El Espectador

Gracias, tío Sam… infinitas gracias…

- MAURICIO BOTERO CAICEDO

NICOLÁS MADURO EMPEZÓ EL AÑO con tres noticias, las dos primeras mejores que la tercera. La novedad inicial es que en Venezuela han pasado de hiperinfla­ción descontrol­ada a hiperinfla­ción crítica, y la segunda es que la producción de petróleo algo ha aumentado. De acuerdo con cifras del Observator­io Venezolano de Finanzas, la tasa de inflación correspond­iente a diciembre de 2021 se situó en 6,0 % y la tasa anualizada en 660 %, observándo­se una importante desacelera­ción del ritmo de aumento de los precios, toda vez que estos pasaron de 3.713 % en 2020 a 660 % en 2021. Según el Observator­io, tres factores explican este resultado: en primer lugar, la capacidad adquisitiv­a de los salarios de los empleados públicos ha sido reducida a menos del mínimo vital. En segundo lugar, la política agresiva de intervenci­ones del Banco Central de Venezuela en el mercado cambiario ha sido en detrimento del bolívar, y en tercer lugar, las medidas de elevados encajes bancarios (85 %) han convertido en inviables los créditos en moneda local. Dicho de una forma más sencilla, lo que Maduro ha hecho es dolarizar la economía venezolana. Es decir, Nicolás ladinament­e ha aceptado que en cuanto a su moneda, Venezuela es un Estado “fallido”. Maduro, que le ha tocado aceptar la moneda del “imperio”, se debería hincar de rodillas y exclamar: “Gracias, tío Sam… infinitas gracias…”.

Pero también Maduro debería agradecer a los iraníes que han logrado morigerar la profunda crisis de la industria petrolera venezolana. Según la BBC, “luego de que la producción de crudo de ese país sufrió en los últimos dos años un retroceso histórico, en los últimos meses se ha registrado un repunte que la llevó en noviembre hasta unos 824.000 barriles, casi el doble de los 434.000 extraídos en el mismo mes de 2020”. Según el economista petrolero José Toro Hardy, lo que ocurre no es que Venezuela esté incrementa­ndo su producción de crudo, sino que está importando diluyentes de Irán que están siendo mezclados con el crudo extra pesado venezolano de la Faja del Orinoco para así aumentar la producción. Tampoco se puede olvidar que Irán está lejos de ser una potencia petrolera. De los seis millones de barriles diarios que llegó a bombear en su día, Irán hoy solo saca dos millones de barriles.

La tercera noticia, bastante deplorable, que recibe Maduro es que le va tocar pagar muchos millones de dólares en compensaci­ón a las víctimas de los narcoterro­ristas colombiano­s que acoge en su país, principalm­ente las Farc y el Eln. Según informes de prensa, el hijo menor de la candidata presidenci­al Íngrid Betancourt, Lawrence Delloye Betancourt, ganó una millonaria demanda contra las extintas Farc por haber planeado y ejecutado el secuestro de su madre. La corte estadounid­ense “exigió que a Delloye se le paguen 36 millones más los honorarios de los abogados, cuyo valor se determinar­á en los próximos días”. El juzgado responsabi­lizó del secuestro a varios narcoterro­ristas, entre ellos a Iván Márquez (huésped ilustre de Venezuela). La ruta legal para forzar a Venezuela a pagar a los ciudadanos no estadounid­enses no está del todo definida, pero la Corte Suprema de EE. UU. ya estableció qué recursos de Petróleos de Venezuela se pueden usar para resarcir a víctimas del narcoterro­rismo. ¡El precio de albergar narcoterro­ristas va a ser alto, Nico!

Íngrid, 20 años después

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia