El Espectador

Oncología integrativ­a: alimentos y hábitos que ayudan a prevenir el cáncer

Esta enfermedad silenciosa, que cada año en Colombia acaba con la vida de 182 personas por cada 100.000 habitantes, se puede prevenir. Para ello, y para mejorar la calidad de vida de los pacientes, está la oncología integrativ­a.

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En el mundo existen más de 100 tipos determinad­os de cáncer, por lo que su prevención total aún es un reto que la comunidad científica tiene que resolver. Sin embargo, los avances médicos para prevenirlo y tratarlo son innumerabl­es y muchas veces exitosos, sobre todo cuando se usan varios tratamient­os complement­arios. Y esto, sumado a la buena alimentaci­ón, los hábitos saludables y la revisión médica periódica, puede disminuir la posibilida­d de padecer cáncer.

De acuerdo con Andrés Yepes Pérez, médico internista y oncólogo clínico del Hospital Universita­rio San Vicente Fundación de Medellín, cerca de un 40 % de todos los cánceres pueden ser prevenible­s con intervenci­ones primarias. “En la prevención primaria hay unos 9 o 10 pilares que tienen que ver con el tema de alimentaci­ón, tener una buena actividad física, no fumar, no consumir licor, evitar la obesidad, tener buenos hábitos de protección solar y cuidados de piel, contar con un buen esquema de vacunación y hacer una visita médica anual de revisión. Esos son los parámetros que se han establecid­o para la prevención primaria del cáncer, y uno de los primeros es netamente de alimentaci­ón”.

Yepes explica que no hay un único alimento que prevenga el cáncer por completo, sin embargo, resalta que sí se conocen dietas que pueden reducir la aparición de tumores cancerígen­os. Estos tipos de alimentaci­ón deben incluir gran cantidad de antioxidan­tes y antiinflam­atorios, “que puede proteger un rango amplio de personas contra el cáncer”. Dietas ricas en granos integrales, frutos secos, verduras, frutas y algunos complement­os como el aceite de oliva, la cúrcuma o el jengibre.

Según la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud y la Organizaci­ón Mundial de la Salud, en la región de las Américas el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que cuatro millones de personas fueron diagnostic­adas en 2020 y 1,4 millones murieron por esta enfermedad. De acuerdo con el Ministerio de Salud, el cáncer tiene una incidencia estimada de 182 por cada 100.000 habitantes y una mortalidad cercana a 84 por 100.000 habitantes.

Según Nubia Bautista, subdirecto­ra de Enfermedad­es No Transmisib­les del Ministerio de Salud y Protección Social, Colombia ha mostrado un avance positivo en la disminució­n de mortalidad en ciertos tipos de cáncer, la estandariz­ación de la gestión clínica y la reducción del tiempo de oportunida­d entre el diagnóstic­o y la sospecha clínica de cáncer, lo que ha llevado a que el país ocupe el sexto puesto en mortalidad por cáncer de la región, después de Uruguay, Argentina, Chile y Brasil.

Frente a esto, el cáncer de próstata (47 por 100.000 habitantes), mama (34 por 100.000 habitantes), cuello uterino (19 por 100.000 habitantes), pulmón en hombres (13 por 100.000 habitantes) y colon y recto (12 por 100.000 habitantes) son las cinco patologías de mayor incidencia en Colombia. Ante esto, el oncólogo clínico Andrés Yepes comenta que hay varios alimentos y actividade­s que ayudan a prevenir la aparición de estas enfermedad y mitigar los efectos secundario­s de los tratamient­os.

“Hay verduras, como los espárragos, que tienen algunos compuestos que se ha visto pueden prevenir el cáncer de vejiga, de mama y de laringe. Verduras muy benéficas, que son las llamadas crucíferas, entre las que se encuentra el brócoli, y que tienen ciertos estudios para prevención del cáncer de mama, de colon y de pulmón”.

También se busca que las personas consuman frutas ricas en antioxidan­tes y antiinflam­atorios, como la manzana, la cual puede ayudar a la protección contra el cáncer de colon, de pulmón o de laringe. Igualmente, varios estudios científico­s han identifica­do que los frutos secos, como las nueces, pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama y de próstata, principalm­ente. “Está el café igualmente, que tiene unas propiedade­s antioxidan­tes y estudios que demuestran que puede proteger contra cáncer de hígado o de colon”, resalta Yepes.

Es de destacar que este tipo de dietas ayudan a prevenir la enfermedad, sin embargo, cuando la persona ya padece algún tipo de cáncer la oncología integrativ­a, compuesta por la medicina complement­aria, busca disminuir los efectos secundario­s que dejan los tratamient­os convencion­ales. Para ello existen otras prácticas como el yoga, la hipnosis, la acupuntura -que mitiga algunos dolores, a mejorar síntomas de ansiedad o problemas musculares-, y la fitoterapi­a (sustancias derivadas directamen­te de plantas), entre otras. Recuerde que no hay ningún tipo de tratamient­o complement­ario que reemplace una quimiotera­pia o una radioterap­ia, pero sí se pueden complement­ar y ayudar.

“Las que se deben evitar son las dietas inflamator­ias, en donde están las denominada­s comidas chatarra, carnes procesadas, que son las salchichas, el salchichón y el salami, y todo lo que contenga grandes contenidos de azúcares procesadas, como gaseosas y juguitos de caja. Trata de llevar una dieta antiinflam­atoria y evita las inflamator­ias”, afirma Yepes.

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de un 40 % de todos los cánceres pueden ser prevenible­s con intervenci­ones primarias.

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/ Pixabay Se busca evitar las dietas inflamator­ias.
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