Lucho Delgado y la noche en la que quedó en la historia albiazul
El exarquero, retirado hace un año, se prepara para dirigir. Sueña con regresar al club con el que vivió el mejor momento de su carrera.
Millonarios ha sido casa de grandes arqueros: Julio Cozzi, Amadeo Carrizo, Pablo Centurión, Alberto Pedro Vivalda, Sergio Goycochea, Héctor Burguez, Rafael Dudamel, Nicolás Vikonis y Wuilker Faríñez fueron los extranjeros más destacados. Y entre los colombianos que más recuerdan los hinchas de todos los tiempos están Efraín Caimán Sánchez, Gabriel Ochoa Uribe, Otoniel Quintana, Senén Mosquera y el nacionalizado Luis Gerónimo López, además, cómo no, de Luis Delgado, el héroe de la anhelada estrella 14, esa por la que el club embajador esperó 24 años, la mayor sequía de títulos de su historia.
Diez años después de su hazaña, el cuidapalos santandereano, retirado desde la temporada pasada, recuerda emocionado los agitados meses que pasó a finales de 2012 y admite que se está preparando para regresar algún día al club con el que vivió el mejor momento de su carrera.
Todo comenzó el 22 de septiembre de ese año, en el clásico capitalino entre Millonarios y Santa Fe. Delgado era suplente, pero a 17 minutos del final tuvo que ingresar para reemplazar a Nelson Ramos, quien sufrió una lesión del tendón de Aquiles. En ese preciso instante, comenzó su travesía para vestirse de héroe.
Cinco días después, Lucho, como le dicen, jugó contra el Real Madrid, en el trofeo Santiago Bernabéu, en la tristemente recordada derrota 8-0, que sin embargo sirvió de motivación para el plantel que luego salió campeón de Colombia. “Ese compromiso fue una bendición inmensa en lo personal, ya que no estaba en planes de viajar, puesto que se cruzaba con uno del torneo local y el técnico Hernán Torres ya me había dicho que yo me tenía que quedar”, explica Delgado.
Adicionalmente, Lucho y su familia atravesaban por un momento difícil debido al delicado estado de salud de su esposa, Tatiana, quien luchaba contra el cáncer. “No estaba al ciento por ciento en la parte emocional, pero todo dio un giro inesperado y gracias a Dios pude viajar y tener la posibilidad de disfrutarlo, más allá del resultado. No todo el mundo tiene la posibilidad de jugar en el Bernabéu contra el Real Madrid y varios de los mejores jugadores del mundo. Esto para Tatiana fue motivo de felicidad, pues sabía que estaba cumpliendo un sueño más”, añade.
El regreso de España no fue sencillo. La goleada generó muchas críticas y cuestionamientos al plantel, que, en vez desanimarse, asumió el final del torneo local como un desafío mayor. En la Copa Sudamericana Millonarios llegó hasta la semifinal y de los ocho partidos de liga que disputó, solamente perdió uno. Avanzó dramáticamente a la final gracias al punto invisible, por haber quedado primero en la fase todos contra todos y a un providencial desvío con el pie de Luis Delgado en el último minuto del partido contra Júnior, en El Campín. “Nosotros íbamos paso a paso. El profe Hernán nos decía que tomáramos las cosas con calma, que mantuviéramos los pies sobre la tierra”.
La final fue ante el Independiente Medellín, que dirigía Hernán el Bolillo Gómez. “En el partido de ida fue importante haber conseguido el empate, porque sabíamos que en Bogotá la cosa iba a ser diferente jugando con el apoyo de nuestra hinchada”. Millonarios se fue en ventaja con gol de Wilberto Cosme, pero arrancando la segunda parte el rojo paisa empató con William Zapata, tras un doble remate casi en la cara de Delgado.
“Fue un partido muy intenso. Llegaron los penales, en los que siempre he dicho que hay un poco de suerte, porque por más de que se trabajen, influye mucho que se tenga un buen día”, explica Lucho, por cuya mente pasaban las imágenes de esos tres meses tan convulsionados que había vivido, las palabras y el ejemplo de su esposa y los rostros de angustia que veía en la tribuna, ansiosa de gritar “campeón”.
“Habíamos practicado los penales. Apostábamos al final de los entrenamientos; pero, a decir verdad, no analizamos mucho a los cobradores de ellos”, admite Delgado. No obstante, sí hubo un aspecto importante antes de la tanda: las palabras de confianza, aliento y motivación de todos sus compañeros. “Muchos se me acercaron y me dijeron que por Tatiana debía darlo todo. Afortunadamente estuve concentrado y pude aportar ese granito de arena”.
La noche del 16 de diciembre de 2012 Lucho Delgado se convirtió en el ídolo de Millonarios. Fue la figura en los cobros y además de anotar uno clave, detuvo el de Andrés Correa, a quien logró desconcentrar hablándole antes del cobro. “Es deber del portero incomodar al pateador,. Le dije que asegurara el remate, lo cual terminó influyendo”, comenta el ex guardavallas santandereano.
“Estuve en el momento y lugar indicado por obra de Dios. Él me puso ahí para patear el penúltimo penal y tapar el decisivo. “Cuando lo detuve, lo primero que se me vino a la mente fue la felicidad de Tatiana, de los hinchas en el estadio y en todo el mundo. Sientes la tranquilidad de saber que hiciste bien tu trabajo y que te quitas un peso y una carga de encima. Ver a la gente llorar de felicidad no tiene precio”, dice Delgado.
Tres años después, tras haber jugado 171 partidos y anotado cuatro goles con la camiseta albiazul, Lucho Delgado se fue para el Cúcuta Deportivo. No fue la despedida que soñó, porque la relación con los directivos de la época no era la mejor. Pero su amor por el club y la hinchada se mantuvo intacto, incluso cuando enfrentó a Millonarios jugando para otros equipos. “Las primeras veces que lo enfrenté fue siempre jugando de local con el equipo que estaba, hasta que fui con Águilas Doradas a El Campín. Tuve un día maravilloso gracias al recibimiento de la afición”.
Aunque quería retirarse en Millonarios o en Atlético Bucaramanga, el equipo de su ciudad, Lucho Delgado puso fin a su carrera deportiva en el Deportivo Pasto. Luego de un año fuera de las canchas, el exarquero sigue vinculado al fútbol y se prepara para dirigir y enseñarles a las nuevas generaciones todo lo que aprendió en casi dos décadas de carrera profesional y más de tres en el ambiente del deporte. “Espero comenzar a dirigir equipos de categorías menores y seguir capacitándome. Quiero ayudar a muchos jugadores a cumplir con sus sueños, tratando que su camino sea más llevadero y que sepan afrontar tantas situaciones complejas que se presentan en el fútbol”, añade Delgado.
Tampoco descarta la posibilidad de volver a Millonarios, club al que considera su casa y donde vivió el mejor momento de su carrera. No en vano, es considerado uno de los grandes arqueros en la rica historia embajadora.
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arquero santandereano Luis Delgado celebró dos títulos con Millonarios: la Copa de 2011 y la liga de 2012. Jugó 171 partidos en cinco años y marcó cuatro goles con el club embajador.