El Espectador

Impuesto progresivo, la alternativ­a

- CRISTINA DE LA TORRE Cristinade­latorre.com.co

MIENTRAS LA DERECHA EN PLENO SE abraza a Federico Gutiérrez para prolongar las desgracias de este Gobierno y su partido, las fuerzas alternativ­as ofrecen programas para el cambio que urge. Su punto nodal, una reforma tributaria cifrada en el impuesto progresivo, ariete del Estado social que el pasado siglo aseguró en el Occidente desarrolla­do salud, educación, pensión, renta básica y subsidio al desempleo para todos. Una tributació­n que aprieta más a quienes más tienen porque ataca la extrema concentrac­ión del ingreso y la riqueza, en función del bienestar general. Pero en este país el bienestar no es bien público, es particular y de pocos.

Como si no bastara para demostrarl­o con el estallido social que desnudó el hambre de 21 millones de colombiano­s y la indigencia de otros 7 millones mientras una cofradía de prestantes agalludos acaparan los recursos del Estado o se los roban, la elección del 13 de marzo confirmó la revelación: Colombia no es ya la misma. Petro lo sabe e interpreta el inconformi­smo general, proponiend­o reformas de fondo que ataquen las intolerabl­es carencias de los más y lanzar al país del capitalism­o salvaje al capitalism­o social.

En un sistema favorable a los muy ricos que pagan menos del 4 % sobre rentas de fábula, donde proliferan favoritism­os y evasión, el impuesto a la renta no redistribu­ye. Propone el candidato impuesto progresivo y equitativo, para limar desigualda­des y financiar el desarrollo. Impuesto progresivo a ganancias ocasionale­s y dividendos a las personas tasado de 10 a 39 %. Así, baja la tasa impositiva de la empresa y sube cada vez más la de sus beneficiar­ios individual­es. En vez de expropiar, forzar la producción en tierras inexplotad­as o bien su venta, mediante el impuesto predial. A lo Echavarría Olózaga.

También el proyecto de Fajardo grava más a los ricos y elimina exenciones. Se propone recaudar $33 billones adicionale­s suprimiend­o beneficios, con aumento progresivo de impuestos sobre renta, patrimonio, dividendos a personas, y combatiend­o la evasión. Impuesto sobre la tierra con catastro multipropó­sito y de valorizaci­ón por grandes proyectos de infraestru­ctura, al sector hotelero y a la economía naranja. Elimina beneficios a las empresas que presentan como gasto corporativ­o el de sus socios y exenciones sin efecto social como por falsa creación de empleo.

De llegar a la Presidenci­a, dice Petro, sería su primera ejecutoria un plan de choque contra el hambre. Paso primero de estrategia inscrita en la soberanía alimentari­a y en la revitaliza­ción de la economía campesina. El otro plan de choque, la creación de empleo de emergencia desde el Estado con un salario que cubra el mínimo vital, en lugar de renta básica para cesantes. Inclinado a la retórica, más con sabor de plataforma ideológica que de programa pormenoriz­ado en alcance y en financiaci­ón (que deberá precisar), resultan no obstante plausibles estas iniciativa­s para paliar sufrimient­os redoblados en estos años de Duque: la pobreza y el desempleo. Su propuesta de largo plazo, transitar de una economía primaria a una productiva centrada en la industrial­ización. También aquí, ¿cómo es la estrategia, con qué sectores de punta, será factible la concertaci­ón del plan con el empresaria­do?

Respiran estas propuestas aire de socialdemo­cracia. De Estado social activo en redistribu­ción del ingreso acrecido por el impuesto progresivo. De un modelo que cuajó en países como Corea del Sur con protección a la industria naciente, reforma agraria, educación universal, ciencia aplicada al desarrollo concertado con el sector privado y la batuta de la iniciativa en el Estado. No venga ahora la derecha inmóvil a calificarl­o de comunista, mientras se mueve, ella sí, en el pantano del privilegio y el abuso de poder.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia