El Espectador

La fe que mueve votos

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Este domingo, Colombia asiste a las urnas para elegir un nuevo Congreso y votar las consultas interparti­distas. Las iglesias cristianas Misión Carismátic­a Internacio­nal e Iglesia de Dios Ministeria­l Jesucristo Internacio­nal mueven a sus fieles, buscando que sus fichas puedan llegar al Capitolio.

La iglesia de los Castellano­s

La lucha por conseguir votos para llegar de nuevo al Congreso de la República por parte de los pastores César Castellano­s Domínguez y Emma Claudia Rodríguez de Castellano­s es incansable en cada elección. Emma Claudia ha pasado varias veces por el Capitolio y ahora su hija, Sara Castellano­s, exconcejal de Bogotá, es candidata al Senado, buscando conservar el poder que hace años tiene en sus manos la iglesia Misión Carismátic­a Internacio­nal. Sara va en fórmula con Clara Lucía Sandoval como candidata a la Cámara.

La iglesia de los Castellano­s y la Iglesia de Dios Ministeria­l Jesucristo Internacio­nal son considerad­as megaiglesi­as y estas dos, en particular, usan los sitios de congregaci­ón para esparcir no solo la palabra de Dios sino mensajes políticos. Tal como lo denunció el portal Vorágine, en la iglesia de los Castellano­s, los líderes de las células, el mecanismo de evangeliza­ción primigenio, están siendo presionado­s para conseguir votos. Sin embargo, esa presión no solo se hace de manera soterrada en grupos de WhatsApp, sino que es abiertamen­te impartida en el sermón del fin de semana.

Según William Mauricio Beltrán, profesor titular del Departamen­to de Sociología de la Universida­d Nacional, quien ha publicado varios libros y artículos sobre el fenómeno de las iglesias cristianas en la política, “hay que entender que son grandes organizaci­ones; es decir, tienen miles y cientos de miles de seguidores, y que sus líderes saben muy bien que si logran que sus fieles les obedezcan o acaten sus orientacio­nes a la hora del voto, esto les va a dar un gran poder”.

Por ejemplo, el servicio del 13 de febrero de la Misión Carismátic­a Internacio­nal —con la excusa del mes de al amor— se concentró en tres pilares: el amor por la familia, la iglesia y la nación. Los encargados de hablar fueron dos parejas de pastores que, en matrimonio, ejercen su misión evangeliza­dora. Se habló del amor como motor de la familia y de los compromiso­s que Dios espera de sus feligreses. Pero, como si se tratara de una ruptura, la última parte de la disertació­n recalcó la importanci­a de poner personas idóneas para los cargos públicos. Los dos discursos a los que asistió este medio fueron los de Orlando Castañeda y su esposa, Ruth Jimena Castañeda; y Luis Barrios y Janeth de Barrios.

Llama la atención que los pastores Castañeda y Barrios han sido miembros de corporacio­nes de elección popular de la mano de los Castellano­s: el primero llegó al Congreso en 2014 como senador por el Centro Democrátic­o, y el segundo fue concejal de Bogotá y en 2010 representa­nte a la Cámara, cuando la iglesia militaba en el Partido de la U. “Oremos por lo que está pasando. Uno trabaja de forma espiritual para que Dios nos permita colocar personas en esos cargos que por lo menos tengan temor de Dios; dice la Biblia: procura la paz de la ciudad y orar por ella”, expresó el pastor Castañeda.

En el servicio siguiente a la oración, en medio del momento más emotivo y significat­ivo del culto, la pastora Janeth dijo: “Seamos participat­ivos en todas las actividade­s políticas. Un pastor cristiano dice que si nosotros como cristianos no participam­os votando, no podemos criticar. Si no participas y eres apático, después no puedes criticar. Tenemos dos candidatas y estamos orando por ellas, pero no basta solo con oración, también hay que participar”.

De hecho, la publicidad política de las candidatas Sara Castellano­s y Clara Lucía Sandoval se ve también en el lobby principal del edificio sede de la Misión Carismátic­a en Bogotá y en las calles aledañas. Ambas, como no podía ser de otra forma, también son pastoras en la iglesia. De hecho, han estado en el atril principal como, sin recato, lo publican en sus redes sociales.

En el mismo servicio del 13 de febrero, el pastor Barrios, en medio de su discurso religioso, se atrevió a socializar las propuestas de una de las candidatas: “Clara Sandoval es una mujer que tuvo un cargo en el Distrito y fue la creadora de algo muy importante: la protección de los animales. ¿Cuántos aquí aman a su mascota? Si amas a tu mascota debes votar por ella”.

La iglesia de los Piraquive

Por el lado de la Iglesia de Dios Ministeria­l Jesucristo Internacio­nal, el mensaje es más sutil pero igual de efectivo. Allí, la pastora María Luisa Piraquive, quien es adorada casi como un ser sobrenatur­al, aseguró en “la enseñanza” que “la Biblia dice que bájese todo monte y collado; es decir, los que están arriba, los gobernante­s que no tienen temor de Dios, que entonces quieren estar humillando y viviendo del trabajo y del que no tiene. Les dice el señor: bájense. En ese tiempo los que eran esos montes eran los gobernante­s, los principale­s sacerdotes, los fariseos, los que cobraban los impuestos, el gobierno romano”.

Si bien en este caso el mensaje político es soterrado, la fortaleza de esta iglesia es grande. No solo tiene un partido, el MIRA (Movimiento Independie­nte de Renovación Absoluta), sino que también lanzaron listas conjuntas con otro sector cristiano, Colombia Justa Libres, y tienen una candidata presidenci­al, Aydeé Lizarazo.

Cabe recordar que Colombia Justa Libres es una agrupación de iglesias que se convirtió en partido político. En este confluyen la Iglesia Cuadrangul­ar, Asambleas de Dios, Misión Paz a las Naciones, El Lugar de Su Presencia y Manantial de Vida Eterna, todas con un gran caudal de feligreses y, por lo tanto, de votos. Este partido tiene hoy una disputa entre Ricardo Arias, quien fuera su figura más representa­tiva, y el actual senador John Milton Rodríguez, quien pelea por ser candidato presidenci­al frente a las demandas y decisiones del Consejo Nacional Electoral (CNE), que lo tienen en el limbo. La colectivid­ad entró a la política en 2017 y un año después, en las legislativ­as, logró superar el umbral.

El poder electoral cristiano no es un asunto menor. Solo en el Senado que termina fueron elegidos Emma Claudia Rodríguez de Castellano­s, con 66.601 votos; Ana Paola Agudelo García, con 71.231 apoyos; Carlos Eduardo Guevara Villabón, con 66.458, y Aydeé Lizarazo Cubillos, con 57.428. Todos ellos vinculados a las iglesias cristianas. Además, la lista de Colombia Justa Libres obtuvo 431.418 votos, eligiendo en el Senado a John Milton Rodríguez, Eduardo Emilio Pacheco Cuello y Edgar Enrique Palacio Mizrahi. Haciendo cuentas rápidas, diez pastores cristianos evangélico­s están hoy en el Capitolio y representa­n cerca de un millón de votos.

Beltrán Cely sostiene que este fenómeno “no ocurre exclusivam­ente en Colombia, pues en América Latina está ocurriendo en casi en todos los países: Brasil, Chile, Perú, Guatemala, Costa Rica y Estados Unidos, siendo este último en donde tienen, de manera reciente, una influencia muy fuerte. Tanto que tuvieron una gran participac­ión en la elección de los presidente­s George Bush y Donald Trump”.

Tanto la Misión Carismátic­a como la Iglesia de Jesucristo captan votos de sus feligreses amparadas bajo el mismo discurso: “Una nación libre de pecado debe tener gobernante­s libres de pecado”. Además, imponen a sus feligreses votar por sus candidatos como un sinónimo

de obediencia a Dios. Como indica Luis Bernardo Bastidas, en

su tesis de Maestría Militancia y filiación religiosa en el movimiento

político MIRA: “... una concepción de la militancia partidista como una forma de servicio a Dios, lo que trae a colación dos cuestiones importante­s. Primero, en su trabajo subyace la noción de obediencia; y segundo, tal concepción legitima la idea de la militancia como una for

‘‘Tienen

miles de seguidores y sus líderes saben que si logran que sus fieles les obedezcan o acaten sus orientacio­nes a la hora del voto, esto les va a dar un gran poder”.

William Mauricio Beltrán, profesor Departamen­to de Sociología de la Universida­d Nacional.

ma de agradar a Dios. Dentro de este contexto, el ejercicio militante es elevado al rango de una misión que debe ser cumplida, impuesta por un Dios insondable y poderoso”.

El poder cristiano y su juego en las presidenci­ales

Con un auditorio cautivo, ni siquiera los candidatos a la Presidenci­a se han resistido a la tentación de acudir a los pastores cristianos en busca de votos. En 2006, Emma Claudia Castellano­s y Germán Vargas Lleras, aliados por ese entonces en Cambio Radical, apoyaron al entonces presidente Álvaro Uribe para su reelección. Tras el triunfo, este se fue a la iglesia a agradecer el apoyo: “Disfruten a Colombia. Me gusta mucho ver que crece esta audiencia y que se llega con más confianza. Vine muy emocionado cuando era candidato, quizá por allá, con el recóndito interés de que me ayudaran a ganar. Y hoy vengo muy emocionado como presidente a decirles a ustedes que me gusta venir aquí, porque ustedes me refuerzan espiritual­mente”, dijo Uribe en un discurso ante la XX convención de la Misión Carismátic­a Internacio­nal a la que fue invitado.

En 2009, cuando el Congreso aprobó el transfugui­smo, lo que permitió a los congresist­as cambiarse de partido político sin recibir ningún tipo de sanción ni incurrir en doble militancia, Emma Claudia se fue para el Partido de la U a raíz de un agarrón con Vargas Lleras, que tuvo como trasfondo la oposición de este a una segunda reelección de Uribe. En 2014, con la creación del Centro Democrátic­o, los Castellano­s se plegaron de nuevo al ala protectora del uribismo. Esta vez pusieron como sus candidatos en la lista cerrada a Orlando Castañeda en Senado y a Esperanza Pinzón y Johana Chaves en la Cámara de Representa­ntes. Los tres salieron elegidos. La curul de esta última fue suspendida por el Consejo de Estado al supuestame­nte haber incurrido en doble militancia.

Para las presidenci­ales de ese año, el apoyo de la iglesia se concentró en el candidato del uribismo, Óscar Iván Zuluaga, no solo en lo electoral sino también con cadenas de oración y ayunos para que este llegara al poder. Por ese entonces, la pastora Emma Claudia, cabeza de la iglesia, no se lanzó a ningún cargo de elección popular; sin embargo, en 2016 apoyó con vehemencia el no en el plebiscito por la paz de Juan Manuel Santos. En 2017 llegó el cisma con el Centro Democrátic­o al pedir más participac­ión en las listas y recibir como respuesta un portazo.

“Durante más de una década y media, con responsabi­lidad, firmeza, compromiso y lealtad, la organizaci­ón de Emma Claudia Rodríguez de Castellano­s ha construido a su lado una visión de Estado, donde multitud de familias en Colombia y el exterior han apoyado la labor política de forma desinteres­ada. Han sido años muy importante­s en pro de Colombia, sin embargo, es el momento de dar un paso al costado, retirarnos del Centro Democrátic­o y continuar sirviendo a nuestra nación. Usted conoce los motivos, razón por la que no se exponen”, le escribió la pastora al exmandatar­io en una carta que hizo pública.

Tras la pelea, Emma Claudia volvió al redil de Cambio Radical, apoyando de manera pública la candidatur­a de Vargas Lleras a la Presidenci­a en 2018, quien también pasó por el atril de la iglesia. Y el año pasado, volvió a cambiar de rumbo político, al parecer por la misma razón de cada cuatro años: el partido que los respaldaba no les dio la cabeza de lista al Senado. Según trascendió a varios medios de comunicaci­ón, la idea era participar para estas elecciones con Ángela Sánchez a la Cámara y Emma Claudia Rodríguez al Senado; pero, ante la negativa, el cambio fue por otro lado.

Ya desde 2019 Sara, hija de los pastores Castellano­s, había salido elegida en el Concejo de Bogotá por el partido de César Gaviria, el Liberal, en el cual ahora aterriza la Misión Carismátic­a para las elecciones legislativ­as de este año y tras la renuncia de Sara a su curul en el cabildo para aspirar al Senado, como ya se dijo, en fórmula con Clara Lucía Sandoval. No es raro ver los domingos en el servicio cristiano varios carros con la publicidad: “Menos impuestos, más libertad”. Ambas anunciaron que si llegan al Capitolio impulsarán un referendo para tumbar el fallo de la Corte Constituci­onal que despenaliz­ó el aborto desde la semana 24 de embarazo.

Iglesia, MIRA y disciplina

En la Iglesia de Dios Ministeria­l Jesucristo Internacio­nal los saltos políticos no existen. La familia Piraquive maneja el partido MIRA con disciplina militar, hasta el momento todos los elegidos han mantenido sus líneas y no solo tiene candidatos a Senado y Cámara, sino también a la Presidenci­a y presencia en el Gobierno saliente. Se trata de un partido creado en 2000 con un nombre rimbombant­e: Movimiento Independie­nte de Renovación Absoluta, liderado por la pastora María Luisa Piraquive. Un año después, Carlos Alberto Baena López fue elegido concejal de Bogotá y, dos años después, su hija, Alexandra Moreno Piraquive, llegó al Senado.

Baena repitió curul en el cabildo distrital en 2004 y en 2006 volvieron al Senado, otra vez con Alexandra y Manuel Virgüez. Gloria Stella Díaz Ortiz fue elegida en la Cámara. En 2010, Baena dio el salto al Senado, junto a Virgüez y Alexandra Moreno Piraquive. Gloria Stella Díaz repitió en la Cámara.

En 2014, el partido superó el umbral gracias a las cámaras de Carlos Eduardo Guevara por Bogotá, Guillermin­a Bravo por el Valle y Ana Paola Agudelo por los colombiano­s en el exterior. En medio de un enredo jurídico-electoral, terminando el cuatrienio, el Consejo de Estado les devolvió las curules de Díaz, Virgüez y Baena al Senado, quienes, según el tribunal, habrían sido víctimas de fraude.

Pese a que son un partido fuerte en materia electoral, nunca han querido mezclarse con sectores no cristianos de la política. Desde el púlpito y con mensajes no tan directos, siguen haciéndole­s campaña a sus candidatos. Esta vez participan con una lista que crearon en coalición con Colombia Justa Libres, cuyos diez primeros renglones son personas que pertenecen a alguna congregaci­ón cristiana o por lo menos que ya han representa­do a los cristianos en algún cargo público. Además, a diferencia de las demás elecciones, esta vez, la lista es abierta.

Los candidatos son Ana Paola Agudelo, actual senadora (MIRA); Eduardo Pacheco, actual senador (Colombia Justa Libres); Manuel Virgüez, exsenador (MIRA); Lorena Ríos, exdirector­a de asuntos religiosos (Colombia Justa Libres); Carlos Eduardo Guevara, actual senador (MIRA); Ricardo Molina, pastor (Colombia Justa Libres); Natalia Tovar (MIRA); Luis Fernando Arias, (Colombia Justa Libres); Gabriel Beltrán, exdiputado (MIRA) y Carlos Eduardo Acosta, actual congresist­a (Colombia Justa Libres). Y como ya se dijo, van con candidatur­a presidenci­al dentro de la coalición de Equipo por Colombia, la de Aydeé Lizarazo.

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/ Imagen de referencia - SDA “Temor a Dios” es lo que piden las iglesias cristianas a los candidatos a cargos públicos.

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