Queenslad, Australia (2018)
Este estado australiano eliminó en 2018 el delito de aborto gracias a la expedición de una ley, pero tiene a su vez un modelo de plazos. Una mujer puede interrumpir voluntariamente su embarazo sin restricciones hasta las 22 semanas. A partir de ese momento se activa un sistema de causales que contempla la salud y la vida de las mujeres, los casos de violencia sexual y la inviabilidad fetal, y requiere el respaldo de dos médicos. El Parlamento australiano de Queensland fue el encargado de hacer la modificación legislativa, y en dicha discusión se obtuvieron 50 votos a favor y 41 en contra. “Sin importar cualquier otra ley, una mujer que consciente ayude o lleve a cabo un aborto no comete delito”, se lee en la norma que estableció también una zona de acceso seguro para que las mujeres que acuden a las clínicas a abortar no sean molestadas en su intimidad por activistas antiaborto a menos de 150 metros. El Parlamento de Queensland reconoció, además, que su reforma se formuló para ir acorde con los avances en el derecho internacional y los órganos de las Naciones Unidas, que han instado a eliminar las leyes que penalicen la interrupción del embarazo, ya que “pueden constituir discriminación y una violación de los derechos de la mujer, incluyendo el derecho a la salud”. Ahora, con la nueva ley, solo comete delito la persona que practique un aborto sin ser médico. Por ejemplo, alguien que se hace pasar por un profesional de la salud sin estar reconocido como tal en el registro nacional. Esta persona es entendida como “no calificada”. Pero, en definitiva, la disposición deja de penalizar a quienes interrumpen voluntariamente su embarazo.