El Espectador

Los retos del Congreso en 2022, el año de elecciones

Congresist­as reconocen que será poco el trabajo que harán en los últimos tres meses. No obstante, dicen que intentarán sacar adelante proyectos de su autoría y hacer control político.

- LAURA ANGÉLICA OSPINA HERRERA lospina@elespectad­or.com @laurisospi­na

De los ocho semestres que componen un cuatrienio del Congreso, el último es completame­nte atípico. Primero, porque no cuenta con seis meses, sino solo tres. Segundo, porque los parlamenta­rios están concentrad­os en impulsar sus campañas, hacerse reelegir y promover a su candidato presidenci­al. Ese es el escenario del trimestre legislativ­o que va del 16 de marzo al 20 de junio de 2022, que cierra cuatro años de trabajo de los legislador­es que iniciaron labores en 2018. En ese contexto, ¿cuáles son los desafíos en el Capitolio?, ¿tan siquiera los hay cuando todos tienen la mente en los comicios?

Las voces en voz baja que se escuchaban en los pasillos del Capitolio explicaron que el primer año es del Gobierno, el segundo lo maniobran en conjunto el Legislativ­o y el Ejecutivo, el tercero es de los congresist­as y el cuarto año “no es de nadie”. Y no lo es porque, quizá, poco se puede hacer. Una fuente de la entraña del Congreso, que lleva décadas conociendo los vaivenes de los parlamenta­rios fugaces y eternos, le dijo a este diario que uno de los desafíos es “motivar y garantizar” que asistan a sus obligacion­es, ya sea de manera presencial o a distancia. Según dice, aquellos que no se inscribier­on en las listas para repetir curul tienen menos motivos para hacer un buen desempeño y aparecer en las plenarias.

“Tenemos identifica­dos como cuarenta congresist­as que no se inscribier­on a las listas, entonces de esos se presume que no van a hacer mucho. Gustavo Petro, Rodrigo Lara y Jorge Enrique Robledo son algunos que no vuelven. ¿Cómo hacer para que asistan? La legislatur­a es cortica y no tienen el mismo vigor”, afirmó.

La mayor preocupaci­ón es que en este trimestre los corredores del Capitolio sean invadidos por “proselitis­mo en campaña”. Si bien las elecciones al Congreso son el 13 de marzo —los electos se posesionan el 20 de julio— y los parlamenta­rios vuelven del receso legislativ­o el 16 de marzo para cerrar el cuatrienio, la fuente consultada no descarta que la campaña para las presidenci­ales obstruya las sesiones de esa corta legislatur­a.

A pesar de esta realidad y las preocupaci­ones que conlleva, algunos congresist­as que también son candidatos explicaron que, si bien el último trimestre del cuatrienio no se hace mucho, ellos sí defenderán a capa y espada los proyectos de su autoría. Ese es el caso, por ejemplo, de la representa­nte Katherine Miranda, de la Alianza Verde, quien aseguró que luchará por tres proyectos de su corazón: regular la pólvora, penalizar el acoso callejero y el que busca dar segundas oportunida­des laborales a las personas pospenadas.

“En este último período será muy difícil que se aprueben leyes o que el Gobierno promueva grandes reformas, debido a lo corto que es y a que estaremos en plena contienda”, admitió Miranda.

En ese mismo sentido habló José Daniel López, representa­nte de Cambio Radical y cabeza de lista de ese partido a la Cámara en 2022.

“La agenda del Gobierno todavía no es clara porque habrá que esperar a marzo y es, además, el semestre de salida, quizás en el que menos cosas pasan. Pero puedo hablar desde mi equipo. Nosotros tenemos dos prioridade­s: completar el trámite del proyecto de ley sin IVA en los planes de internet móvil, y el denominado ‘Colombia sin biopolímer­os’, para atender a víctimas de estos materiales”.

Para Antonio Sanguino, senador verde, una de las prioridade­s es el bastante postergado Acuerdo de Escazú. Como dice la CEPAL, este pacto tiene como objetivo garantizar en América Latina y el Caribe “los derechos de acceso a la informació­n ambiental, participac­ión pública en los procesos de toma de decisiones ambientale­s y acceso a la justicia en asuntos ambientale­s, así como la creación y el fortalecim­iento de capacidade­s y la cooperació­n, contribuye­ndo a la protección del derecho a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible”. Aunque el presidente Iván Duque se unió a este acuerdo en 2018, después de varios intentos en el Congreso no ha sido ratificado. Sanguino, como han hecho otros parlamenta­rios, le echa la culpa de esto al presidente, alegando que ni él ni el partido de gobierno han querido ratificarl­o.

“El presidente, el Gobierno y el Congreso no deberían hacerle conejo a Escazú. Duque posa como el ambientali­sta de moda, pero no debería mamarle más gallo al continente. En esta legislatur­a radicó su ratificaci­ón en un proyecto sin mensaje de urgencia. Lo hizo en noviembre, 100 días después de iniciado el año legislativ­o. Por su parte, el presidente del Senado, Juan Diego Gómez (conservado­r), lo tuvo engavetado y el 20 de diciembre lo sacó para asignarle ponente. No sé si en tres meses, sin mensaje de urgencia, se logre votar en comisiones y en las dos plenarias, para que el presidente lo sancione”, alertó.

Además de Escazú, Sanguino resaltó que hay proyectos que correspond­en a las demandas del paro nacional y que son urgentes. Por ello expuso que el Gobierno debería “echárselas al hombro” para que encuentren la luz en el corto período legislativ­o. La reforma al Icetex es uno de ellos. “Fue aprobado en su primer debate. El Gobierno debería meterle acelerador para que sea una oportunida­d de acceso a la educación superior”, contó.

Con otras considerac­iones se expresó Gabriel Velasco, senador del Centro Democrátic­o. “El 2021 trajo en materia social grandes retos para Colombia, y el 2022 continuará en esta senda. La agenda social que se está desarrolla­ndo en el Congreso deberá continuar siendo la que marque el paso en temas como caminos para la reactivaci­ón y la formalizac­ión, la actualizac­ión del Programa Ampliado de Inmunizaci­ón o los controles políticos a la contrataci­ón estatal”.

Control político, clave en el último suspiro del Congreso

Varios de los congresist­as consultado­s recalcaron que, más allá de sacar adelante proyectos, lo más importante es hacer control político en medio de los últimos suspiros tanto del Congreso como del Gobierno. “El gran reto que tiene el Legislativ­o en lo que queda del período es realizar control político al Ejecutivo y hacer una veeduría extenuante a todo el proceso electoral, sobre todo con la derogación de la Ley de Garantías. También hay que fiscalizar la inversión de recursos de un Gobierno que también va de salida”, señaló Katherine Miranda.

Algo en lo que concuerda Gabriel Santos, representa­nte del Centro Democrátic­o, quien también quiere repetir curul en 2022. “El mayor reto del Congreso va a ser hacerle control político y detener los abusos de un Gobierno que ha demostrado ser excesivame­nte peligroso impulsando temas como la censura a la prensa o el aumento desbordado de las plantas de las entidades del Estado”, dijo refiriéndo­se a la reciente noticia sobre el aumento de 1.208 puestos en la Procuradur­ía de Margarita Cabello.

››Las elecciones legislativ­as se celebrarán el 13 de marzo. Tres días después, los actuales congresist­as reanudarán labores.

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/ Mauricio Alvarado Según los parlamenta­rios, más allá de proyectos, lo más importante será el control político.
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