Los retos pospandemia en la educación colombiana
Aunque todavía no podemos hablar de un cierre total de la era de la pandemia, en Colombia ya avanza de manera acelerada el regreso a una nueva normalidad, basada en más autocuidado y reestructurando todo efecto secundario que ha dejado el paso del covid-19 en diferentes sectores.
En el ámbito académico, sobre todo en la educación superior, los desafíos que dejó la pandemia son muchos y urgentes de abarcar. Para Rodrigo Riaño, máster en sociedad de la información y el conocimiento, y consultor en educación de la Universidad ISEP, los principales retos son motivar el retorno del 100 % de la población estudiantil a la presencialidad, compensar conocimientos y competencias no desarrolladas en la educación remota, reorganizar los planes académicos para competir con productos sustitutos, diversificar la oferta académica integrando programas que incluyan el Catálogo Nacional de Cualificaciones y permita lograr planes de estudios más cercanos a las necesidades de la empresa, prepararse para competir con instituciones extranjeras con programas abiertos, flexibles y pertinentes, en gran parte mediados por tecnología y, por supuesto, evolucionar en materia de educación virtual.
Para enfrentarlo, Riaño opina que es imperativo que el Estado garantice la conectividad en todas las regiones, para que las apuestas de formación a través de la virtualidad puedan tener entradas en todos los rincones de Colombia.
Por su parte, Cristina Gutiérrez de Piñeres, directora de United Way Colombia, asevera que, en términos de equidad y calidad, se necesitan programas que sean flexibles y que permitan a los niños que se han quedado rezagados en su proceso de aprendizaje rápidamente hacer una nivelación de los aprendizajes. “Por supuesto la calidad de formación docente y el reconocimiento de los maestros en el sector educativo son algo en lo que hay que trabajar, así como de una mayor inversión focalizada a lo que realmente requiere el sector”.
Asimismo, los académicos concuerdan en que hay un aumento de brechas entre la zona urbana y rural que dejó la pandemia, en la que los niños con acceso a la virtualidad tuvieron un rezago menos frente a los estudiantes que no contaban con conexión remota. Por esta razón, aseguran, es prioridad que desde el Ministerio de Educación se siga apoyando la educación virtual, liderando el ejercicio para romper con los mitos y prejuicios que aún se tienen de la educación virtual.