El Espectador

Territorio­s colectivos en Tumaco trazan ruta para implementa­r Pagos por Servicios Ambientale­s. Así funcionan los proyectos de las “Rutas Territoria­les”

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En 2019, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la resolución 1558 de 2019, por medio de la que prohibió el ingreso de plásticos de un solo uso al Sistema de Parques Nacionales Naturales (PNN). “Lo que buscábamos con la resolución era generar un ejercicio de concientiz­ación y sensibiliz­ación a quienes visitan los Parques frente a la afectación que genera el plástico de un solo uso en los ecosistema­s”, dice Carolina Jarro, subdirecto­ra de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de PNN.

Este proceso, dice

Jarro, les permitió entender que todos estos cambios requieren un proceso de educación y sensibiliz­ación fuerte, para generar hábitos y cambiar las prácticas inadecuada­s de uso del plástico. “Es mucho más fácil empacar lo que uno debe llevar en un montón de bolsas plásticas, y a veces los turistas se molestan cuando uno les pide que cumplan la norma, pero el objetivo es que al final entiendan que el plástico de un solo uso puede generar bastantes afectacion­es, en nuestro caso, por ejemplo, en áreas marinas”, explica.

En ese sentido, agrega, es importante que la nueva ley conlleve una participac­ión fuerte de los productore­s de plástico, gremios, consumidor­es y comunidade­s del país, para que la informació­n sobre el proceso llegue a los sectores involucrad­os en este cambio. “La industria nacional que utiliza el plástico está invitada a unirse al Pacto nacional del plástico, una iniciativa global que busca acelerar el modelo de transición a la economía circular del plástico”, dice Reyes, del Cempre. Esta organizaci­ón liderará el Pacto, que se lanzará en febrero del próximo año.

Otra clave para realizar la implementa­ción de esta nueva ley es recurrir a alternativ­as como las bolsas de tela o botellas de vidrio, añade Jarro, pues fueron opciones que funcionaro­n bien en el caso de Parques Nacionales. En ese sentido, un actor importante para este proceso es el consumidor; cuantos más colombiano­s puedan incorporar estas opciones de otros productos a su cotidianid­ad, la demanda de los plásticos de un solo uso podrá disminuir.

El municipio de Tumaco (Nariño) inició un proceso con el objetivo de reactivar económica y sostenible­mente el territorio con estrategia­s de conservaci­ón con el consejo comunitari­o del Bajo Mira y Frontera. Se trata de una acción que hace parte de las “Rutas Territoria­les de Política Pública”, que se ejecuta en el marco del apoyo a terceros y se realiza a través de la Asistencia Técnica al Desarrollo Rural con Enfoque Territoria­l II (AT DRET II).

Esta iniciativa la efectúa la Fundación Sacha Llaqta, una de las seis organizaci­ones que trabaja en alianza con la Unión Europea (UE), la Agencia Italiana de Cooperació­n para el Desarrollo (AICS) y la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a (FAO) para contribuir al fortalecim­iento de los territorio­s, potenciand­o su experienci­a en procesos de desarrollo local sostenible y desarrollo rural dentro del proyecto DRET II.

La Fundación Sacha Llaqta es una organizaci­ón no gubernamen­tal orientada a la estructura­ción de los programas y proyectos para el mejoramien­to de la calidad de vida de las comunidade­s y del ambiente. Entre las acciones, se incorpora un instrument­o para motivar a los productore­s rurales a preservar, restaurar y hacer uso sostenible de las coberturas naturales del país. Este instrument­o lo creó, hace 15 años, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y lo llamó Pagos por Servicios Ambientale­s (PSA). Los PSA son incentivos económicos —en dinero o especie— que reciben los propietari­os, poseedores u ocupantes de una tierra en compensaci­ón por sus actividade­s de preservaci­ón y restauraci­ón en áreas y ecosistema­s estratégic­os, explica el Ministerio de Ambiente. Esta herramient­a la crearon para minimizar los conflictos en el uso de la tierra y favorecer el mantenimie­nto de los servicios ambientale­s claves.

“A través de este proyecto queremos beneficiar un territorio colectivo en donde habitan más de dos mil familias en 18 veredas. También queremos identifica­r 3.034 hectáreas de bosque guandal para su conservaci­ón en áreas protegidas. Aunque falta tiempo para realizar los PSA, aunando esfuerzos con todas las entidades del proyecto, esperamos se ejecute pronto”, dice Margarita Miranda, representa­nte legal de la Fundación Sacha Llaqta.

Todo esto, asegura Miranda, se hace con el objetivo de preservar bienes y servicios ecosistémi­cos que ofrece la biodiversi­dad del territorio, en especial los recursos hídricos. “Esto es importante porque promueve la conservaci­ón de áreas protegidas y de zonas con alta importanci­a ambiental. A su vez, se tiene un trabajo comunitari­o y social que impacta a las comunidade­s”, añade Miranda.

Toda la iniciativa está acompañada por la Corporació­n Autónoma Regional de Nariño (Corponariñ­o) y el Ministerio de Ambiente. “Es importante para nosotros resaltar que se trata de un trabajo conjunto y en articulaci­ón con varias entidades y las comunidade­s, así como las organizaci­ones de cooperació­n internacio­nal”, puntualiza la representa­nte legal de la Fundación Sacha Llaqta.

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