de la mano de grandes escritores como María Clara Torres, Ricardo Aponte y Laura Orduz es un privilegio. Además, tener la posibilidad de sumergirme en el mundo absoluto del musical y poder interpretar a Gabriel, conociendo realmente la esencia de la obra, ha sido maravilloso.
Misi dejó una marca importante en este tipo de producciones. ¿Cómo superar ese desafío?
Creyendo en la esencia que nos dejó, en su visión del teatro musical y en su sueño de llegar cada día a la excelencia. La cuota es muy alta, pero nos esforzamos cada día por descubrir cosas nuevas y por darle al público un producto que haga justicia a la tradición de lo que siempre ha sido Misi.
¿Cómo devolverle la confianza a la gente en los espectáculos en vivo?
La confianza se restaura, en realidad, sabiendo que el teatro es un espacio bioseguro. No existe la necesidad de quitarse los tapabocas, a diferencia de otros espacios. Además, nuestro escenario respeta todos los protocolos, incluyendo el requisito de vacunación. Es importante que la gente siga asistiendo a los espectáculos en vivo: es lo que nos mantiene vivos.
Usted canta, compone y actúa. ¿Qué es lo más difícil en el proceso creativo?
Las tres áreas tienen su dificultad, pero si uno es apasionado y le entrega el corazón, a diferencia de verlo como una dificultad, se vuelve una pasión. Siempre es un desafío cada proyecto nuevo, pero es la felicidad de hacer lo que uno ama.
Al protagonista del musical se le pierde la musa, ¿se puede perder la inspiración?
Claro que sí. Cada persona tiene un mundo interior muy grande y complejo y, en la medida en la que nos enfrentamos a dificultades en la vida, perdemos la esperanza y la inspiración. Eso es lo que le pasa a Gabriel, nuestro protagonista, quien enfrenta un duro momento en su vida.
¿Cuál es su fantasía de Navidad?
Mi fantasía de Navidad es poder hacer lo que amo: poder estar parado en un escenario de la mano de Misi Producciones. Es lo que he venido haciendo por muchos años y es lo que quiero seguir haciendo.
¿Por qué hay que ir a ver “El compositor de sueños” en el Teatro Colsubsidio?
Porque es una historia maravillosa y mágica que nos devuelve la ilusión y en la que cada uno de nosotros se verá identificado con algún personaje que nos habla directo al corazón. Habrá baile, música, color, magia y esperanza. ¡No hay nada como ir a Misi para sentir que ha llegado Navidad!