El disgusto por la “convocatoria” de científicos de Petro
A principios de agosto, el presidente hizo una “convocatoria” para que quienes tuvieran doctorado se inscribieran para “contribuir” con el Gobierno. Los resultados causaron varias molestias entre los investigadores.
El 10 de agosto el presidente Gustavo Petro hizo un anuncio en Twitter que generó una gran expectativa entre los científicos del país: “Para todo ciudadano o ciudadana con título de doctor en Colombia o en el extranjero, que quiera colaborar con la conducción del Gobierno, abrimos este link para que se pueda inscribir”, escribió.
No dio muchos detalles de la propuesta, pero, en medio de las dudas que generaba, más de 20 mil personas se animaron a participar (20.349, para ser exactos). Algunos lo hicieron con la esperanza de contribuir o trabajar en este nuevo Gobierno. Otros, en medio de la incredulidad que les causaba una convocatoria sin reglas claras. A diferencia de las que solían encontrar en el Ministerio de Ciencia, en donde detallan los objetivos, las carreras a las que está dirigida, los recursos disponibles o los criterios de evaluación, en esta ocasión no había muchos pormenores.
Entre los requisitos que pedía Presidencia estaba llenar un formulario con los datos personales, enviar su título de pregrado y de PhD, mostrar algunas de sus publicaciones, su experiencia laboral y en qué sectores podía trabajar. También debían responder preguntas como las siguientes: ¿Por qué considera usted que debe trabajar en el Gobierno del cambio? ¿Qué considera usted que puede aportarle al Gobierno del cambio? ¿En qué sector o entidad considera que puede aportar su experiencia y conocimiento?
Quienes se animaron a participar recibieron la respuesta del proceso hace pocos días. A 18.370 les llegó a sus correos una escueta frase: “Cordial saludo. Agradecemos su interés en participar, no obstan te, le informamos que no ha sido seleccionado. Muchas gracias. Presidencia de la República”.
El mensaje no cayó nada bien entre muchos investigadores por diversas razones. Andrea Guzmán, que está culminando su doctorado en astrofísica en la U. de Berna, señaló algunas en Twitter: “Yo creo que nos inscribimos no con el ánimo de obtener un puesto en el Gobierno, pero sí para que supieran que estamos aquí y que podemos aportar desde diversos frentes al país (...) La respuesta de que ‘no hemos sido aceptados’ es rara, porque nunca se supo para qué cosa seríamos aceptados”.
“Se supone que la convocatoria era para ‘aportar a la construcción de un nuevo país’. ¿Con qué criterio les dicen a las personas que no fueron seleccionadas? ¿Por qué si la gente se inscribió voluntariamente no puede aportar? ¿Acaso era convocatoria de trabajo y nadie se enteró?”, apuntó, por su parte, en esa red social, la médica y PhD en epidemiología Zulma Cucunubá.
A esos interrogantes se sumaron otras dudas que surgieron cuando Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), publicó las primeras cifras que había dejado ese ejercicio (ver infografía). De las 1.979 personas seleccionadas, el 70,3 % eran hombres y solo el 29,7 %, mujeres. Además, la gran mayoría de los elegidos (1.347) pertenecían a ingeniería. Los seguían los abogados (296), los economistas (178), los administradores de empresas (99) y los contadores (99).
“¿Solo 30 % de los doctorados seleccionados son mujeres. ¿A qué se debe esa desigualdad?”, trinó Ana Maria Tribín, PhD en economía. “Ni un solo doctor/doctora en ciencias básicas. El mensaje (otra vez) es claro. Si tienen talento para la investigación en física, matemáticas, biología u otras ciencias básicas, bien puedan aportar a la construcción de un país distinto (a Colombia)”, añadió Juan Diego Soler, PhD en astrofísica.
Enrique Forero, expresidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, tiene una buena manera de sintetizar lo que sucedió con ese llamado que hizo Gustavo Petro: “Desde que lo vi, me preguntaba qué pretendía el Gobierno con eso, porque no sabíamos si estaban haciendo una convocatoria y para qué la estaban realizando. ¿Para llenar a 20 mil personas de expectativas que no se van a cumplir? ”.
Mauricio Lizcano cree que la finalidad era clara desde que se difundió el mensaje: “El objetivo es vincular doctores al Gobierno, en empleos públicos, ministerios e institutos”, dice por teléfono a El Espectador. El siguiente paso, añade, será enviar las hojas de vida de las 1.979 personas seleccionadas a los ministerios y distintos institutos científicos para que sean estos lo que continúen con el proceso de contratación.
Pero, ¿cuál fue el filtro para elegir a ese grupo? ¿Qué criterios usaron? Como cuenta Lizcano, el “primer filtro” fue liderado por la directora de talento humano del Dapre y otros seis funcionarios de esa dependencia. El primer criterio que tuvieron en cuenta era que la persona tuviera doctorado. Luego “analizamos las respuestas a las preguntas que formulamos y los estudios realizados”.
Para el director del Dapre, la razón de haber elegido ingenieros, en su mayoría, es porque “necesitábamos más ingenieros en todos los ministerios”. Según dice, los que no fueron elegidos quedarán en una base de datos para colaborar en distintos proyectos a futuro. Aunque Lizcano quedó en enviarnos los documentos donde especificaban los requisitos y parámetros de elección de los candidatos, al cierre de esta edición no habíamos recibido nada.