¿Quién va con Petro?
El apoyo liberal a Gutiérrez y el posible acuerdo entre Fajardo y Hernández.
Se aproxima el fin de la campaña para la primera vuelta y, en consecuencia, el final de la primera etapa de la campaña por la presidencia. Lo dicho: en plata blanca, allí se definirá quién competirá con Gustavo Petro en la última y definitiva, la segunda vuelta. Todas las demás decisiones están anticipadas, incluido el nombre de uno de los dos finalistas: Petro.
Hasta último momento ha habido movimientos con capacidad de alterar el proceso de la carrera. El principal de ellos, la posible adhesión del Partido Liberal, dirigido por el expresidente César Gaviria, a la candidatura de Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín. Y el segundo, la posible unión de las candidaturas de Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo. La lista de candidatos que irían a la primera vuelta se fue depurando (superó los 50) y la campaña produjo una selección significativa en el número de aspirantes. Por poco se hacía irrelevante la primera vuelta para determinar quiénes se quedaban en el camino para la segunda vuelta.
El electorado parece cansado después de una competencia tan larga. Los movimientos de la última semana parecen un adelanto de la penúltima etapa de las campañas. La de los acercamientos entre candidatos para fortalecer sus opciones y la consiguiente reducción de competidores y empresas electorales. En otros países con sistema electoral a dos vueltas, las alianzas y definiciones políticas se hacen al inicio de la campaña y, por supuesto, en la segunda vuelta. Los votantes colombianos optaron por continuar el juego de alianzas a lo largo de la campaña y hasta el final. Fue una competencia siempre abierta, en la que el pragmatismo pesó más que la coherencia ideológica.
De los movimientos de las últimas horas, el más significativo fue el apoyo del Partido Liberal con el candidato Federico, Fico, Gutiérrez. Un simple cálculo de lo que significaría en número de votos conduce a la conclusión de que la movida implica un significativo salto adelante para la campaña. El exalcalde de Medellín venía subiendo, y los liberales acababan de mostrar, en las elecciones al Congreso, que mantienen su fuerza en el ámbito local. Lo que el exalcalde de Medellín pudo realizar ahora fue, en principio, un salto adelante con la expectativa de que bastaría para llegar a la batalla final y definitiva, la segunda vuelta.
Pero el panorama no es tan claro. La alianza tiene limitaciones. ¿Aceptarán los votantes esta jugada tan estratégica como poco coherente? Fico fue un alcalde exitoso en Medellín, pero, aunque en política ha sido independiente, tiene una reconocida cercanía con el expresidente Álvaro Uribe, el gran elector en su tierra. Que ahora el partido rojo, el gran contradictor del exmandatario, apoye a Fico tiene una connotación inesperada de acercamiento entre el oficialismo y el uribismo. Parece una aproximación por la vía menos esperada. Habrá que ver si la movida es vista por los votantes como una oportunidad hacia adelante o como una traición que los desestimula. Muy a su estilo, el expresidente sorprendió, movió y alteró el avispero. Gaviria se la jugó toda: no se iba a quedar como espectador.
Tampoco se ha quedado quieto el candidato de la Coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo. Aunque no se ha concluido, se han conocido contactos entre el exalcalde y exgobernador de Antioquia con Rodolfo Hernández. Y se dice que han hablado de unir sus esfuerzos. Ambos tienen apoyos importantes de votantes. Los dos pasaron un auge significativo y nunca han dejado de ser competitivos en las encuestas, y su fuerza sería más visible —y tendría más impacto— en un proyecto único. La semana pasada se rumoró que había encuentros y que todavía se podría concretar una alianza. Las declaraciones de cada uno sobre el otro han sido muy cuidadosas, lo cual algo refleja.
Todo indica que la actual competencia electoral pasará a la historia como la batalla entre coaliciones. La elección de los tarjetones de alianzas en la que los partidos quedaron relegados. Los jugadores no son partidos sino coaliciones: el Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro; el Centro Esperanza, de Sergio Fajardo; Equipo por Colombia, de Federico. Son las que más han sonado, porque llevan en sus filas a quienes encabezan las listas de intención de voto con mayor posibilidad de pasar a la segunda vuelta, pero hay otras de menor protagonismo. Lo cierto es que, en esta elección, los tradicionales partidos fueron reemplazados por las coaliciones. Y este nuevo juego suscita no pocas preguntas: ¿durarán estas alianzas? ¿Las entenderá el electorado? Y más adelante, ¿cómo será la relación del Ejecutivo con el nuevo Congreso? ¿Qué función desempeñarán los partidos? ¿Ninguna? No se puede descartar que, después de elecciones, todo vuelva a ser cómo antes. Que en la política del día a día y en el Congreso vuelvan a reinar los partidos.
Por ahora, la gran pregunta es si el apoyo del Partido Liberal a Fico Gutiérrez cambia el panorama y qué tanto. En principio es una carta ganadora. Esa colectividad acaba de reiterar que tiene apoyo electoral que, sobre todo, sale a relucir en la composición del Congreso. ¿Será igual de importante en la competencia por la presidencia? Habrá que ver si la dupla de nuevos amigos (Gaviria y Gutiérrez) logra consolidar la llegada a la segunda vuelta.
* Exministro y periodista.