Las dudas que deja el gobierno Petro sobre su agenda migratoria
La incertidumbre es notable: hay oficinas por llenar y otras que ya se llenaron, pero cuya cabeza despierta reservas entre expertos en el área de migración.
Lo que se sabe del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez frente a la migración es muy poco. La información disponible, dicen expertos en el tema, es la que se conoce por lo que se ha dicho en ruedas de prensa y lo que dejan ver los nombramientos que el presidente ha hecho. Nombramientos que, hay que decirlo, tardaron más de lo que se pensaba. La incertidumbre es notable: tras el primer mes de gobierno no se sabe qué pasará con la Oficina para la Atención e Integración Socioeconómica de la Población Migrante de la Presidencia, antes Gerencia de Fronteras, un cuerpo que estaba trabajando profundamente en la integración de migrantes.
Hace una semana exactamente Petro nombró al general en retiro Jorge Maldonado, quien dirigió la Casa Militar durante el segundo gobierno de Juan Manuel Santos, como la cabeza de Migración Colombia. El hecho de que sea alguien que proviene de las Fuerzas Armadas no tiene satisfechas a las personas conocedoras de las necesidades de la población migrante: urgía alguien que supiera del diseño de políticas públicas para la integración socioeconómica de los y las migrantes, y que les diera tranquilidad a las personas que se movilizan.
“A mí me sorprendió el nombramiento, pues Maldonado, ya que tengo cierta reserva con las fuerzas militares porque estas no son un cuerpo especializado para manejar el tema migratorio. Estas lo ven desde su enfoque de seguridad de las fronteras y de militarización de las fronteras, pero no tienen un enfoque de derechos humanos para poder tramitar todo lo que trae la inmigración y lo que esto implica. Desde mi perspectiva, y aclaro que no conozco a la persona que nombraron y sus habilidades, tener a un militar en esa posición me genera dudas sobre su enfoque dentro de Migración Colombia. A mí sí el tema de que sean personas militares me preocupa un poco por su visión de la migración”, señaló Lina Arroyave, abogada y magíster en derecho con énfasis en investigación de la Universidad Eafit, que trabaja en el área de investigación de Dejusticia.
Arroyave tiene sus razones para mostrarse precavida ante el nombramiento de Petro: en la pandemia, organizaciones de derechos humanos registraron una militarización de las fronteras y de espacios en general en toda la región que les resultaba exagerada. “Eran los militares quienes decían si podían entrar o no, y pues vimos muchos casos de violación de derechos humanos acá en Colombia. En Arauca, por ejemplo, se dio el volcamiento de una lancha que venía del lado venezolano, y en la frontera en Ecuador y Perú. La respuesta de los militares a esto no fue positiva. Atendieron la situación incluso con disparos al aire. Había niños y familias que se estaban desplazando, evidentemente no era la forma de manejar el caso”, resalta Arroyave.
Hay que recordar que estas personas se desplazan y se van de su país por temas políticos, sociales y económicos, también por acceso a la salud, alimentación y otros derechos: no es porque se quieran ir voluntariamente. “Esperemos que el enfoque de Maldonado se preste a la apertura. Igual con militares o sin militares, Migración Colombia es una institución compleja con la forma en la que maneja todos los procesos. Allá falta un enfoque de atención con derechos humanos, porque atienden una población en situación de vulnerabilidad y muchas veces la prestación de los servicios no es la más idónea”, resaltó la experta.
Sobre el enfoque que deberá tomar Migración Colombia y el gobierno Petro, Dejusticia presentó esta semana una serie de recomendaciones que plasmó en un documento elaborado por expertos de este centro de investigación, pero también por migrantes, personas refugiadas, retornadas y otras organizaciones locales.
Lo esencial, dice Arroyave, es saber qué pasa con la Oficina para la Atención e Integración Socioeconómica de la Población Migrante de la Presidencia; garantizar el debido proceso en los procedimientos sancionatorios que ocurren en Migración Colombia, porque a veces esta institución se extralimita y expulsa a personas sin razón, según señala la investigadora de Dejusticia, y aplicar el Estatuto de Protección Temporal para refugiados de otras nacionalidades para que se les garanticen los derechos fundamentales en territorio colombiano. A continuación, estas son las recomendaciones de Dejusticia para el nuevo gobierno.
››Una
de las preocupaciones que persiste es el debilitamiento del sistema de asilo y refugio que debe ser transformado para que puedan acceder a diferentes tipos de derechos.