Gustavo Petro y Francia Márquez
La fórmula presidencial del Pacto Histórico está marcada por el conflicto. Gustavo Petro se enlistó a los 17 años en el M-19, un grupo guerrillero que nació en los años 70. En varias ocasiones ha afirmado que no tuvo responsabilidad en operaciones militares ni llegó a usar armas, porque sus labores eran políticas.
En octubre de 1985, poco antes de la toma del Palacio de Justicia perpetrado por el M-19 y cuando ya era concejal de Zipaquirá, fue capturado por el Ejército. Los detalles de ese expediente fueron revelados por este diario en 2013. En su momento, Petro aseguró que en su detención fue sometido a torturas durante cuatro días en la Escuela de Caballería, una práctica violatoria de los derechos humanos empleada por los militares en aquella época y denunciada por organizaciones nacionales e internacionales.
Estuvo preso durante 16 meses y recuperó su libertad en febrero de 1987. Dos años más tarde promovió e hizo parte de la desmovilización del M-19, proceso por el que fue indultado. Además, impulsó la Constituyente de 1991. Nunca volvió a las armas.
Francia Márquez, su fórmula vicepresidencial, viene del norte del Cauca, una región especialmente golpeada por la violencia. Márquez fue amenazada y desplazada por grupos armados ilegales por ser la más férrea opositora a la minería ilegal que devastaba los alrededores de La Toma, el pequeño corregimiento del municipio de Suárez de donde es oriunda.
La ahora aspirante a la vicepresidencia sufrió un atentado contra su vida el 4 de mayo de 2019, en zona rural de Santander de Quilichao, cuando un comando de presuntos disidentes de las Farc atacó la reunión de líderes comunitarios en la que participaba. Dos escoltas de la Unidad Nacional de Protección resultaron heridos.