El diferente
En el mundo del fútbol siempre se ha hablado del jugador diferente, como si hubiera uno que tuviera tres piernas o dos cabezas. Pero sí, de cuando en cuando aparece uno distinto a la media de todos los demás.
Luis Díaz es un jugador colombiano diferente. Creo que desde los mejores –aunque pocos– años de James no veíamos a uno que inspirara tanta confianza como el guajiro. Es que casi siempre nuestros mejores hombres, salvo contadas excepciones, como el Tino Asprilla y el Pibe Valderrama, han sido sinónimo de sufrimiento, de ganarse todo lo glorioso apenas pasando la delgada línea que divide al normal del consagrado.
Pero Díaz tiene algo más. Responde a la exigencia de sus entrenadores, que lo han hecho evolucionar en lo que lleva en el Liverpool de gran manera. La gran tarea era, es, convertirlo en un extremo con gol, como lo era Sadio Mané, todo un estigma para la institución.
Para eso le han trabajado psicológica, física y técnicamente en la toma de decisiones, en la variedad de posibilidades para sorprender a sus rivales. Si algo se le podía mejorar era que a veces se hacía predecible con su enganche hacia adentro, de magnifica factura técnica, o que se quedaba pegado en la banda izquierda. Hoy Luis Díaz es un atacante moderno en todo el sentido de la palabra.
Y es que Díaz no llegó al Liverpool por un capricho del entrenador o por ser el mediático del momento. La data, trabajo que le analizaron desde que estaba jugando en Júnior, correspondía con lo que el técnico Klopp buscaba. Ese factor les da un plus de tranquilidad tanto a él como a sus jefes, pues el soporte de la evidencia hace que se ahorre el tener que demostrarles de lo que es capaz.
La nominación al Balón de Oro es más que merecida y aunque será difícil que se lo gane, en condiciones normales será una costumbre el hecho de estar entre los mejores del mundo. Como también dobletes como el del sábado pasado serán cosa frecuente.
Es así como el profesor Néstor Lorenzo puede estar tranquilo. Su labor será la de armar un equipo en todo el sentido de la palabra. De marcar diferencias se encargará el diferente, Luis Díaz.