El debate sobre el empleo
LOS CANDIDATOS CON MAYORES OPciones de ganar las elecciones presidenciales se enfrascaron recientemente en una discusión sobre cuáles serían las mejores políticas para paliar el desempleo que agobia a la población colombiana. Hoy un 10,8 % de la fuerza de trabajo (12,2 % de la urbana) está desempleada y para las mujeres y los jóvenes se triplica el índice y la gravedad del problema.
Mientras que Petro propone aumentar los impuestos a las importaciones agrícolas, agroindustriales, textiles y cueros, sectores que, según él, han perdido dos millones de empleos, Federico Gutiérrez tiene en garantizar la seguridad física y jurídica donde florecería la libre empresa por doquier a punta de aumentos de productividad. Sergio Fajardo, por su parte, apoyaría a la pequeña empresa que genera el grueso del empleo en el país, fortalecería la capacidad exportadora y garantizaría la seguridad alimentaria con base en utilizar las buenas tierras que hoy están subexplotadas.
Petro combinaría saber, espacio y crédito barato para impulsar la economía limpia, en contraste con las del carbón y el petróleo que con contaminantes. Frente a la acusación de Gutiérrez de que quería hacerlo de un tajo con graves consecuencias para la estabilidad macroeconómica del país, el candidato de la Colombia Humana corrigió: tiene en mente un periodo de transición de 12 años. Sin embargo, Petro no parece entender que un impuesto a las importaciones empobrecería a los trabajadores porque tendrían que pagar alimentos y otros bienes de consumo más caros. Además, un arancel alto contribuye a revaluar el peso, lesionando las exportaciones.
Federico Gutiérrez promete que hará fuertes inversiones en infraestructura —en particular autopistas de 4G y 5G— y viviendas baratas, que asociará a las universidades con las empresas y que él no va a expropiar como Petro —quien nunca ha dicho que lo haría—, sino a crear empresa. Al mismo tiempo va a reducir impuestos, lo que dificultará el financiamiento de sus costosos programas.
Sergio Fajardo le otorga una gran importancia a la educación, desde la infantil que debe ser universal y gratuita hasta la universitaria, en particular fortalecer el desarrollo de la ciencia, la tecnología e innovación como herramientas para aumentar la productividad de la economía que lleva años decreciendo. Se propone calificar a los maestros ofreciéndoles programas de maestría, para pasar de preocuparse por la cobertura a darles énfasis a la calidad y el mejoramiento de la enseñanza en el país.
De los tres candidatos solo Fajardo mencionó el grave problema de la informalidad que abarca al 48 % de la fuerza de trabajo, pero como refugio para el desempleo. Ninguno de ellos cuestionó los parafiscales que golpean las nóminas (12 % de pensión, 4 % para las parasitarias cajas de compensación y 4 % de salud) y son causa de informalidad.
Si se aumentara el impuesto a la renta de manera progresiva para financiar pensiones y parte de la salud de todos los colombianos y se tornara voluntaria la vinculación a las cajas, se abarataría el trabajo en una sexta parte, habría más plata de bolsillo para los trabajadores y aumentaría el empleo formal. Ninguno de los candidatos consideró esta opción porque es políticamente incorrecta, sobre todo frente a los sindicatos que hacen parte de las juntas directivas de las cajas de compensación y no quieren que se toque el statu quo prestacional que consideran como un logro histórico.