Un problemático cangrejo que se metió hasta en las alcantarillas de Bogotá
El cangrejo rojo americano, que en Estados Unidos se convirtió en un popular ingrediente, está causando serios problemas en Colombia, donde se ha convertido en una pesadilla desde que se le escapó incidentalmente a un empresario. Un grupo de científicos a
Si hay que pensar en una especie que haya conquistado el mundo, esa podría ser el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Aunque es originario del sur de Estados Unidos y el noreste de México, está presente en la mayoría de los continentes, excepto en la Antártida y en algunas partes de Oceanía, como Australia. Se extendió por todo el globo porque los seres humanos pensaron que era una gran idea para satisfacer la demanda de proteína.
A Colombia llegó en 1985 porque la empresa Agropecuaria Heliodoro Villegas Sucesores S. A. lo introdujo como especie experimental con el permiso sanitario del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)t. Su objetivo era observar la reproducción del cangrejo rojo en cautiverio. “La especie llegó por su crecimiento veloz, su aporte de proteínas y su resistencia a condiciones ambientales adversas. Se quería fortalecer la seguridad y la soberanía alimentaria con este animal”, recuerda Vladimir Rojas, biólogo marino e investigador en Wildlife Conservation Society (WCS).
Sin embargo, tres años después de su ingreso al país, empezaron los problemas. Como quedó consignado en un artículo publicado en 2011 en la revista Biota Colombiana escrito por Pablo Emilio Flórez-Brand y Javier Ovidio Espinosa-Beltrán, hubo una fuga accidental que desencadenó una tragedia que hoy tiene muy inquietos a quienes estudian a esta especie.
El asunto hoy es tan grave que las Corporaciones Autónomas Regionales aseguran que el cangrejo rojo ya está presente en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Valle del Cauca. Incluso, les preocupa que pueda estar hasta en las alcantarillas de Bogotá, pues han llegado a ver ejemplares en las actuales construcciones de la avenida 68. El otro punto que los tiene nerviosos es que, además, este espécimen podría desencadenar un problema de salud pública.
Es difícil saber con precisión la cantidad de individuos que hay ahora en algunos puntos del país, que pueden estar afectando a otras especies y a varios ecosistemas, pero un grupo de investigadores ya tiene los primeros indicios. Sus resultados, como era de esperarse, son alarmantes.
“Nosotros hicimos las primeras estimaciones poblacionales de esta especie en el país. Aunque tenemos que hacer la salvedad de que son datos que obtuvimos de supuestos, esta información nos permitió concluir que en el Parque Simón Bolívar, en Bogotá, la abundancia del cangrejo, dependiendo de la temporada del año, puede estar entre 229.000 y 461.000 animales. Es un número elevado para una especie invasora que está en un parque. Si para nosotros es crítico, que no tenemos los valores de biodiversidad de un humedal, lo que puede estar pasando allí es impresionante”B, edjiacreaPnaotreiscibaiBóleojagraaynuo.na de las científicas que se instaló en el laboratorio que construyeron en el Parque Simón Bolívar para conocer cómo se comporta esta especie en el lago y las medidas que podrían implementar para ejercer un adecuado control. Se ubicaron allí, con la ayuda del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IRDR), para evitar transportarlos y eliminar cualquier riesgo de fuga y dispersión.
De un ingrediente a un problema en Colombia
Al popular cangrejo rojo americano también lo conocen como el cangrejo rojo de Luisiana, el camarón rojo, el camarón diablo o la langostilla de río. Su fama la ganó por su capacidad de adaptabilidad en países como España, Japón, Hawái y República Dominicana, y por convertirse en una proteína indispensable en el menú.
Este cangrejo, que parece una langosta, tiene la habilidad de hacer galerías (huecos) de 1,5 metros de profundidad y hasta un km de largo, desovan entre 200 y 700 huevos al año, pueden habitar cuerpos de agua y caminar hasta cinco km por fuera de ella y son, como los llaman los biólogos, “omnívoros oportunistas”; es decir, capaces de comer casi cualquier especie animal o vegetal que se le atraviese.
Tienen otra característica que los hace poco controlables. En la ecología existe la teoría de supervivencia r/K. La “r” se caracteriza por la reproducción numerosa de descendientes y la dedicación de poco tiempo y energía en ellos; y la “K” consiste en crías dependientes de sus padres por largos períodos de tiempo para completar su desarrollo, como ocurre con la mayoría de mamíferos. En el caso de este, aunque tienen una estrategia tipo “r”: rápida y de numerosas crías, también existe un cuidado parental, lo que asegura mayor supervivencia y un gran problema para el control de su población.
Esa particular característica ha hecho que el cangrejo rojo haya invadido Colombia a una gran velocidad. Para Ada Acevedo Alonso, bióloga de la Corporación Autónoma de Boyacá, la situación es muy grave. Si bien, hay reportes oficiales del cangrejo desde 2005 en Cundinamarca y desde 2012 en Boyacá, Acevedo cree que el cangrejo rojo lleva más tiempo habitando estas zonas. “Se nota porque están muy cómodos y se adaptaron bien, y eso lleva tiempo”, añade.
En Bogotá, por ejemplo, además de los registros en los parques Simón Bolívar, hay en los parques Timiza y Tunal, así como varios humedales como el Juan Amarillo. Su presencia allí es preocupante, porque son ecosistemas que albergan múltiples especies endémicas y se comportan como reservorios de agua y agentes contra el cambio climático, así como los ríos y lagunas que están afectando en los departamentos de Valle del Cauca y Boyacá.
Según John Sánchez, profesional del grupo de Biodiversidad de la Dirección de Recursos de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el cangrejo rojo americano está presente en la cuenca del río Sumapaz y en la cuenca del río Bogotá, en los municipios de Fusagasugá, Cajicá, Chía, Chocontá, Gachetá, Guatavita, Guasaque, Saboyá, San Miguel de Sema, Sopó, Suesca, Tocancipá, Ubaté y Chiquinquirá.
“El problema con este cangrejo es que afecta la calidad del agua, pone en peligro las especies endé
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asunto hoy es tan grave que las Corporaciones Autónomas Regionales aseguran que el cangrejo rojo ya está presente en Boyacá, Cundinamarca y Valle del Cauca.