Malbec sin límites
Uno de los sucesos más llamativos en el teatro global del vino es la puesta en escena de nuevas y tentadoras propuestas con el Malbec argentino. Bienaventurados sean estos desarrollos, pues su imagen parecía estar sufriendo del natural desgaste que traen los años.
La tendencia fue recientemente reseñada por Wines of Argentina, ente promotor de los vinos del país austral, en un reciente blog oficial. Según la publicación, el Malbec
Malbec orgánico
La principal rama de la viticultura argentina se engendra en un territorio desértico, a los pies de la cordillera de los Andes, lo que favorece la agricultura sustentable. Con el creciente número de vinos debidamente certificados, esta categoría va en ascenso. Sobresalen: Escorohuela Gascón Organic Vineyard Malbec, Domaine Bousquet Gran Malbec y Argento Artesano Malbec.
Malbec Nouveau
En la búsqueda de tintos más refrescantes y frutados, varios enólogos abrazan con entusiasmo el proceso de maceración carbónica, que resulta de la fermentación de racimos completos, metidos en un tanque
Atendiendo el llamado de beber vinos más puros, sutiles y representativos de su procedencia, surgió la línea del Malbec natural libre de sulfitos y fermentado con levaduras nativas, es decir, propias del viñedo o de la bodega. Su vida útil en la estantería tiende a ser más corta, por lo que se restringe a los mercados locales. Un ejemplo es el Malbec Kung Fu, de Matías Riccitelli.
Mezclas con Cabernet Franc
El recurso de mezclar Malbec con Cabernet Franc, otra variedad clásica de
Malbec de ánfora
Los enólogos argentinos están dando rienda suelta al uso de ánforas de barro para la fermentación del mosto. Estos recipientes permiten oxigenaciones graduales debido a los poros minúsculos de este tipo de material. Así se alcanzan vinos con sensaciones más puras y con mayor textura y carácter. He aquí algunos ejemplos: la Marchigiana Malbec Vino Ancestral de Alejandro Vigil y Malbec Ánfora Project de Sebastián Zuccardi.
Sin duda, los nuevos Malbec se las traen.