El Espectador

Quimono mental

- TORRE DE TOKIO GONZALO ROBLEDO

Las mujeres japonesas empezaron a usar ropa interior tras un incendio en el que varias vendedoras de un gran almacén vestidas de quimono cayeron al vacío por intentar agarrarse a una soga mientras trataban de ocultar sus partes nobles, pues, siguiendo la tradición, las llevaban descubiert­as.

El suceso, ocurrido en 1932 en los desapareci­dos almacenes Shirokiya, de Tokio, es considerad­o por los historiado­res como el desastre que instauró en el archipiéla­go el uso de aquella prenda importada de Occidente.

Para modernizar el país, el gobierno había empezado, en el siglo XIX, a fomentar el uso de uniformes de pantalón y chaqueta entre militares, carteros y empleados de ferrocarri­l.

Al mismo tiempo, como se describe en la película El último samurái (2003), las obsoletas catanas fueron reemplazad­as por armas de fuego, que —en un insólito caso de rechazo de tecnología­s foráneas— habían sido proscritas tres siglos antes.

Otros oficios, como el de enfermera o chófer de bus, adoptaron los uniformes occidental­es y, con la americaniz­ación ocurrida después de la Segunda Guerra, las prendas tradiciona­les desapareci­eron de la vida laboral en las grandes ciudades.

Millones de oficinista­s adoptaron el atuendo de traje o falda oscura con camisa blanca. La moda occidental triunfó y hoy el quimono es una prenda exquisita usada en bodas, funerales, graduacion­es, fiestas empresaria­les de fin de año y en el Día de la Mayoría de Edad. Quienes lo visten a diario suelen ser profesiona­les de oficios tradiciona­les, como actores de teatro kabuki, maestras de caligrafía o de artes marciales.

El quimono femenino consta de varias capas y obliga a caminar con pasos muy cortos. Su ideal estético es la silueta cilíndrica, conseguida tras envolver repetidas veces la cintura con una larga franja de seda, similar a la faja de los antiguos toreros.

Muchas feministas consideran el quimono un símbolo del sometimien­to machista y citan el caso de la sufrida emperatriz Masako, una cosmopolit­a exdiplomát­ica que en su boda con el príncipe heredero, en 1993, y en su entronizac­ión como emperatriz, en 2019, vistió aparatosos quimonos ceremonial­es de doce capas, como símbolo, indican, de sumisión a una dinastía milenaria controlada por varones.

La “mentalidad de quimono” es una expresión usada por los residentes extranjero­s para ironizar sobre la extrema intransige­ncia japonesa cuando se trata de cumplir normativas y reglas de orden, limpieza o precisión.

La mamá estadounid­ense con dos niños que después de tres horas de viaje hasta un parque temático en las afueras de Tokio fue rechazada por llegar medio minuto después de la hora estipulada para la admisión es la típica promotora de esa frase.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia