El plan contra la violencia en Palmira (Valle), premiado en Corea del Sur
El alcalde del municipio, Óscar Escobar, recibió el galardón la semana pasada, que significó un giro de 20.000 euros que se destinarán para fortalecer el plan. Hablamos con Felipe Fernández, gerente de la estrategia PAZOS (Paz y Oportunidades).
Con el desafío de reducir el promedio de asesinatos que en la última década ha azotado a Palmira (Valle), el alcalde de ese municipio, Óscar Escobar, estableció la prevención social de la violencia como un eje estratégico de su administración (Palmira Pa’ Lante 2020-2023).
El municipio cerró 2020 con una reducción del 12,4 % en el número de homicidios (113), 16 casos menos que en 2019, cuando se registraron 129 muertes violentas (ver infografía). Eso se traduce en una caída en la tasa por cada 100 mil habitantes, al pasar del 36,55 % al 31,90 %, permitiéndole a la ciudad salir de la lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, en la que han figurado sus vecinas Cali y Buenaventura, en el Valle del Cauca, departamento estratégico para las economías criminales, ya que bordea la costa Pacífica y colinda con el departamento de Cauca, un productor de coca.
El Observatorio de Seguridad de la Alcaldía de Palmira ha identificado a grupos de delincuencia común que instrumentalizan a los jóvenes y a través del dinero fácil los seducen, o de la imposición de fronteras invisibles, en donde también se desarrollan episodios de violencia que han dejado muertos. “En este municipio más del 52 % de homicidios se dan por ajuste de cuentas relacionada con el crimen y que son difíciles de prevenir, pero hay conflictos violentos que sí se pueden interrumpir y es el trabajo que estamos haciendo”, explica Felipe Fernández, gerente de la Estrategia de Prevención Social de Violencia PAZOS (Paz y Oportunidades).
Ese fue el escenario donde surgió PAZOS, adoptada por el Decreto Municipal 961 de 2020. Se trata de una apuesta de política pública que integra cinco componentes de intervención e innovación social (ver infografía) con la pretensión de atender de forma temprana y oportuna las dinámicas asociadas con la violencia en el municipio.
“Su objetivo general es generar territorios donde prime el respeto a la vida y donde al mismo tiempo los jóvenes se puedan desarrollar libremente, sin miedo y sin agresiones físicas”, reseña el documento oficial que explica la estrategia PAZOS, que está focalizada en la priorización de la oferta social y económica en jóvenes entre los 14 y 29 años, y en territorios con mayor vulnerabilidad de acuerdo con los datos de victimización por violencia homicida”.
Fernández comenta que tuvieron un registro con 21 días consecutivos sin homicidios y añade que Palmira fue exaltada con el Premio Internacional de Paz que entrega la organización de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (UCLG, por su sigla en inglés), “como resultado de los buenos indicadores en seguridad, convivencia y paz que hemos tenido en el municipio”.
Según Fernández, en términos de prevención de la violencia y de generación de oportunidades, “PAZOS fue la estrategia más innovadora entre los 23 países que se postularon, porque trabajamos todas las dimensiones: interrupción de la violencia; la prevención, que es el componente lúdico recreativo y cultural, e intervención, con el trabajo directo con los jóvenes que habitan en entornos violentos o que fueron parte del sistema de responsabilidad penal adolescente en el marco de la justicia restaurativa”.
Fernández asegura que hoy los cerca de 360.000 palmiranos disfrutan de territorios más pacíficos, “porque han resuelto la violencia no solo con la Policía en las calles, sino también a través de la oferta institucional, porque los jóvenes buscan resolver las trampas de la pobreza y la violencia por medio de una oportunidad”.
PAZOS, gracias a la intervención territorial sobre nueve clústeres dentro del perímetro urbano y rural que agrupa 33 barrios priorizados por indicadores de convivencia y seguridad ciudadana, benefició en 2021 a 1.000 niños, niñas y adolescentes. Además, 266 jóvenes tienen acompañamiento diario, porque reciben una beca condicionada de $500.000. “Es un trabajo interesante, porque son jóvenes que validan el proceso, lo que demuestra que la estrategia sí funciona, porque está cambiando sus vidas”, resalta Fernández.