“El miedo también es una forma de evitar el voto libre”
La directora de la Misión de Observación Electoral (MOE) considera que desde la Registraduría se adoptaron las medidas que deberían generar que las elecciones de hoy funcionen muy bien y todo salga limpio.
¿Cómo califica la recepción de la Registraduría a las críticas tras las elecciones del 13 de marzo?
Lo que hemos visto es que se ha dado respuesta a las diferentes solicitudes de las organizaciones políticas. Eso se sintió en la Comisión de Seguimiento Electoral del pasado jueves. Obviamente, cualquier cosa puede pasar, pero después de la reunión de la Comisión se siente que ha habido una organización con muchísimas más salvaguardas que las que hubo en las elecciones a Congreso. Esperamos que todo salga muy bien, que no se presente ningún tipo de problema en materia logística y que haya unos resultados limpios, que generen confianza en todos los sectores.
¿A qué se refiere con eso de que “cualquier cosa puede pasar”?
Vemos que se han venido adoptando las medidas correctivas, pero cuando digo que cualquier cosa puede pasar son todos esos imprevistos que se salen de las manos o que por lo menos no se han visto en la organización del proceso electoral. Las recomendaciones de preconteo frente a las tarjetas electores o la selección de los jurados de votación fueron acogidas, así como las que tienen ver con sistemas mucho más fuertes para que no se caiga la página web e Infovotantes. Vemos un proceso organizado de manera diferente, con participación de los partidos, con adopción de medidas.
¿Es normal que algunos sectores expresen temor o sentimiento de que no tienen las garantías?
Es completamente normal que se presenten este tipo de quejas, porque tuvimos una elección al Congreso en las que hubo diferencias importantes entre lo informado en preconteo y el resultado de lo que iban de los escrutinios. Por eso todas estas medidas de mejora son importantes, porque aquí estamos en un ejercicio de recuperación de confianza.
¿Hay que preocuparse por la ausencia de una auditoría independiente al proceso?
Una auditoría independiente se pensaba como otra medida de seguridad y de contraste, con una voz independiente, con un ejercicio de verificación para los partidos, las autoridades de control y la ciudadanía. Lo recomendable ahora es que la Registraduría entregue, de manera abierta, los informes de sus propias auditorías para que el Consejo Nacional Electoral pueda conocer y revisar al detalle el contenido de esos informes y hacer sus propias verificaciones, pues la auditoría de la Registraduría no es pública y las organizaciones políticas necesitan tener un parte de tranquilidad de que todo funcionó bien. También hay un mecanismo supletorio, que es un informe de auditoría de McGregor que se entregó al tribunal electoral y del que se puede hacer una versión pública, obviamente sin incluir información sensible. Eso depende del mismo Consejo Nacional Electoral y la Registraduría.
¿Cuál es la mayor preocupación sobre los actos de violencia en municipios y posible incidencia en las elecciones?
Colombia es un país que ha venido haciendo elecciones con escenarios de violencia y de riesgo. ¿Qué es importante tener en cuenta? Que en el informe sobre factores de riesgo que sacamos la semana pasada no está señalando que el domingo puede pasar algo en ese universo de municipios que señalamos, donde hay alrededor de 95 o 96 en riesgo extremo. Lo que dimos fue el contexto en que se ha desarrollado el proceso electoral en términos de libertades políticas, movilización, que pueden tener impacto en el día de los comicios, frente a la libertad del voto.
Siguiendo con el tema de violencia, pero trasladada entre campañas y ataques frontales que se han hecho los unos con los otros, ¿qué implicaciones tiene que el debate electoral haya sobrepasado la raya alrededor de estos?
Es un final de campaña que no es precisamente el deseado. El remitirse a los ataques personales poco ayuda a la información de los ciudadanos y, más bien, puede generar más desconfianza en el proceso electoral, así como en la gobernabilidad. Eso, a su vez, produce debilidad en la democracia, porque no hay confianza por las candidaturas que son elegidas.
Las tensiones en temporadas electorales son normales, se está en competencia, pero ¿antes había precedente de unas elecciones atravesadas por rumores de suspensión y de una labor de la Registraduría tan cuestionada?
Eso es inédito, por lo menos desde que nosotros estamos observando procesos electorales en 2006. Es la primera vez que hay tanta desconfianza y es normal que se tenga, debido a lo que pasó en las elecciones a Congreso. Anteriormente lo que se escuchaba eran rumores de compra de votos o que era norma que el que escrutaba era el que elegía, suma y resta de votos. No obstante, el transcurrir de los anteriores procesos electorales, en últimas, no se cuestionó y tampoco sus resultados. Aquí se han ganado elecciones con diferencias de 50.000 votos, se ha pasado a segunda vuelta presidencial con diferencias de 200.000 votos y no se ponen en cuestión esos resultados. Por eso es tan importante que la Registraduría haya escuchado y adoptado medidas para hoy.
¿Qué tan arriesgado es hablar de golpe de Estado en un ambiente caldeado como el actual, de acuerdo con las denuncias que han hecho figuras del Pacto Histórico de que van a suspender las elecciones, van a mover la fecha o van a poner a un registrador “ad hoc”?
Nada de eso va a pasar. Colombia no tiene en su legislación el aplazamiento de elecciones. Tiene que pasar un desastre natural, una emergencia sanitaria como la que tuvimos por el covid, para aplazar una jornada electoral. Se tendría que presentar una emergencia que afectara a todo el país. No sé si recuerdan que en el proceso de refrendación por la paz hubo un tornado y afectación en siete municipios en la costa Caribe, ahí se habló de suspender elecciones o convocar en otra fecha. Las elecciones van porque van y Colombia, además, no tiene una tradición golpista. Colombia es un país que, con todas sus dificultades, ha resuelto sus diferencias en el escenario electoral y no hay nada que nos indique que esta vez será diferente. Hay que tener mucha tranquilidad y los rumores de un posible golpe de Estado generan mayor desconfianza y miedo en el proceso electoral. Y el miedo también es una forma de evitar el voto libre.
‘‘Esperamos que todo salga muy bien y que haya unos resultados limpios, que generen confianza en todos los sectores”.