Enemigos de la transmisión automática
Las cajas automáticas son cada día más comunes. Hoy, el listado de los más vendidos cuentan u ofrecen una opción con esta transmisión. Algunos hábitos comunes afectan su funcionamiento y pueden desenlazar en una avería de costos significativos. Ricardo Osorio, experto en automotores y director de Autotrain, explica algunas de estas prácticas.
Omitir el mantenimiento
Es un grave error, pues hacer el mantenimiento es la forma más efectiva de evitar fallas a largo plazo. “Es cierto que las transmisiones automáticas de hoy no requieren un mantenimiento continuo y pasan miles de kilómetros. En ciertos límites de kilometraje o de tiempo sí hay que hacerlo, pues hay que reemplazar líquidos, los aceites correspondientes, que hoy en día son en la mayoría sintéticos”.
Aquí es importante recordar que ante cualquier cambio en el funcionamiento de la transmisión, que se puede traducir en un retardo al realizar el cambio de marcha o un salto extraño de una a otra —señales comunes de deterioro— hay que llevar el carro a revisar, así se evita que el daño sea progresivo, junto al costo, claro.
Usar neutro sin necesidad
Uno de los errores más comunes al manejar. La función neutro tiene la función de permitir el arrastre del vehículo cuando esté apagado. Para este caso, el especialista señala que “ese es un hábito horrible, el peor, porque eso hace un trabajo sobre los cuerpos de válvulas, la hidráulica y las transmisiones que no deja que la caja funcione como debería ser. Esa práctica continua daña las transmisiones”.
“Parking” no es un freno
La función parking evita el movimiento y es necesaria al detenerse y apagar el vehículo, claro, de la mano del freno de mano. Sobre esto, Osorio contó que “la
“Otra cosa que daña las transmisiones automáticas es cuando la gente las esfuerza sin que estén hechas para eso, por ejemplo, cuando practican un launch control en un vehículo sin esta función. Oprimir el freno y acelerador calentará los aceites y líquidos dentro de la caja, promoviendo un desgaste innecesario en una práctica igualmente errónea”.