El Espectador

Así está el Eln que llegará a hablar de paz con el gobierno Petro

Un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) revela que el grupo guerriller­o ha concentrad­o su actuar delictivo en cuatro puntos específico­s del país y tiene en sus filas más hombres de los que se contabiliz­aron durante 2019, según el Ministerio de

- FERNANDA TORRES TOVAR ltorres@elespectad­or.com @FERNANDATO­RREST

Pasaron cuatro años para que la intención de diálogo de paz del Ejército de Liberación Nacional (Eln) volviera a concretars­e. Aunque no están definidas las pautas para empezar la conversaci­ón, lo que ya se sabe es que hay unos acercamien­tos. Ocurrieron en cuanto llegó el mandato de Gustavo Petro con el discurso de “paz total”, ese mismo que la estructura guerriller­a reprocha porque considera que no deben ponerlos en el mismo rasero del Clan del Golfo y otras estructura­s delincuenc­iales. Además de las diferencia­s en el contexto del país, en esta oportunida­d de diálogos hay una fundamenta­l: el Eln llega a la mesa de negociació­n más robustecid­o, en especial en el ámbito militar.

Esa es la conclusión principal de un reciente informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP). Según la investigac­ión, para 2019, el Eln tenía en sus filas alrededor de 4.800 integrante­s, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa. Sin embargo, cifras de la misma cartera ministeria­l de 2022 muestran que ahora hay alrededor de 5.397 hombres, entre milicias y armados. Es decir, la estructura se robusteció, pese a los golpes que le propinó el gobierno de Iván Duque con capturas, desmoviliz­aciones y bajas en combate ocurridas entre 2019 y 2022.

A juicio de María Victoria Llorente, directora de la FIP, el panorama de reestructu­ración actual del Eln se puede entender en dos escenarios. Uno, en su fortalecim­iento militar, y el segundo, en el dominio del territorio. Esas dos acciones, según el informe, no se suelen cruzar. No obstante, es un punto para tener en cuenta a la hora de negociar con el actual Gobierno. “La negociació­n no está a la vuelta de la esquina por la forma en la que ellos entienden el diálogo y la negociació­n, pero con los dos formatos conocidos, el Gobierno debe asegurarse de negociar con una delegación del Eln y no con una figura debilitada del grupo”, explicó la directora.

En la región

El informe da cuenta que la estructura guerriller­a es “un actor determinan­te” en las dinámicas militares . En Arauca ha predominad­o su dominio militar y, además, ha logrado expandir su influencia y presencia en Boyacá, Casanare y Vichada, así como se tiene registro de que han ocupado espacios en Venezuela. En Chocó, el Eln pasó de liderar un proceso de expansión e intentar controlar las zonas de las extintas Farc en el Bajo Atrato, la Costa Pacífica, el Medio Baudó y Bajo y Medio San Juan, a defender los lugares en donde han hecho presencia como en el Alto Baudó, Atrato y el Alto y Medio San Juan.

Actualment­e, en esa zona se disputan las rentas del narcotráfi­co con el Clan del Golfo. En el Catatumbo su presencia es determinan­te, pero no hegemónica. La dinámica en esa zona es la de compartir el territorio con el Ejército Popular de Liberación (Epl), las disidencia­s del frente 33 y el Clan del Golfo. En el Cauca el Eln se enfrenta a un escenario dual. Mientras en zona rural ostenta un dominio histórico y un control sobre la población, en el centro del departamen­to y hasta la Costa Pacífica tiene disputas por el control del territorio y los corredores de droga con el frente Carlos Patiño de las disidencia­s de las Farc.

El reporte señala que, entre 2016 y 2021, la estructura guerriller­a ha concentrad­o su actuar en Norte de Santander, Cauca, Arauca y Chocó. Si bien el grupo tiene influencia en otros lugares, en la actualidad estos son los que tienen los escenarios de presencia militar y dominio de territorio más fuerte, “El Eln llega fortalecid­o porque, además de todo, el mismo discurso del Gobierno los fortalece, y no está del todo mal. Al contrincan­te hay que dignificar­lo. Nadie se va a sentar a una negociació­n de manera indigna, pero creo que es un riesgo que el Eln no vea claramente esta oportunida­d”, resaltó Llorente.

En materia económica, la principal fuente de financiaci­ón es el cobro de cuotas y vacunas sobre economías legales e ilegales en los territorio­s en los que hace presencia. Esa situación, a juicio del informe , le permite prescindir de alguna forma de la economía cocalera. En el Catatumbo extrae recursos del comercio, el mototaxism­o, el contraband­o de víveres, los préstamos gota a gota y, en este caso, sí usa las rentas del narcotráfi­co. En Chocó el panorama no es diferente.

En esa zona del país tiene un “portafolio tributario criminaliz­ado”. Tiene sus rentas divididas entre la coca, la minería ilegal y la tala de madera. Un panorama similar ocurre en Arauca además de la tributació­n, se mueve con el cultivo de coca y de amapola. Con lo anterior, la FIP aclara que la estructura tiene la capacidad para adaptarse a las dinámicas locales de donde hace presencia.

Llorente, en diálogo con El Espectador, insistió en que el Eln que se sentará a hablar con el gobierno Petro no es el mismo que se sentócon Santos. Resaltó que la principal diferencia es que ahora se habla de un “Eln empoderado y fortalecid­o en una zona importante del país con un despliegue al otro lado de la frontera con Venezuela”. Esta situación, a su juicio, puede elevar los requerimie­ntos de la estructura a la hora de negociar. “Puede ocurrir que se eleve la vara de las exigencias del Eln”, explicó Llorente .

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