Federico Gutiérrez y Rodrigo Lara
Gutiérrez y Lara aseguran que le darán continuidad a la implementación del Acuerdo y acelerarán los puntos en los que hay rezagos. En relación con el punto 1, prometen implementar el catastro multipropósito, fortalecer el fondo de tierras y avanzar hacia la meta de siete millones de hectáreas formalizadas. Aseguran que impulsarán “una jurisdicción agraria especializada y que cumplirán el 50 % de las 32.000 iniciativas priorizadas por los PDET. Sobre los firmantes de paz, dice que garantizará que “cuenten con todo el apoyo, las oportunidades y la protección a su integridad”. Para ello, promete mejorar “la calidad del gasto de la Unidad Nacional de Protección. En su programa de gobierno no se mencionan las palabras “Eln” ni “paramilitares”, pero se compromete a “combatir con toda la contundencia a las disidencias que hicieron trampa para fortalecerse”, y afirma que habrá una lucha contra grupos armados organizados “con una batería de leyes antimafia, para atacar las estructuras criminales en su funcionamiento, sus dirigentes, sus negocios y su plata”. Sobre drogas, Gutiérrez propone restablecer “la cooperación técnica y financiera para combatir las organizaciones vinculadas al narcotráfico” tanto con EE. UU. como con países del Caribe y el Pacífico. A su lucha contra el narcotráfico añade tres componentes: sustitución de cultivos ilícitos, la adicción como problema de salud pública y el fortalecimiento de la capacidad operativa para desarticular la cadena del narcotráfico. Gutiérrez no menciona el glifosato en su programa, pero lo ha defendido en repetidas ocasiones como opción para acabar con los cultivos ilícitos. En entrevista con este diario dijo que “si se acaba el glifosato, se acaba el campo”.
El documento no hace referencia a la JEP, a la Comisión de la Verdad ni a la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos, pero promete inclusióny un trabajo arduo para que las víctimas sean reparadas. Tampoco menciona a los líderes y lideresas sociales.