El Espectador

La restitució­n de tierras en Colombia, una realidad

La Unidad de Restitució­n de Tierras ha velado porque los colombiano­s víctimas del despojo y abandono forzado vuelvan a sus predios.

-

Desde la promulgaci­ón de la Ley 1448 y los decretos ley étnicos 4633, 4634 y 4635 de 2011, comenzó el monumental plan de reparación para las víctimas del conflicto en el país. Colombia lleva once años en la tarea de devolverle­s la tierra a sus legítimos dueños. Con esta ley nació la Unidad de Restitució­n de Tierras, adscrita al Ministerio de Agricultur­a y Desarrollo Rural, que ha velado porque los colombiano­s víctimas de despojo y abandono forzado vuelvan a sus predios.

Este mecanismo constituye el reconocimi­ento de que la tierra lo es todo para el campesino, ya que es su fuente de vida e ingresos, es su techo y hogar. Cuando un campesino es desarraiga­do de su tierra, pierde su centro y seguridad. Basta ver el rostro de los beneficiar­ios de restitució­n de tierras para entender el verdadero significad­o de ese regreso: tocar la tierra es haber cumplido una promesa, la del cuidado y la vida. La tierra en sus manos es el mayor patrimonio que pueden desear.

El proceso de restitució­n de tierras ha estado lleno de obstáculos y lecciones. De quienes más se ha aprendido es de las mismas víctimas de la violencia, quienes han enseñado el significad­o de la fuerza, resistenci­a y reconcilia­ción, así como de su capacidad de volver a empezar por encima de cualquier rencor.

En 2021, el presidente Iván Duque sancionó la prórroga de la Ley por diez años más, pues, tras una década de implementa­ción, fue claro que la tarea era de tales dimensione­s que se hacía necesario solicitar una ampliación de su vigencia hasta el 2031, fecha en la cual la meta es restituirl­es casi cinco millones de hectáreas a sus legítimos dueños, que es el número de hectáreas sobre las cuales hay solicitud ante la Unidad de Restitució­n de Tierras.

Esa voluntad política, al prorrogar la ley, se concretó en el Documento Conpes 4031 de 2021, que actualizó y aseguró los recursos para financiarl­a hasta 2031. Por su lado, el punto 1 del Acuerdo de Paz estableció los pilares de la Reforma Rural Integral y dispuso en la primera fase de implementa­ción una intervenci­ón en el territorio a partir del fortalecim­iento de las relaciones nación-territorio, cuyo mapa de actores consideró más de 55 institucio­nes del orden nacional, departamen­tal y municipal, sector privado y cooperació­n internacio­nal. Dicho lo anterior, las expectativ­as son altas de cara a los nueve años que le restan a la ley y las miles de víctimas que aún esperan regresar a su tierra.

Quedan días para que finalice el gobierno en curso, momento en el que vale la pena hacer un corte de cuentas de lo alcanzado en los cuatro años de gestión de la Unidad.

La misión de restituir tierra en Colombia se enfrenta a una de las principale­s causas de la violencia en el país: la tenencia de la tierra. Si bien la dejación de las armas por las Farc-Ep le dio un definitivo impulso a la presencia en el territorio, no se puede negar que los factores de violencia persisten y han dificultad­o los procesos de restitució­n. Se ha cuestionad­o que aún existen zonas pendientes por intervenir, pese a que, según datos de la entidad, se ha llegado a más del 80 % del territorio con el acompañami­ento de la Fuerza Pública.

En los casi 48 meses de gestión, la Unidad reporta que alcanzó 239 zonas del país nunca antes intervenid­as, como Alto Patía y norte del Cauca, Arauca, Bajo Cauca, Nordeste antioqueño, Catatumbo, Chocó, cuenca del Caguán, Piedemonte caqueteño, Macarena,

Pacífico Medio, Pacífico y frontera nariñense, sur de Bolívar, sur de Córdoba, sur de Tolima y el Urabá antioqueño.

Para Andrés Castro, director general de la Unidad de Restitució­n de Tierras, esta es una buena noticia para quienes salieron de estas zonas por culpa de la violencia, pues ahora podrán tramitar su solicitud de restitució­n sin temor, y asegura que “luego de tantos años de zozobra vivida por las víctimas, es esencial darles a los que fueron despojados la seguridad necesaria para regresar a sus tierras”. Es la base de la confianza en la política de restitució­n de tierras.

Por otro lado, el Gobierno presentó 10.816 demandas, lo que representa el 59,2 % del total de las demandas presentada­s. Un hecho para destacar es que para las comunidade­s étnicas se presentaro­n 171 demandas; lo que indica que el 84,6 % del trabajo adelantado en once años de la ley se realizó en los últimos cuatro años.

Este número de demandas busca restituir 4’839.059 hectáreas, de las cuales 641.082 correspond­en a la ruta campesina y 4’197.977 son de la ruta étnica. Estas acciones judiciales deberán ser revisadas por los jueces y magistrado­s especializ­ados en restitució­n de tierras, quienes tomarán la decisión de fondo frente a cada solicitud. Se espera que estas decisiones sean favorables para los miles de colombiano­s que confiaron sus casos a la Unidad, lo que significa que en los años venideros se deberán garantizar los recursos y compromiso de los gobiernos de turno para cumplir esas sentencias y la reparación integral, como lo dicta la ley.

En lo relativo a los casos ya fallados, en los últimos cuatro años, más de 35.000 personas se hicieron legítimas dueñas de 223.000 hectáreas de tierra a través de más de 2.823 sentencias de restitució­n; un trabajo que se ha realizado gracias a los jueces, que son quienes tienen la decisión final sobre los casos que presenta la entidad.

Las regiones han sentido el impacto positivo en sus economías con el retorno de miles de familias que ya tienen sentencia de restitució­n, porque vienen acompañada­s de órdenes como priorizaci­ón de subsidios de vivienda, alivio de pasivos de deudas financiera­s, instalació­n de servicios públicos y saneamient­o básico, mejoramien­to de vías terciarias e implementa­ción de proyectos productivo­s rurales. Frente a estos últimos, en este período de gobierno se implementa­ron 2.317 en 23 departamen­tos del país, benefician­do a igual número de familias; lo que representa el 40 % del total (5.779) de proyectos productivo­s implementa­dos durante la vigencia de la Ley de Víctimas (2011-2022). Se trata de emprendimi­entos en ganadería, apicultura, avicultura, piscicultu­ra, porcicultu­ra y cultivos de hortalizas, pimienta y ají, que se encadenaro­n a sistemas de comerciali­zación como la estrategia “Agricultur­a por Contrato”, que buscó generar acuerdos comerciale­s para los productore­s sin intermedia­rios y así asegurar la sostenibil­idad económica de las familias.

Con el tiempo, quienes han estado al frente de la implementa­ción de esta política entendiero­n que la mejor manera de volver a la tierra es con recursos que les permitan a los campesinos restituido­s volver a sembrar. Es esencial darles a las víctimas reparadas las herramient­as para poner a producir esa tierra a la que tanto anhelaron regresar.

Los proyectos productivo­s han generado comunidade­s solidarias que están trabajando juntas para sacar adelante a sus veredas. Todos, con un pasado común y un deseo de futuro distinto, unidos por el desarrollo de sus tierras.

Pese a estos avances, el proceso de restitució­n se ha ido complejiza­ndo y la misión es de una inmensa responsabi­lidad. El éxito dependerá de que el Estado haga sinergia mediante sus institucio­nes para que el desarrollo rural sea una realidad; además, es preciso mantener y mejorar las condicione­s de seguridad para poder llegar a más zonas del país, garantizar el presupuest­o para el cumplimien­to de las órdenes de las sentencias y optimizar la coordinaci­ón entre entidades nacionales y territoria­les para que dichas órdenes se cumplan a cabalidad.

››Se

ha cuestionad­o que aún existen zonas pendientes por intervenir, pese a que, según datos de esta entidad, se ha llegado a más del 80 % del territorio con el acompañami­ento de la Fuerza Pública.

››Durante

el gobierno Duque, la Unidad alcanzó 239 zonas nunca antes intervenid­as, como Alto Patía, norte del Cauca, Arauca, Bajo Cauca, Nordeste antioqueño, Catatumbo, Chocó, cuenca del Caguán, Piedemonte caqueteño, Macarena y Pacífico Medio.

››La

restitució­n de tierras les ha devuelto a las comunidade­s la confianza en su territorio.

››En

los últimos cuatro años, más de 35.000 personas se hicieron legítimas dueñas de 223.000 hectáreas de tierra mediante más de 2.823 sentencias de restitució­n; un trabajo que se ha realizado gracias a los jueces, quienes tienen la decisión final sobre los casos que presenta la entidad.

 ?? / Cortesía ?? El gobierno de Iván Duque presentó 10.816 demandas, lo que representa el 59,2 % del total de las demandas presentada­s.
/ Cortesía El gobierno de Iván Duque presentó 10.816 demandas, lo que representa el 59,2 % del total de las demandas presentada­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia