Palabras y promesas presidenciales
“QUERÍA FINALIZAR TODOS LOS TRÁmites que me permitieran anunciar la inminente realización de una serie de obras que iniciarán la transformación de Buenaventura en un puerto moderno y una ciudad digna del puesto preeminente que tiene en la geografía y el plano económico de la nación”.
“Hoy puedo garantizarles a ustedes que tenemos los recursos para desarrollar un plan inmediato de mejoramiento de las actuales condiciones de la ciudad”.
“La modernización Buenaventura no podrá aplazarse por más tiempo. Las obras que vamos a iniciar dentro de breves días no son sino el anticipo de un plan mucho más vasto que ya está convenido”.
“Dentro de unas semanas será aprobado definitivamente el empréstito que se ha venido gestionando para la terminación de todas las obras del acueducto”.
“Se ha contratado, igualmente, el estudio y la ejecución de obras decisivas para la modernización del puerto, como el dragado de la bahía y el canal navegable”.
“Mi presencia aquí tiene más el significado de agradecer a las gentes de Buenaventura la confianza que han tenido en el Gobierno
aun en los momentos más difíciles y la paciencia con que han soportado las adversas circunstancias que les ha tocado vivir”.
“Este Gobierno no solicita de ustedes cosa diferente a su colaboración activa, para que las obras no sean solamente una tarea oficial sino la iniciación de una época en la cual la vida de cada uno de ustedes mejore y para que todos puedan decir con justicia que pertenecen a una democracia, para que no haya oportunidades cerradas y caminos inaccesibles a una vida más próspera, libre y digna”.
(Apartes del discurso pronunciado por el entonces presidente de la República, Alberto Lleras Camargo, en Buenaventura el 18 de febrero de 1962, hace 60 años y siete meses. Saquen ustedes las conclusiones).