El educador del futuro próximo
Los profesores deben tomar nota, pues, aunque imperceptiblemente, la educación avanza.
Estas son algunas de las innovaciones educativas del futuro cercano:
1. Se trabaja principalmente con metodología de proyectos: los contenidos curriculares se plantean como problemas que hay que resolver mediante las actividades de estudio. Las actividades de estudio son de investigación: recolección de información, análisis y aplicación de resultados. “Los estudiantes deben conocer la utilidad de lo que aprenden” (C. Freinet) y conclusiones del estudio.
2. Los profesores tienen bases firmes de psicología de la conducta y el aprendizaje.
3. No se “enseña” nada. No hay “clase”, sino actividad de investigación por parte del grupo, incluidos los estudiantes y el profesor. Cada tema se estudia con los aportes de todos. Sin decirlo con palabras, sino con su actitud y sus acciones, el profesor les da una consigna: “¡Descubran, inventen y construyan!”. El profesor facilita los descubrimientos, les permite y los anima a inventar, colabora en las construcciones individuales y colectivas. Se estimula, no se obstaculiza como se hace tradicionalmente imponiendo los temas y la forma de estudiarlos-, el impulso al conocimiento, el estudio y la investigación con que la naturaleza ha dotado a todos los seres vivos.
4. El profesor no es un vigilante ni un director del aprendizaje, no impone la forma en que los alumnos deben aprender, cada estudiante tiene su propio método de aprendizaje. El profesor es un compañero de trabajo, aporta su experiencia y sus conocimientos en las actividades de aprendizaje. Se aplica el concepto de “zona de desarrollo próximo”, formulado por L. Vigotsky: el profesor colabora con el estudiante para que avance más allá del punto al que puede llegar solo.
5. Se mantiene la importancia del componente cognoscitivo, pero se pone en primer lugar el componente motivacional, el deseo de estudiar y aprender.
6. Los contenidos curriculares se presentan de modo que se relacionen con las necesidades de los estudiantes, y así les resulten interesantes. Toda actividad de estudio es interesante, en la escuela o el colegio no se hace ninguna actividad que no sea interesante.
7. El docente es un experto conocedor de las necesidades intelectuales y socioafectivas de los alumnos.
8. Siguiendo, por fin, la indicación de E. B. Huey (Pedagogía y psicología de la lectura, 1908) la lectura se hace siempre por su interés o su valor intrínseco y nunca se hace o se presenta como un ejercicio. También se lleva a la práctica la orientación de B. Bettelheim, según la cual “enseñaríamos a leer de modo diferente si presentáramos la lectura como la mejor manera de verse transportado a mundos desconocidos, fuente inagotable de aventuras intelectuales y experiencias estéticas”.
9. El estudiante, y no el currículo, es el centro del proceso educativo, como lo pidieron desde un comienzo los padres de la educación moderna: Comenio, Rousseau, Pestalozzi, Dewey, Montessori, etc. Se valora especialmente el aporte individual y se da trascendencia a las creaciones individuales.
Los profesores deben tomar nota, pues, aunque imperceptiblemente, la educación avanza, busca salidas a los problemas que tiene en la actualidad, los errores que ahora se cometen deben ser corregidos. La educación, como un gran organismo vivo, se esfuerza todos los días para llegar a un alto nivel de calidad.