¿Hay planeación de los procesos formativos?
Aunque hay un orden para la mayoría de métodos educativos, hay que plantearse objetivos al corto, mediano y largo plazo.
Del jardín al colegio, del colegio a la universidad y de la universidad a las oficinas. Este parece ser el método que se repite en el imaginario de las personas y el más preciso, pues cada uno depende, en la mayoría de los casos, del anterior.
Sin embargo, al terminar los estudios universitarios o de educación superior surgen dudas sobre la continuidad de los procesos formativos. ¿Existe un orden?, ¿cómo se acopla a la edad de las personas?, ¿cuál es el papel de los idiomas en cada etapa? Académicos reflexionan al respecto.
“Un proyecto de vida”
Para la directora del Laboratorio de Medición y Evaluación Pedagógica de la Universidad El Bosque, María Fernanda Cala, hay que referirse a un proyecto de vida en el que interactúan factores familiares, sociales, emocionales y académicos.
“El beneficio para estas personas es el desarrollo de todos estos aspectos planteando metas a corto, mediano y largo plazos, lo que finalmente llevará a lograr un equilibrio y así sentir que se tienen pequeños éxitos todos los días… el proyecto de vida puede incluir una orientación profesional o académica, la cual permite a las personas establecer qué habilidades y competencias tienen, así como gustos e intereses, lo que permite a las personas identificar, con mayor facilidad, hacia qué áreas académicas se quieren dirigir”, señaló Cala.
Madurez y proyección
La directora del Laboratorio de Medición y Evaluación Pedagógica de la Universidad El Bosque indicó además que cada caso es diferente. Por ejemplo, hay quienes a temprana edad tienen claro qué quieren para su futuro y otras de mayor edad qué no.
“La orientación profesional incluye varios pasos que ayudan a la persona a entender, de una manera racional y no emocional, cuáles son sus posibilidades al elegir una carrera, un posgrado e incluso en la búsqueda de empleo… no considero que sea importante tener claro a que edad va a finalizar el pregrado o cuando inicia un posgrado, aunque si alguien lo hace y no lo logra, puede acudir a un psicólogo orientador para que le ayude en el desarrollo de un nuevo proyecto de vida que logre las satisfacciones que esperaba”, concluyó la académica.
Planeación consciente
Por su parte, Lorena Piñeiro Cortés, vicerrectora de innovación académica de la Universidad EAN, habló de cuatro beneficios de generar una planeación consciente en los procesos formativos personales.
“A los aspirantes les permite mantener la motivación en momentos difíciles del proceso de aprendizaje, tener un criterio para autoexigirse y poder exigir a las personas y organizaciones que están involucradas, tomar decisiones y saber cómo contar con información para lograr tomarlas, y autogestionar el proceso de aprendizaje, comprender cuáles son esos propósitos específicos que se quieren alcanzar, establecer metas claras y lograr autoevaluarse”, dijo Piñeros.
Además, la vicerrectora de innovación académica de la Universidad EAN considera que nunca es tarde para iniciar un pregrado ni para una formación posgradual. “Lo importante es pensar en un aprendizaje a lo largo de la vida, un aprendizaje enfocado en desarrollar diferentes competencias que se van requiriendo con los cambios y transformaciones que demandan las organizaciones, que ya no buscan a un profesional con un conocimiento específico, sino a un profesional con una formación integral”, contó.
Relación formativa
Jairo Galindo, docente de la Facultad de Educación de la Universidad de La Salle, consideró que es importante tener claro la fecha en que una persona se va a graduar, sin embargo, cree que fundamentar su relación con “aquello que la persona defina como contribución en su formación dentro de oportunidades, como becas y auxilios”.
Asimismo, opinó que “En el caso de los posgrados, la edad va en relación directa con lo que se quiere hacer con esos estudios en el ejercicio laboral. En ocasiones, se alarga un poco más la finalización o comienzo del estudio en virtud de alguna beca o por algún proyecto intermedio o la profundización en algún tipo de estudio, lo cual se relaciona directamente con los objetivos de formación profesional de cada persona”.