Sayco Acinpro
CRECEN LAS CRÍTICAS Y EL INCONformismo con Sayco Acinpro. Esa entidad dice proteger los intereses de los autores y compositores, pero parece que no está cumpliendo su finalidad como rezan sus estatutos y como alguna vez sí sucedió.
Aseguran los supuestos beneficiarios que los centavitos que les llegan no se compadecen con los ingresos que esta frondosa burocracia recibe mensualmente, que le han permitido un crecimiento exponencial. Los mecanismos de recaudo se han convertido en una carga para aquellos lugares que amplifican la música —así sea ambiental e inaudible en algunos casos—, llegando a excesos de clavar despiadadamente a salones de belleza y otros sitios de escasa aglomeración de público, que son multados sin derecho al pataleo.
Los artistas, a su vez, reclaman lo que en justicia les pertenece sin tantas deducciones, retenciones y gastos de funcionamiento, y que en Sayco Acinpro sean claros y cumplidos con sus liquidaciones. Son muchísimos los casos de compositores que han muerto en la miseria a la espera de lo que les corresponde y otros —los más— han tenido que pedir limosna para poder subsistir.
Se habla también de una precaria atención médica y hospitalaria, y de las rogativas que hay que hacer para obtener una cita y más aún unos medicamentos.
Los beneficiarios son víctimas de un régimen impositivo e inapelable que se ejerce de manera dictatorial y hasta desalmada. Sin embargo, le tienen pánico a hablar, temerosos de las retaliaciones que puedan sobrevenir, creando una especie de silencio que se manipula maquiavélicamente.
Se presentan índices y balances que no se entienden y en los que no caben los pataleos, porque son aprobados a pupitrazo limpio por una élite que nos recuerda a las célebres “corbatas” del sector oficial.
Y a todas estas, ¿cuál es la entidad gubernamental que tiene a su cargo vigilar y supervisar esta institución, que pareciera funcionar cual rueda suelta sin fiscalización alguna?
En estos momentos en que se habla de revisar las cargas contributivas de quienes ganan menos y proteger a estos sectores para que sean más productivos, es oportuno y necesario echarle un ojo avizor a los que dicen velar por nuestros artistas.
Si Sayco Acinpro no les reconoce lo que bien se merecen, que entonces les apruebe sendas burbujas blindadas para cuidarse de cualquier guitarrazo de un autor de música de despecho o de una ranchera desesperada con balazo incluido…