“Siempre algo dentro de mí no me dejaba tocar fondo”
Desde 2008, Todo Copas, agrupación de hip-hop, organiza el Festival de Arte Callejero, que busca dignificar a los habitantes de calle, acercando la música y el arte a esta población.
Usted logró superar su etapa de habitabilidad de calle gracias a la música, sobre todo al rap. Hablemos un poco acerca de esto.
Yo por diferentes circunstancias de la vida quedé huérfano a los doce años, tanto de papá como de mamá. Estaba solo con mi mamá y ella falleció cuando tenía doce años. Nosotros vivíamos en un sector que era conocido como el Cartucho. Pasé por algunas instituciones, pero como que no me amañé en ninguna, entonces empecé a habitar la calle. Debido a eso pasé por muchas circunstancias difíciles, por hambre, por necesidad, por sentirme como un cero a la izquierda en la sociedad. En algún momento llegué a perder todo tipo de esperanza de que iba a lograr algo en la vida. Tiempo después conozco al difunto padre Javier De Nicoló, que tiene una institución en donde me dieron la oportunidad de empezar a estudiar, de tener un techo, y a pesar de toda mi renuencia me di cuenta de que tenía que aceptar algo así porque si no, iba a estar mal. Ya estando en esta institución comienzo a conectarme más con el rap, con el freestyle, entonces comienzo a hacer improvisaciones.
¿Qué le enseñó la calle?
A sobrevivir, a no confiar, a reconocer la resiliencia de sus habitantes, a reconocer las oportunidades, a enfrentar la adversidad, a no evadir los problemas cuando uno es el mismo causante de estos, a no evadir las responsabilidades y el autocompromiso. La calle también me enseñó que es dura como un “berraco”; es difícil, pero también tiene un lado muy humano que es el que está constituido por muchas personas que han llegado a la calle por diferentes situaciones adversas de la vida, quienes también están buscando una luz y ese camino que les ayude a salir de esa situación. También hay personas que están ahí por decisión propia y por gusto, que ven la calle como su único mundo y no quieren salir de ahí,* y es algo muy respetable y también valioso porque es renunciar y ser una persona que dice: “no soy de este sistema”.
Durante su etapa en la calle para sobrevivir usted llegó a vender sustancias psicoactivas, y aunque también consumía, no llegó a quedarse ahí como un adicto…
Sí tuve períodos de adicción, decir que no sería mentirte, sí los tuve, pero los pude superar.
¿Cómo?
Con la música, por ejemplo. Cuando estuve fuertemente pegado a una sustancia, veía que en el rap no se me veía bien llegar todo vuelto nada a una presentación o a una improvisación o a un escenario, también veía que muchos de mis amigos que me estaban tendiendo una mano en ese momento, me empezaban a perder la fe, porque veían que yo como que ni para un lado ni para otro, sino como estancado. El darme cuenta de todas esas situaciones me hizo como querer abrir los ojos. Y si bien mi estilo de habitar la calle fue un estilo en el que no llegué a cargar un costal o a estar sucio, habité la calle, pero siempre tenía ese llamado dentro de mí de no dejarme hundir, entonces siempre buscaba un espacio donde bañarme, fuera la casa de alguien, una institución del Distrito, había varias oportunidades o personas o amigos o instituciones que me ayudaban con eso (…) Entonces, siempre algo dentro de mí no me dejaba tocar fondo.
Las letras de “Todo Copas” están cargadas de un fuerte contenido social. ¿Por qué?
Porque nuestro trabajo es muy social. Nosotros no nos quedamos solo en las canciones, sino que también pasamos a las acciones como con el Festival de Arte Callejero, pero sí creemos que el rap es una herramienta para llevarle el mensaje a muchas personas sobre lo que desconoce. Entonces, a veces mucha gente ni se imagina lo que está pasado a su alrededor y nosotros podemos decirles: “mira aquí pasan cosas”. Mensajes también de nuestra forma de pensar frente a la política, pero no a la política politiquera, sino como ser político, como nosotros humanos y habitantes de esta sociedad, que debemos adoptar una posición política más no partidista (…) Entonces es como llevar esos mensajes fuertes y recalcarlos para que muchas personas puedan salir de sus burbujas, puedan reconocer esa realidad o si ya la reconocen puedan ahondar en la necesidad y en la importancia que tiene reconocer que no todos tenemos las misma oportunidades.