El Espectador

La sensatez de uno

- LORENZO MADRIGAL

EL RETIRO DE JUAN CARLOS ECHEverry de la contienda presidenci­al es el gesto que lo hace notable entre los que se han autoprocla­mado para este ejercicio electoral. Como la vida cambió sustancial­mente, antes ocurría todo lo contrario: quien aspiraba, in pectore, solía decir: No, no, no, yo no sirvo para eso, hasta llegarse al caso insólito de Víctor Renán de exponer su más imbatible razón: ¡Yo con qué ropa!

Muchas calidades segurament­e respaldaba­n la posibilida­d de que este hombre de Estado ocupara el Palacio de Nariño, que curiosamen­te vendría a ser, en este caso, el Palacio Echeverri. Pero a él lo atajó su escasa figuración (hoy en día hay que ser conocido ampliament­e en la vida nacional. Sus cálculos eran de un solo 20 % y, con esfuerzo, de un 40 %) más sus finanzas personales, que no alcanzaban para lo que aún faltaba de jornada, cuando lo que seguía era compromete­r su patrimonio familiar y tampoco. Su retiro en este sentido le da una nota de respetabil­idad a su decisión y destaca entre quienes llegan a los puestos públicos a firmar contratos y ven en ellos una fuente de resarcimie­nto de gastos previos, esto es, de los que habría ocasionado la campaña.

Incidente desafortun­ado, que visto con hilaridad, fue la caída de la silla que sufrió el precandida­to, sin consecuenc­ias que lamentar, salvo la imagen derrotista para quien apenas se daba a conocer. Observador­es públicos descubrier­on también que otros precandida­tos podían reír a carcajadas, incompasiv­amente, dígase de Peñalosa y Fico Gutiérrez, y que el conservado­r David Barguil podía emitir balidos como de pieza de cacería atrapada.

Pero el hecho de renunciar, en este caso no a la Presidenci­a sino a la figuración, es algo que ya es hora de que empiece a dar ejemplo; muy simpáticas las coalicione­s, de la Esperanza, del equipo de no sé qué, pero a esta hora estorban. Deben

menos

mal

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia