Con renuncia del primer ministro se aviva crisis política en Italia
El primer ministro italiano, Mario Draghi, presentó su dimisión luego de que la coalición de gobierno se rompiera en la votación de un proyecto clave en el Parlamento. El jefe de Estado no se la aceptó.
Italia atraviesa una nueva crisis política. Este jueves, el primer ministro, Mario Draghi, presentó su renuncia al cargo luego de la controversia desatada por un decreto-ley clave para el gobierno. Los impulsores de la normatividad aseguran que es necesaria para ayudar a las familias y las empresas a afrontar la inflación, un problema con el que está lidiando gran parte del planeta.
Sin embargo, algunos de los elementos del proyecto no son bien vistos por los senadores del Movimiento 5 Estrellas (M5E), miembro de la coalición de gobierno, como la construcción de un incinerador de basura en la capital del país, Roma. Los antisistema rechazan la idea por sus costos, ineficiencia y alta contaminación ambiental.
“Tenemos que responder al creciente malestar social de forma clara y decisiva. Los irresponsables no somos nosotros, son los que no dan respuesta al país (…) Hoy no participamos en la votación del decreto-ley porque no compartimos sus disposiciones (...) ni el método con que fue adoptado”, aseguró Mariolina Castellone, representante de los senadores del M5E, movimiento ganador en las elecciones de hace cuatro años, que se retiraron del recinto en el momento de la votación.
La negativa del movimiento a apoyar el proyecto de decretoley, que, no obstante, pasó con 172 votos a favor y 39 en contra, llevó a que el primer ministro le presentara su renuncia al presidente del país, Sergio Mattarella, quien inmediatamente la rechazó. “No aceptó la renuncia e invitó al primer ministro a presentarse de nuevo ante el Parlamento”, dijo la Presidencia italiana en un comunicado oficial.
Aunque la gobernabilidad de Draghi no depende del apoyo del Movimiento 5 Estrellas (pues cuenta con votos suficientes en el Parlamento), el expresidente del Banco Central Europeo cree que su mandato debe estar orientado por el principio de unidad para poder hacer frente a la crisis económica y social del país.
El funcionario había dicho varias veces que sin el apoyo de los antisistema daría por concluido su liderazgo, en el que ha tenido que lidiar con problemas que no son de poca monta, como la vacunación contra el covid-19 y los efectos de la guerra en Ucrania.
“La mayoría para la unidad nacional que había apoyado a este gobierno desde su creación dejó de existir. El pacto de confianza en el que se basa la acción de este gobierno ha desaparecido”, explicó Draghi al anunciar su renuncia.
“Desde mi discurso en la toma de posesión en el Parlamento, siempre he dicho que este Ejecutivo se mantiene al poder solo si tiene el objetivo claro de llevar a cabo el programa de gobierno que las fuerzas políticas aprobaron con el voto de confianza (...).
Esas condiciones ya no existen hoy”, agregó el funcionario, quien llegó al cargo en febrero de 2021, convocado por Mattarella —presidente desde 2015, reelegido este año—.
La renuncia de Draghi queda en suspenso, pues este debe ir al Parlamento a explicar por qué quiere abandonar el cargo. Como explicó Daniel Verdú en El País, esto se pospondría, por lo menos, hasta el miércoles, pues el jefe de Estado viajará el lunes y martes a Algeria para cerrar acuerdos de suministro de gas, una de las prioridades en medio de la crisis energética desatada por la invasión rusa a Ucrania.
Analistas consultados por la AFP aseguran que el jefe de Estado se negó a aceptar la dimisión del primer ministro porque no quiere anticipar las elecciones legislativas, programadas para inicios de 2023. Así, mientras Draghi comparece ante el Parlamento, Sergio Mattarella seguramente buscará alternativas de gobierno.
Como señala Verdú, no alargar la legislatura hasta el próximo año convendría a la ultraderechista Giorgia Meloni, lideresa de Hermanos de Italia, pues su colectividad tiene hoy alrededor del 25 % de apoyo, según los sondeos. Si la coalición de derecha sigue unida (con La Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia), el Ejecutivo pasaría a manos de esta corriente.