¿Por qué ganó Petro?
Ante todo, ganó porque encarnó la perspectiva de cambio frente a una clase política que fracasó reiteradamente y fue incapaz de autorreformarse. En una elección muy disputada pudo ganar porque planeó y ejecutó, entre la primera y segunda vueltas, una campaña más efectiva para seducir a los electores indecisos. La parálisis de la campaña Hernández y su aislamiento sentenció su derrota. Pensó que los electores de Federico Gutiérrez se sumarían automáticamente a su campaña, lo que no sucedió.
En unas elecciones presidenciales atípicas, con un clima electoral diferente a cualquier otra elección, Colombia votó por un cambio hacia la izquierda, en el que influyó un tímido desempeño del gobierno Duque afectado en buena parte por la situación generada por la pandemia.
Mantener y recuperar la confianza en la economía será sin duda el primer desafío de Petro. Aunque las perspectivas de crecimiento de la economía colombiana para 2022, un 6,0 % de crecimiento del PIB, duplican las del mundo en su conjunto, al presidente electo le corresponde ahora gobernar en un escenario complejo
El aterrizaje de su discurso para ampliar las políticas sociales se encontrará con la presión de empresarios e inversionistas por el respeto a la Constitución y las reglas de juego democráticas. Petro debe definir si la orientación de su gobierno se asimilará más a uno como el de Lula o al socialismo del siglo 21.
Petro debe comenzar a enviar señales claras que brinden confianza para la inversión y promuevan nuevos empleos o protocolizar una ruptura, que resultaría difícil de comprender, con las reglas de la economía y el comercio internacional. Muy rápidamente debe poner en blanco y negro el alcance de su promesa de desincentivar las exportaciones y exploración petrolera, así como el retorno a la autarquía de la producción agrícola.
Los problemas del presidente comienzan, pero no terminan, con los desafíos de la economía. La necesidad de lograr gobernabilidad en el Congreso pondrá a prueba, desde la conformación de su gabinete, la capacidad política del nuevo gobierno. Más allá de ello, la voluntad de alcanzar consensos debe llevarlo a convocar a sus hasta ahora antagonistas
Pero, con seguridad, el mayor desafío para el nuevo presidente será superar al Petro candidato. Rápidamente debe hacer la transición de eficaz opositor a gobernante, considerando, siempre, que su gobierno tiene período de caducidad y que nuestra Constitución, que él se comprometió a respetar, no permite la reelección. Cuatro años son poco para tantas promesas, y ello él lo conocía. Veremos.