Cuatro razones por las que usted va a votar mal
1) Usted es una buena persona con un defecto fundamental.
Quiere un país mejor, con menos corrupción y violencia. Pero además tiene su propio conjunto de valores. Lo que va a hacer en las siguientes elecciones es elegir al candidato que más se aproxime a esos valores.
El problema es que no nos educan para cuestionar nuestros propios valores, que son inmutables, pero los problemas de cualquier sociedad son complejos y variables. Un sistema de valores es una forma de simplificar el mundo complejo en el que vivimos. No hay nada malo con eso. El problema es que, debido a que se trata de una simplificación del mundo, debemos hacer ajustes a ese sistema de valores a medida que aprendemos nuevas cosas de la realidad, esa es una habilidad que usted no tiene o que tiene muy poco desarrollada, pero eso no es su culpa, es la forma en que nuestra sociedad funciona.
2) Usted está enamorado de su candidato. Este punto es consecuencia directa del primer punto, se llama sesgo de confirmación: tenemos una tendencia innata a aferrarnos a cualquier persona o idea que sea compatible con nuestra visión del mundo. En ese sentido, usted en realidad no va a votar por la mejor opción para el país, sino por la opción dispuesta a proteger y reforzar los sistemas de valores que usted tanto aprecia.
Básicamente lo que hacemos en todas las elecciones es usar el sistema electoral para proyectar un conjunto de deseos bien intencionados que no han sido contrastados con la realidad.
3) Usted no está listo para cuestionar su sistema de valores.
El problema con nuestra visión del mundo es que lo incorporamos a nuestra identidad personal, entonces cuestionarla es cuestionarnos a nosotros mismos y, de nuevo, en nuestra cultura no nos enseñan activamente el sano cuestionamiento de nuestra cosmovisión, cualquiera que sea. 4) Los candidatos saben nuestras debilidades.
Ellos saben de pies a cabeza el problema del sesgo de confirmación que sufrimos y lo explotan descaradamente, por eso los vemos haciendo payasadas, armando escándalos y visitando comunidades que activamente ignoran en época no electoral.
Ese conocimiento de nuestros defectos los motiva a convertir debates en circos, porque saben perfectamente que decir algo polémico o aparentemente avezado va a reforzar decisiones de voto. Los debates preparados por los medios no están organizados para disuadir a la visión opuesta, sino para reforzar votos existentes.
En ese orden de ideas, usted se va a olvidar de todo lo que acaba de leer, se levantará muy juicioso el día de elecciones y va a dar el voto al candidato que mejor le habló al oído. No hay cura instantánea para romper el modelo mental que hemos construido por décadas que terminan siendo parte de nuestra identidad individual, eso requiere esfuerzo, tiempo y voluntad, y es algo que va más allá de ir el día de elecciones a poner un voto.
Por eso usted va a votar mal en 2022.