Nuevos vientos para Venezuela en el escenario internacional
Desde hace unos años, Venezuela se quedó prácticamente sola, llena de sanciones y respaldada por países igual de cuestionados como Nicaragua y Rusia. Sin embargo, algunos movimientos en EE. UU. y Colombia indican que el escenario internacional le podría e
Venezuela pasó de ser un país fuertemente sancionado y excluido a un actor importante en varios procesos políticos en el mundo. Este martes, desde Caracas, la delegación del Eln y el gobierno de Gustavo Petro dieron inicio formal a los diálogos de paz. Un asunto que se suma no solo al último intercambio de presos de Venezuela con EE. UU., sino también a la reunión de Nicolás Maduro con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
“El Estado venezolano siempre ha tenido una fuerte vocación internacional. Fue uno de los países creadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y, en la segunda mitad del siglo XX, tuvo participación importante en la promoción de la democracia con la doctrina Betancourt. El escenario internacional no es ajeno para Venezuela”, le comentó a este diario el investigador Ronal F. Rodríguez.
Pero desde 2017, “tras pasar de un autoritarismo competitivo a una dictadura”, como lo dice Rodríguez, el país perdió esa cara internacional: salió de la Organización de los Estados Americanos (OEA), fue sancionado en Mercosur, se materializó su salida de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se desarticuló. Venezuela se quedó sola, llena de sanciones y respaldada por países igualmente cuestionados, como Nicaragua y Rusia.
Sin embargo, las cosas parecen estar cambiando para Maduro en el escenario internacional. ¿Qué está pasando? Vamos por partes.
Intercambio de presos con EE. UU.
No es la primera vez que EE. UU. utiliza este mecanismo en medio de intereses y tensiones políticas con países adversarios. Lo hizo Ronald Reagan con la Unión Soviética en 1986, Barack Obama con Afganistán en 2014, y Donald Trump con Irán en 2019. Ahora el turno fue para Joe Biden, con Venezuela. ¿Qué hay detrás?
El fin de semana pasado fueron liberados siete estadounidenses encarcelados desde 2017 en Venezuela, entre ellos cinco exdirectivos de Citgo, empresa filial de la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA), que fueron acusados de peculado, lavado de dinero y asociación para delinquir. A cambio, EE. UU. liberó a dos sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro, arrestados en Haití en una redada de la DEA, agencia antidrogas de EE. UU., en 2015, mientras planeaban ingresar a ese país 800 kilogramos de cocaína.
La decisión de Biden representa un cambio de enfoque, mucho más allá de un intercambio de presos.
“Se han aireado opiniones a favor y en contra. Sin embargo, hay que entender ese intercambio como parte de un paquete de acercamiento y negociación bilateral que ya lleva meses”, le comentó a este diario Arlene Tickner, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. “Aquí hay que tener presentes varios temas: la crisis energética y las sanciones, la posible ayuda humanitaria de EE. UU. para atender la situación en Venezuela, así como la reanudación del diálogo con la oposición en México con miras a las elecciones de 2024”, agregó.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, dijo en entrevista con este diario que el intercambio no dice nada respecto a la relación entre ambos países, “sino que se enfoca en traer a casa a gente que nunca debió haber sido detenida (...) Al tiempo que trabajamos en traer de vuelta a estas personas, tomamos pasos concretos para desincentivar a los países a incurrir en estas prácticas. El presidente Biden anunció algunos de esos pasos recientemente y pronto vendrán más”, comentó el funcionario.
La visita de Rodríguez Zapatero y el anuncio del Eln
A propósito del anuncio que hiciera desde Caracas la delegación del Eln de que reanudarán los diálogos de paz con el gobierno colombiano, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien se reunió con Nicolás Maduro el lunes pasado, comentó que Venezuela tiene un papel importante en la renuncia definitiva a la violencia por parte del grupo guerrillero. Rodríguez Zapatero llegó a Caracas para un proceso paralelo de mediación del diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición.
Estos encuentros, así como el rol del país en los diálogos, también suman a la hora de posicionar a Venezuela nuevamente en el escenario internacional.
“Aquí confluyen varios asuntos. Primero, la comunidad internacional, especialmente a nivel regional, notan que la estrategia de excluir a Venezuela no tuvo ningún tipo de resultado. Además, también tiene que ver lo que está pasando
con Rusia y la preocupación de EE. UU. de buscar un proveedor, pese a que Venezuela seguramente no será un socio estable en este momento”, le comentó a este diario Nastassja Rojas, profesora de la Universidad Javeriana.
Agregó que la llegada de gobiernos de izquierda en América Latina también abre un espacio al gobierno de Maduro. “Esto le permite tener otros aliados regionales con los que no contaba antes”, comentó Rojas.
Pero Ronal Rodríguez puso otro asunto sobre la mesa: “Venezuela vuelve en un contexto global donde los regímenes autoritarios se están imponiendo”, comentó el experto, quien menciona que Rusia y China cambiaron las reglas del juego.
“El presidente chino, Xi Jinping, tiene un poder que nunca llegó a tener Mao Zedong. Así como un proyecto político de engrandecimiento y el regreso de Rusia al escenario global. Y en Turquía, por otro lado, Recep Tayyip Erdogan, ha retrocedido en la occidentalización del país”, añadió.
En ese contexto, donde crece la atención sobre los autoritarismos, Venezuela vuelve a tener un rol clave, “pero ya no en la esfera democrática, como lo hizo en el siglo XX, sino del otro lado, de los regímenes que están promoviendo ideas autoritarias”, sostuvo Rodríguez.
*Felipe Morales Sierra contribuyó en la elaboración de este artículo.