“Lo esencial es ser honesto con lo que uno quiere transmitir”
Ha ayudado a producir los discos de la artista Katie James, con quien también ha compartido escenario; además, ha hecho música para series de televisión y películas.
Estudió en el Instituto Superior de Artes, en La Habana (Cuba). ¿Cómo recuerda esa experiencia?
A mí me cambió la vida completamente (…) No había distracciones, había mucho tiempo, y yo me acuerdo de que regresaba a Colombia casi todos los años a ver a mi familia y el tiempo cambiaba. Es un acelere de información y de mucha contaminación, en cambio allá había mucho tiempo, porque no están bombardeando con consumo, con propagandas (…) También me di cuenta de que los cubanos quie-* ren mucho su música popular, independiente del nivel, porque ellos estudian técnica clásica, pues, por la influencia rusa que todavía tienen en las artes, estudian música casi quince años; entonces, terminan muy bien preparados y esos mismos que toca música clásica tocan música popular.
Requiere mucha disciplina dedicarse solo a la guitarra clásica…
Bastante disciplina. Y hay músicos clásicos que uno los ve muy estresados. Cuando también son creativos y logran tener una técnica buenísima, creo que disfrutan más, que estar solo interpretando e interpretando (…) Hay intérpretes que por medio de la interpretación le aportan tanto a la obra que son también de un nivel de creatividad muy alto. Recuerdo que en una clase Pepe Romero dijo algo muy lindo: que para él las partituras eran como un mapa del tesoro y que cuando ya está el mapa tan estudiado para encontrar el tesoro es ahí cuando aflora la parte realmente creativa, no como de técnica. Yo he visto guitarristas que tienen una técnica impresionante, pero a veces no me transmiten tanto como otros que se pueden estar equivocando, pero están sintiendo, tienen una propiedad de lo que están diciendo, así se equivoquen o no tengan el mejor sonido.
De pronto lo que sucede es que hay una desconexión de la emoción…
Sí… Por eso mismo te decía que no me gustaba ese camino de tanta disciplina, de repetir y repetir, porque tiene ese riesgo. Si uno no tiene nada qué decir por estar estudiando, pues se vuelve fría la cosa, porque uno necesita experiencias en la vida para poder compartir, y esa experiencia está más relacionada con la creatividad o incluso si sales de gira, te invitaron a España a tocar, en vez de encerrarte en el hotel a que todo salga bien, pues uno estudia antes y llega allá y sale a conocer, a caminar. El estar viviendo el momento a la hora de tocar eso se va a notar, más que si estás encerrado, perfeccionando todo. Hay que equilibrar esas dos cosas: la disciplina y el tener que compartir y contar experiencias.
Dedicarse a la música también puede llevar, en algunas ocasiones, a ciertas renuncias económicas…
Si el objetivo en la música fuera económico, pues uno también lo puede hacer, como que uno va buscando el espacio, pero eso no es lo que me llama la atención.
¿Entonces qué es lo esencial para usted?
Lo esencial es ser honesto con lo que uno quiere transmitir, en el caso mío componer. Me encantan los proyectos que están como en la mitad, que le pueden llegar a mucho público, pero siendo honesto con lo que estoy haciendo (…) Si quisiera hacer solo plata, yo creo que llega también un momento en el que uno se aburre.
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Camilo Giraldo Ángel, guitarrista clásico, compositor y productor