‘Para Carlos Rojas, en el arte se expresa lo sagrado’
La muestra en homenaje al artista Carlos Rojas con motivo de los 25 años de su muerte, estará abierta hasta el 3 de septiembre en la Galería El Museo.
Esta es una exhibición en homenaje a Carlos Rojas. Desde su perspectiva, ¿cuál es el aporte más grande de este artista para la historia del arte colombiano?
Los aportes de Carlos Rojas son muchos y todos son de gran importancia. Es un artista que todavía tiene que ser más estudiado y apreciado en el país para que se comprenda mejor el alcance de su abarcadora reflexión. Colombia aún no ha atendido con profundidad el legado de sus grandes artistas abstractos, cuestión que interpreto tiene que ver con la historia extensa de su problemática sociopolítica. Por razones lógicas, en contextos como el nuestro se favorece ante todo el análisis visual y filosófico relacionado con la inmensa producción que han abordado documentos dedicados al conflicto. La fragilidad de la situación lo exige así, pero se deja de percibir en esta urgencia la aproximación tan valiosa que ofrece la mirada de los artistas abstractos al discernimiento de los mismos laberintos que tratan de esclarecer las indagaciones de mayor carga figurativa. Al tiempo se deja de enfocar el vuelo abstracto de esas opciones.
Cuando es trascendente, la mirada abstracta es integral. La mirada de Carlos Rojas es compleja e ilustrada. Es esencialmente americana. Maduró en Colombia y en América del Sur, cuando el artista reunió las lecciones de la abstracción que conoció en los Estados Unidos y en Europa con la herencia prehispánica y colonial. Todo ello a la luz de las lecciones que le otorgaron su encuentro profundo con la naturaleza y su refinada inclinación mística.
Esos encuentros maravillosos de valores que produjo Carlos Rojas tienen significativos nutrientes. El artista fue un amante de la ciencia, de la geometría, de la historia del arte, de la filosofía, de la teología, del diseño, de la arquitectura, de la literatura, de la música y de las más variadas expresiones de la creación popular. No se ha visto aún la enorme significación que la obra de Carlos Rojas tiene en el contexto americano, precisamente porque Colombia no ha terminado de reconocer, desde la originalidad que conduce el contexto, la inmensa proporción que tiene la obra de este creador. La* lectura responsable del primer contexto es decisiva para que las que crecen en otros lugares sean realmente valiosas y propositivas.
El texto curatorial dice: "En la comprensión del artista, Dios es el nombre de lo bello y lo bello es verdadero", ¿cómo se encuentra este concepto en las obras expuestas?
No hay obra de Carlos Rojas que no sea un homenaje a los órdenes divinos. Su compleja comprensión de lo real y del tiempo-materia-vacío nace de su conexión con lo sagrado. El arte, para Carlos Rojas, es el territorio en el que se expresa lo sagrado.
¿Por qué llamar a este homenaje “Un canto”?
Tuve un impacto enorme cuando leí al comienzo del informe de la Comisión de la Verdad sobre el testimonio del hombre que habla del tiempo en el que los pájaros no cantaban. Esa es una imagen potente del acallamiento. La vida más delicada se silenció ante la atrocidad, pero en ese momento muchos creadores elevaban una canción que reivindicaba la vida y al daño inaceptable que se le había hecho. En las series que se encuentran en Un
canto se puede entender mejor la dimensión social y política de Carlos Rojas. Muchos tienen el prejuicio de que los artistas abstractos están desconectados de la realidad. Lo cierto es que están conectados de una manera esencial, profunda y abarcadora. Carlos Rojas no daba respuesta alguna cuando le preguntaban sobre el desinterés de su trabajo por la complicada situación política colombiana. Sentía que cualquier explicación que ofreciera sería incomprendida.
El texto habla de la exploración de su período maduro, ¿qué características se pueden encontrar en la evolución de la obra de Rojas?
El último período de la obra de Carlos Rojas revela a un gran maestro. Hay muchas lecciones asimiladas en su trabajo, una admirable originalidad construida a partir de ellas, una valoración del contexto única y riquísima, una comprensión trascendente de lo sagrado, una fe en el arte y en la cultura muy fortalecida y, por lo mismo, una esperanza ejemplar en el avenir, a pesar de la gravedad de las circunstancias históricas que marcaron la mirada del artista.
Algunas de las obras de Rojas dialogan con las de Santiago Cárdenas, ¿qué aspectos configuran este diálogo?
Para la investigación, ha pasado desapercibido el diálogo tan enriquecedor que cultivaron Carlos Rojas y Santiago Cárdenas durante décadas, así como el enorme aporte que la mirada y formación de Santiago Cárdenas significó para la renovación de la enseñanza de las artes visuales en el país, entre otras cosas. Carlos Rojas estudiaba con pasión el legado de Bauhaus cuando Santiago Cárdenas regresó a Colombia, después de concluir su posgrado en pintura en la Universidad de Yale.
En Yale, Santiago Cárdenas conoció la propuesta docente de quien se dice fue el maestro que hizo la síntesis más luminosa de las búsquedas académicas de Bauhaus, lo que lo dotó de un conocimiento sistematizado de los principios de la abstracción. Hubo muchos puntos de encuentro y de exploración común entre Santiago Cárdenas y Carlos Rojas.