Mi visita por el Museo de la Ciudad Autoconstruida en Ciudad Bolívar
Un relato que nos sumerge en la otra cara de esta localidad, en donde el arte y la cultura también tienen lugar.
Son las nueve y veintisiete de la mañana, acabo de tomar el H54 que me llevará a la última estación de Transmilenio para luego hacer transbordo hacia el Portal El Tunal. El Transmicable tiene tres paradas y la última conecta con el barrio Mirador el Paraíso de Ciudad Bolívar. La vista es increíble, las nubes grisáceas acompañan mi recorrido, pero no llueve. Llego al Museo de la Ciudad Autoconstruida, que lleva ya seis meses abierto. Con una cálida sonrisa me reciben Daniela y Christian, mediadores del museo.
Comienza entonces el recorrido por la historia de la localidad, el reconocimiento de líderes y lideresas que han construido el barrio, en consonancia con el hábitat del lugar, las aves y la montaña, testigos del crecimiento, de la autodeterminación y de las luchas del territorio. Escuchar a los mediadores tejer cada parte de la exposición es sentirme en un espacio de acogida y ensoñación. Cada nuevo relato interconectado con cada una de las salas que transito me hace entender que Bogotá se extiende más allá de las montañas.
El sur está presente y es nuevamente contado desde el arte y la cultura. Me reconozco en otros rostros y en otras historias. Aquí también hay espacio para la biblioteca y el mar de libros que la habitan. No es un día cualquiera, es el Día de la Madre, y conviven muchas celebraciones. El privilegio de haber recorrido la ciudad y verla desde el cable no tiene precio. Bogotá tiene mucho que ofrecer.
Nos construimos y se construyen a través de nuevas formas de exhibir las exposiciones. Todas y todos están presentes. Decido quedarme mucho más tiempo para poder compartir un almuerzo con los mediadores, el gerente del museo y su familia. No es un día cualquiera. El sur tiene muchas caras, más allá del estigma y del miedo; Mircea Cartarescau, un reconocido escritor rumano, fue leído, aplaudido y ovacionado por los habitantes de la ciudad autoconstruida en el marco de la Feria del Libro.
Sí, hay muchos retos, pero también victorias, y Ciudad Bolívar ofrece nuevas alternativas culturales. De seguro los mediadores los estarán recibiendo para contarles, con elocuencia y desde la fuerza de la sonrisa, las historias de la Bogotá sureña. El museo está abierto desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, excepto los martes, y ofrece una amplia programación cultural cada mes. ¿Qué está esperando para conocer este espacio?