El Espectador

Los resultados de la reunión Biden-Duque

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EL APLAZADO ENCUENTRO DE LOS presidente­s de Colombia y Estados Unidos permite pasar la página de la cercanía del Gobierno y el Centro Democrátic­o con la reelección de Donald Trump. Esta reunión se logró luego de un gran esfuerzo diplomátic­o, que hay que reconocer, y deja como resultado una serie de anuncios positivos, entre ellos que Colombia se convierta en aliado estratégic­o extra-OTAN. El tema de las relaciones con Venezuela no fue mencionado directamen­te, aunque estuvo en el fondo de la visita por el mal sabor que dejó en el Palacio de Nariño la reciente visita de una delegación de Washington a Caracas.

El presidente Joe Biden conoce bien a Colombia y ha estado varias veces en el país, al que ha calificado como “la piedra angular” de la política exterior de Washington hacia la región. El presidente Iván Duque indicó que en la Casa Blanca se habló de seguridad global y regional, migración, lucha contra la crisis climática y atención del COVID-19. Todos son aspectos de importanci­a en este momento, en especial cuando Joe Biden se encuentra dedicado a manejar la grave crisis que se vive en Europa Central tras la invasión rusa a Ucrania.

El tema más publicitad­o ha sido la propuesta de ingreso de Colombia como aliado extra-OTAN. En el mundo 17 países poseen esta condición, entre ellos Brasil y Argentina en América Latina. Según los expertos, la importanci­a de este asunto es de carácter político, más aún en este momento en que la Alianza Atlántica ha adquirido renovada importanci­a. Las ventajas en el campo militar se dirigen hacia un mayor acceso a material y el entrenamie­nto militar por parte de Estados Unidos a Colombia. El país ya es socio global de la OTAN, por lo cual no hay variación en este tema dentro de esta nueva categoría.

Lo cierto es que superar el enfriamien­to inicial por parte de Washington pone a Colombia en la condición de mirar siempre hacia el norte, justo ahora que se cumplen los 200 años del inicio de la relación diplomátic­a bilateral. El presidente Duque aprovechó la visita para reunirse con cuatro importante­s senadores, de ambos partidos. Es de esperar que en el Capitolio también prime el nuevo ambiente de reconcilia­ción.

El tema de Venezuela adquirió un carácter inesperado dada la sorpresiva visita de altos funcionari­os de Washington a Caracas, lo que fue considerad­o como un desaire a Duque. Aunque el tema no fue mencionado en el diálogo bilateral, es evidente que dejó un sinsabor en la medida en que el presidente se empeña en considerar a Juan Guaidó como presidente legítimo. Al respecto, hay que decir que abrir la puerta a un restableci­miento de relaciones consulares con Venezuela, incluso con el apoyo de un tercer país, no implica desconocer el carácter dictatoria­l de Maduro. Colombia mantiene relaciones con China, Cuba y Nicaragua, sin dejar de atender las necesidade­s de los connaciona­les allá o de los nacionales de dichos países aquí.

El presidente debería reconsider­ar la actual situación, ante el fracaso evidente de todos los intentos diplomátic­os para lograr el retorno de la democracia al país vecino, y en un acto de realismo pasar esta página. Ya lo está haciendo Estados Unidos, forzado por la coyuntura actual y los altos precios del petróleo. Aquí, la mayoría de los candidatos presidenci­ales así lo han anunciado, en caso de ganar las elecciones, dado que traerá un considerab­le beneficio no solo para los ciudadanos colombiano­s y venezolano­s, sino para el intercambi­o binacional con el país que fue hasta hace unos años un mercado vital para Colombia.

‘‘Abrir

la puerta a un restableci­miento de relaciones consulares con Venezuela no implica desconocer el carácter dictatoria­l de Maduro”.

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