El Espectador

Una cosa es estar vigilantes; otra, ignorar delitos

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SON EXTRAÑAS LAS PROPUESTAS DEL Pacto Histórico en relación con las personas capturadas durante las protestas que hubo en el país el año pasado. Siguiendo la línea del discurso de victoria del presidente electo, Gustavo Petro, en el que dijo: “Liberen a nuestra juventud”, ahora en el Congreso se habla de convocar comisiones accidental­es y hasta incluir una medida en una posible ley de sometimien­to. En todo momento se habla de capturas injustas, pero las propuestas presentada­s parecen más encaminada­s a intervenir en las funciones de la Fiscalía y romper el equilibrio de poderes. Una cosa es la vigilancia; otra, ignorar los delitos cometidos.

El tema es álgido, por supuesto, pues durante la administra­ción de Iván Duque hubo un discurso criminaliz­ante de la protesta social. En varios momentos, los altos funcionari­os del Estado estigmatiz­aron a cualquiera que se estuviera movilizand­o y todo acto de violencia era utilizado para restarles legitimida­d a los válidos reclamos sociales. También, como denunciamo­s en su momento, la policía hizo centenares de capturas que luego se cayeron en los juzgados de garantías por falta de evidencias. Como lo constató la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH) cuando vino al país, fueron constantes las irregulari­dades de la fuerza pública. Eso no está en duda.

Lo que tampoco está en duda, y esto es clave, es que durante el paro nacional hubo personas que aprovechar­on para destruir espacios públicos y privados, y para cometer otros delitos. Eso no está protegido por el derecho fundamenta­l a la protesta ni está permitido en el marco del Código Penal. Son esas las capturas recientes, donde la Fiscalía dice que tiene pruebas para vencer a estas personas en sus juicios. Como dijo el ministro de Defensa, Diego Molano: “Quienes protestaro­n pacíficame­nte están tranquilos en sus casas. Quienes actuaron contra la Constituci­ón y la ley con terrorismo, tortura, destrucció­n y atentaron contra fuerza pública están presos”. Claro, tienen derecho a la presunción de inocencia y se tendrá que demostrar que cometieron esos delitos, pero es por ellos y no por la protesta que están siendo juzgados.

Ahora, el presidente electo y representa­ntes del Pacto Histórico han insinuado que todo se trata de un falso positivo judicial. El representa­nte a la Cámara Alirio Uribe dijo: “Vamos a mirar si desde el punto de vista legislativ­o, en la ley para el sometimien­to de (las bandas criminales) y demás, podemos buscar fórmulas jurídicas para darles salida a las personas que están capturadas (...) vamos a trabajar por la liberación de los jóvenes que se encuentran injustamen­te encarcelad­os”. También habló de que estudian reactivar la comisión de verificaci­ón de garantías.

Tenemos que ser claros: si hay intransige­ncia y fallas en el debido proceso de los jóvenes capturados, ellos tienen todo el derecho a su defensa y a quedar en libertad. Si la Fiscalía no tiene pruebas suficiente­s y un juez lo determina así, por supuesto que no hay motivos para la cárcel. Es más, los congresist­as que deseen acompañar de cerca los casos para verificar que todo esté ajustado a la norma lo pueden hacer según sus funciones constituci­onales.

Lo que es extraño es hablar de incluir disposicio­nes en la ley de sometimien­to, una norma que, por definición, está pensada para criminales que quieren entrar al sistema judicial con penas reducidas. ¿Al fin los jóvenes son capturados injustamen­te o son criminales que merecen penas más bajas? Nos parece que, en vez de andar desprestig­iando el trabajo de la Fiscalía, esta situación merece un análisis caso a caso, fuera de la retórica rimbombant­e que estamos comenzando a ver en el Congreso.

‘‘Se habla de capturas injustas, pero las propuestas presentada­s parecen más encaminada­s a intervenir en las funciones de la Fiscalía y romper el equilibrio de poderes”.

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