“Después de tanto dolor, la jueza me absolvió”
La exsecretaria ejecutiva de la JEP, Martha Lucía Zamora, quien fue acusada por la fiscalía de Néstor Humberto Martínez de ser auxiliadora de las Farc, acaba de ser declarada inocente de todos los cargos, así como dos abogados investigados junto a ella. E
Todo comenzó el viernes 7 de septiembre de 2018, cuando asistía a un seminario en Paipa (Boyacá) en compañía de magistrados y otros funcionarios de la JEP para analizar los avances y retos de la Jurisdicción, a cinco meses de su inicio. Días antes, el magistrado Rodolfo Arango había enviado, a los correos de los participantes, dos casos hipotéticos para ser estudiados previamente y para presentar su análisis en la plenaria del seminario. Era un ejercicio de reflexión. El denominado “caso uno” trataba sobre un exmiembro de las Farc que -en desarrollo de ese ejerciciohabría sido condenado por delitos relacionados con el conflicto armado, se encontraría en libertad condicionada y se habría evadido del espacio territorial. Era similar a un examen de universidad para prepararlo y presentar las posibles soluciones durante el seminario. Para hablar sobre la resolución de este caso, repito, hipotético, hicimos varias reuniones antes del seminario con un grupo de trabajo. También nos cruzamos mensajes y llamadas. En una de estas me referí a la supuesta evasión de Iván Márquez, de alias el Paisa e, incluso, de Romaña. Vuelvo a aclarar que era parte de un ejercicio como los académicos que no correspondía a algo que estuviera pasando en realidad. a Paipa, indagué, por teléfono, la lista de nombres y contactos de todos los comparecientes ante la Jurisdicción que habían suscrito el acta de compromiso. Fue en este contexto que le acabo de dar que se produjo mi conversación con la abogada July Milena Henríquez, en quien se había delegado la coordinación de varios trabajos. La Fiscalía convirtió mi charla con ella, que era de carácter estrictamente profesional, en base de la investigación en mi contra.
Porque le había interceptado el celular a ella, advierto que de manera ilegal, pues el fiscal del caso ordenó esa interceptación sin la autorización de un juez de control de garantías, como lo exige la ley. El argumento para ordenar las escuchas era insólito: investigar la supuesta falsedad en la firma de unos formularios de permiso de salida del país de unos excombatientes. Imagínese usted: ¿para qué le iba a servir al investigador escuchar conversaciones cuando lo que pretendía determinar era si una firma era o no original? En fin, así se inició el calvario para mí y para los dos abogados que solo ahora, casi cuatro años después, concluye con absolución total declarada por la jueza, quien también declaró la ilegalidad de las presuntas pruebas que presentó la Fiscalía en mi contra, entre otras la interceptación de la conversación que acabo de narrarle. a July en que hablábamos sobre el tema del seminario. Aquí vale la pena decir que la jueza encontró, además de ilícita la interceptación telefónica en que se escuchaba mi voz, que el contenido de esa conversación correspondía al ejercicio legal de mis funciones. En conclusión, por la errada decisión del fiscal Abushihab, fui acusada de cometer los delitos de asesoramiento y otras actuaciones ilegales, y el de perturbación de acto oficial. Además de que la jueza me absolvió, el propio fiscal, que ya era otro diferente al que me acusó, también solicitó mi absolución y el procurador delegado pidió lo mismo.
Jefecita, la supuesta mayor cabecilla de la banda criminal, ¡era yo! El fiscal general dio una rueda de prensa con toda la pompa del caso, para decir que la entidad tenía evidencias de que funcionarios inescrupulosos de la JEP estaban “cocinando falsedades y fraudes” para entorpecer el trabajo de la Jurisdicción de Paz. Y Abushihab, en una audiencia ante la jueza de conocimiento, añadió, a la acusación inicial, una supuesta prueba sobreviniente, que era el video que mencioné antes, del rearme de la disidencia de las Farc en que aparecen Márquez y Santrich; llevó copias de noticias de medios de comunicación de todo el mundo. Con base
‘‘En
mi concepto, (el fiscal) Abushihab era inexperto, sin conocimientos, temerario y abusador. Esta semana la Corte Suprema lo sancionó por violación de la reserva sumarial”.