Emprender e innovar: claves de las universidades
Educar pensando en los contextos, presente y futuro de los estudiantes y sus comunidades son pilares de los procesos educativos en las aulas de clase en el norte del país.
Dos de las principales líneas de enseñanza que a diario se toman los planes de estudio, de un importante número de instituciones de educación superior en Colombia, son la innovación y el emprendimiento, ambas vertientes de empleo y desarrollo social.
Estas instituciones acompañan y promueven la consolidación de las ideas de sus estudiantes, e incentivan, de la mano de una amplia comunidad académica, la consolidación de proyectos con impacto en sus comunidades y que, en repetidas ocasiones, han hecho eco en la comunidad internacional.
Sus enfoques son diversos, pero el propósito es el mismo: además de consolidar la idea o el proyecto de los participantes, evitar que este trabajo sea uno más de su vida universitaria, incentivando sus habilidades y avances hasta que sean parte de sus vidas posuniversitarias.
Un proceso escalonado
La promoción de la innovación parte, en la mayoría de los casos, en el pénsum de los programas. Allí empieza un acompañamiento que continúa presente en sus diferentes etapas de desarrollo, empezando por la solución de una problemática o situación, que se plantea en las aulas de clases.
“Fomentamos
la
innovación en los estudiantes con un enfoque teórico-práctico. En este sentido, es fundamental que comprendan que sus procesos pueden presentarse en diferentes contextos y niveles organizacionales y que puede desarrollarse en distintas etapas, de acuerdo con la situación específica en la que se esté trabajando”, dice Marisabella de Castro, profesora del Departamento de Diseño de la Escuela de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Uninorte.
Según la académica, los estudiantes reciben, de forma teórica, los conceptos básicos necesarios para entender los niveles y las etapas de innovación. También se les presentan los retos que demandan soluciones rápidas a problemas planteados.
En lo práctico, De Castro indica que la universidad trabaja de la mano de distintas organizaciones públicas, privadas y fundaciones que requieran soluciones a distintos retos. Para este punto, los estudiantes entienden los contextos, entornos y actores reales que se involucran en los retos planteados.
“Este enfoque nos ha permitido desarrollar la competencia innovadora en los estudiantes, permitiéndoles no solo entender su importancia, sino adquirir las habilidades necesarias para ser agentes de innovación en los contextos en los que se desempeñen una vez sean profesionales”, concluye la profesora.
Para su proyecto de vida
“Estamos convencidos de que el emprendimiento es una alternativa importante para que los jóvenes que están en proceso de formación”, cuenta Beatriz Daza, CEO de MacondoLab, el centro de crecimiento empresarial de la Universidad Simón Bolívar.
Este espacio, que se enfoca en el desarrollo tecnológico a través de los pilares de innovación y convergencia tecnológica, busca contribuir con el desarrollo social, político, cultural y económico de los lugares donde se desarrollan los proyectos e incluye una proyección internacional.
Daza puntualiza en el valor agregado que toman los emprendimientos cuando se hacen de la mano de la tecnología, afirmando que, entre otras cosas, en la actualidad la mayoría de empresas no solo buscan competir a nivel local, sino también trascender al contexto internacional.
“El emprendimiento que fomentamos se basa en la tecnología y la innovación. Creemos que cuando uno hace un emprendimiento con estas bases tiene mayores probabilidades de éxito, de salir adelante y superar el famoso valle de la muerte de los emprendimientos, en la medida en que cuenta con elementos diferenciadores y con elementos que lo hacen sobresalir de la paridad del mercado frente a emprendimientos tradicionales”, concluye la CEO de MacondoLab.
Para toda la comunidad
››De
la mano de una amplia comunidad académica incentivan la consolidación de los proyectos que generan impacto.
Los procesos de innovación y emprendimiento trascienden los pregrados y posgrados. Estudiantes, egresados e incluso la comunidad en general pueden participar de alguna forma en sus proyectos.
Por ejemplo, el Centro de Emprendimiento, Innovación y Desarrollo Empresarial de la Universidad Libre de Cartagena, que está adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas Administrativas y Contables, fomenta el intraemprendimiento de su comunidad y tiene el objetivo de apoyar proyectos creativos e innovadores.
Las opciones que ofrecen las instituciones de educación superior en el Caribe colombiano son diversas y benefician a estudiantes y sus comunidades. Innovación y emprendimiento son pilares de esta región líder.