Dos potentes razones para apoyar el fútbol femenino
COLOMBIA SÍ VA A IR A LA COPA DEL Mundo. De hecho, irá a dos Mundiales: el sub-17 y el sub-20, ambos gracias al talento, la disciplina y la determinación de las selecciones femeninas. Esta semana empezó con el triunfo avasallador de 3-0 contra Uruguay, que clasificó a Colombia al Mundial sub-20 que se celebrará este año en Costa Rica. No es un logro menor: Suramérica solo tiene dos cupos y uno casi siempre está asegurado a Brasil, un país con mucha más tradición de apoyo al fútbol femenino. Ya antes la selección sub-17 se había clasificado al Mundial en India, que también será este año. Con la Copa América en vísperas de celebrarse en nuestro país, es momento de que las personas que aman el fútbol posen su mirada sobre las deportistas que vienen pidiendo reconocimiento durante todos estos años.
La historia de la selección sub-20 es digna de todo el orgullo nacional. Como solo hay dos cupos para el Mundial, Colombia se quedó por fuera al quedar tercera en 2012, 2014, 2015 y 2018. Ahora, por fin, fue la vencida, pero estuvo lejos de ser sencillo. Empezamos con empates ante Argentina y Venezuela, para luego triunfar sobre Perú y Chile. En la final nos derrotó Brasil, pero le ganamos por goleada a Venezuela y luego a Uruguay. Fueron presentaciones de jerarquía, lideradas por la delantera vallecaucana Gisela Robledo y acertadas decisiones en el banco del técnico Carlos Paniagua. Para un país en duelo por una selección masculina de mayores estancada y en cambio generacional, ver un fútbol armado con tanto goce es un alivio y un motivo de esperanza.
Como explicó el profesor Luis Fernando Montoya en su análisis para El Espectador, las deportistas “demuestran una vez más el talento que hay en el género femenino, el trabajo que se viene haciendo en los equipos aficionados y en algunos clubes profesionales, y el deseo tan especial que las mujeres muestran para salir adelante, digno de ejemplo para todos. La seriedad con la que asumen dichos compromisos por ellas y por nuestro país”. Esto es de celebrar. El siguiente paso, claro, es el de siempre: ¿cómo consolidamos procesos de largo aliento?
Hace poco el Barcelona femenino rompió el récord mundial de asistentes a un partido de fútbol femenino: 91.648 fans en el Camp Nou. En Estados Unidos son cada vez más los apoyos legales a las futbolistas. La tendencia global es a incrementar los espacios de participación y apoyo al fútbol femenino, y Colombia no debería quedarse atrás.
Tenemos dos grandes oportunidades. Primera, la Liga, que por fin se profesionalizó, alargó y está contando con una fuerte inversión por parte de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor). Lo clave es darle continuidad a la apuesta: sin planes a mediano plazo no se logra consolidar nada.
Segunda, la Copa América que celebraremos en nuestro país en julio. Qué gran oportunidad para llenar los estadios, crear una cultura de ver y disfrutar el fútbol femenino, y construir alianzas con la empresa privada. Para seguir yendo a mundiales, tenemos que insistir en el apoyo al fútbol femenino. Las razones sobran.
‘‘Colombia
sí va a la Copa del Mundo de Fútbol. De hecho, va a dos gracias a las futbolistas nacionales”.